El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

27 de octubre de 2016

La pesca, denuncias, información y conocimiento

Eventualmente se hacen públicas algunas denuncias o se difunden noticias relacionadas con la pesca; pero en términos generales, una vez pasado el impacto mediático, se olvida el asunto y no pasa nada que genere un cambio. Este tipo de información coyuntural no surte efecto práctico y real de cambio para mejorar las cosas, simplemente crea impactos temporales que son rápidamente olvidados.

La ciudadanía peruana no pesquera, no tiene posibilidad de incrementar su conocimiento e información sobre la pesquería, en gran parte debido a la ausencia de información; pero también por desinterés ya que no tiene motivación para preocuparse por el mar y la pesca.

Las autoridades políticas tampoco evidencian conocimiento suficiente sobre esta materia como para asumir su administración en forma eficaz. Por otro lado cambian demasiado frecuentemente y los planes de trabajo duran poco, se descontinúan y/o se inventan nuevos sin respetar los existentes.

El manejo político de la gestión pesquera es sensacionalista y cortoplacista, busca figurar en la foto mientras dure el mandato, el cual es generalmente más corto que el gobierno mismo. Basta con echar una mirada a la cantidad de ministros y viceministros designados en los últimos 10 años, para darse cuenta del daño que le hace al sector la excesiva rotación de funcionarios. Porque cada cambio genera movimientos adicionales de personal en la estructura. Entre 2006 y 2016 se ha tenido 11 Ministros de la Producción y 9 viceministros de Pesquería (un promedio de uno por año).

El insuficiente conocimiento sectorial sumado a la velocidad con que rotan, limita la capacidad de confección de planes de largo plazo; pero además convierte al funcionario en fácil presa de lobistas y operadores políticos que tienen agendas particulares, o de parte, orientadas a satisfacer intereses de sus empleadores. A menor conocimiento e inexistencia de políticas de largo plazo, mayor capacidad de influencia del lobista.

Lo que sabemos es que el aspecto más elogiado por la prensa y alabado por los agentes económicos es la exportación. Nos han inculcado la idea de que somos buenos porque exportamos y/o pretendemos exportar mucho más. Si eso es lo mejor para el futuro alimentario del país, es discutible. Si la participación del Estado en la renta generada por la pesca y sus exportaciones es la justa, también es discutible.

Deberíamos tener presente que la Constitución establece en su Artículo 66°, que los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación.  El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La  concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal.

Por tanto los pescadores artesanales, los empresarios y los trabajadores de la industria no son los propietarios de los recursos pesqueros, sino la Nación. Es obligación del Estado regular las condiciones de las concesiones que otorga, priorizando el interés nacional y no los intereses de parte. El bien común de las mayorías peruanas necesitadas de proteína que puede provenir de la pesca, se antepone a las necesidades e intereses de los administrados.

Aparentemente la inadecuada comprensión del mandato constitucional ha generado la errónea percepción de que existen propietarios de los recursos pesqueros, o que unos tienen más derechos que otros a su explotación. La verdad es que no es así. El único propietario es la Nación, o sea todos los ciudadanos peruanos. Nadie tiene más o menos derechos que otro. Es el Estado quien establece las reglas para su manejo y debe hacerlo ajustándose al mandato constitucional en la forma más eficiente y eficaz posible.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a NOVIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

https://www.yumpu.com/es/document/view/56178611/revista-pesca-noviembre-2016

28 de septiembre de 2016

La pesca artesanal en la nueva gestión pesquera del Perù


Uno de ellos es la pesca artesanal, cuya problemática resulta compleja y agravada por la gran cantidad de organizaciones con las cuales se debe dialogar para establecer consensos. En cambio con la pesquería industrial hay solamente dos grandes gremios principales que representan a la mayoría de los administrados.

Muchos intereses, mucho dinero en juego, muchas organizaciones representativas y muchos administrados, todos ellos con presencia más o menos activa en la defensa de sus intereses empresariales y gremiales.

El producto final de todas las actividades pesqueras es consumido, al final de la cadena, por el ciudadano. Pero ocurre que este no tiene presencia ni participación en la administración del recurso pesquero, mientras que todos aquellos que sí la tienen, usufructúan un recurso natural renovable que no es de su propiedad, sino de toda la Nación y sobre el cual priorizan su exportación. La injusta ironía es que esta no es una invitada al festín donde se reparte lo que es suyo.

La falta de información adecuada y oportuna, así como el desinterés del público en general, favorecen la marginación de la sociedad en la toma de decisiones. Una de las consecuencias es la existencia, por ejemplo, de un programa estéril como es “A comer pescado”, que se orienta a un sector de la población que en términos reales no lo necesita. Otra es que se permite que instituciones como lo fueron el Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita y el Instituto Tecnológico Pesquero, hayan sido inútilmente destruidos por administraciones anteriores. El primero absurdamente fusionado con el FONDEPES y el segundo reemplazado por un confuso cóctel de CITES ineficaces que hasta ahora no llegan a estar a la altura de lo que fue el antiguo Instituto Tecnológico Pesquero.

Gran parte del problema ha sido generado por la entrega del manejo sectorial a personas sin las debidas cualidades, ni preparación para manejar estos temas, sobre los cuales carecían de la adecuada información, capacidad y experiencia. Serias denuncias efectuadas por importantes investigaciones no han generado cambios en el sector. El enfrentamiento de algunas administraciones con la industria siempre han dado a la autoridad de turno como perdedora, evidenciando que la mejor opción para administrar el sector es generar consensos y no enfrentamientos.

Sumado a las presiones de los gremios y a la ausencia y desinterés de la Sociedad Civil y la ciudadanía, el resultado es la caótica situación en la cual se encuentran los recursos pesqueros y que hoy resulta difícil enfrentar, más aún ante la inexistencia de una agenda de largo plazo.

En este sentido las declaraciones y acciones anunciadas del Ministro Giuffra, que se reproducen en esta edición, alientan la esperanza de que se aborde debidamente la problemática de la pesca en esta gestión.


La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información amplia y variada para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a OCTUBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

26 de agosto de 2016

Perú, el nuevo gobierno y la pesca

En pesquería el discurso viene centrado, hasta ahora, en las zonas de pesca y en dos decretos supremos promulgados por el gobierno anterior. En términos generales se ha mencionado como metas ante el Congreso de la República, el uso óptimo de los recursos pesqueros sin afectar al medio ambiente, acciones sobre tecnología e infraestructura de desembarque artesanal, fortalecimiento del control y el potenciamiento de la acuicultura y la pesca artesanal. Este discurso debe formalizarse a través de planes y presupuestos. Mientras no sea modificado, continúa vigente el Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) formulado en diciembre de 2015 por la administración anterior.

Al no existir objetivos de largo plazo que trasciendan un período de gobierno, convertidos en Política de Estado, no hay garantía de continuidad de políticas. En el país, cada cinco años las administraciones pueden ignorar los planes y objetivos de sus antecesores y diseñar los propios para el periodo que dura su mandato.

Si el actual PESEM se mantuviese, sería porque la nueva administración no tiene pensado formular uno nuevo. 

También se puede no diseñar nada nuevo ni respetar lo existente, sino seguir la inercia de la coyuntura política. 

Sin embargo, lo que el ciudadano espera al inicio de un gobierno, cuando no hay políticas de Estado ni objetivos de largo plazo, (como es el caso de la pesca peruana), es que se reformule el PESEM en función a nuevos objetivos estratégicos para el quinquenio y que estén de acuerdo con la visión del plan del nuevo gobierno. El problema es ¿Quién pone la agenda cuando no existen objetivos precisos formulados en el Plan de Gobierno?

La intención de hacer cosas durante una gestión, requiere del sustento técnico legal que la soporte y permita elaborar los planes operativos y presupuestos correspondientes, que conduzcan a productos identificables y medibles como resultado de la gestión. El tema es que el ordenamiento legal en cuestión de planeamiento, no parece ser muy respetado, o conocido. 

En la edición de septiembre de la Revista Pesca se analiza la problemática del diseño de planes en la Gestión Pública.

La importancia de la pesca en el Perú y la necesidad de que su administración cuente con planes de largo plazo, manejados por funcionarios conocedores de la problemática pesquera, no ha sido entendida, aceptada, o asumida por el Ejecutivo desde hace varios años. La pesca no es un tema importante desde hace un buen tiempo atrás.  Existen opiniones, sugerencias y recomendaciones técnicas procedentes de varias fuentes con adecuada experiencia pesquera, que pareciera no son conocidas por quienes tiene capacidad de decisión en el Gobierno. 

La inexperiencia en temas pesqueros, sobre todo de pesca artesanal, ha sido una debilidad de varias administraciones.

El desconocimiento del sector pesquero es compartido por la prensa y por la propia sociedad. Por tanto ambos resultan indolentes al problema. Existe un vacío de conocimiento que permite la manipulación de información. El ciudadano común está expuesto a una u otra corriente de opinión sin mayor posibilidad de argumentación. Lo único claro en el inconsciente colectivo, es que somos buenos porque exportamos mucho pescado en forma de harina, conservas o congelado. Por tanto, lo demás deviene en irrelevante. La problemática pesquera seguirá siendo tema de pocos, ignorado por los más y en manos de la política de turno.

La restitución del Ministerio de Pesquería, que es un consenso casi general dentro del sector, no tendrá eco,  al menos por ahora.

La pesquería no es exclusivamente un tema de macroeconomía, exportación, harina de pescado, congelados y conservas. Pero eso requiere de funcionarios con experiencia, conocimiento del tema e ideas al respecto.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

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Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a SEPTIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

 http://issuu.com/revistapesca/docs/revista_pesca_setiembre_2016?e=0/38228063

9 de agosto de 2016

El Plan de Diversificación Productiva en el nuevo gobierno peruano

El tema es que el Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) vigente está alineado con el Plan Nacional de Diversificación Productiva, tomó mucho tiempo armarlo y articularlo y darle soporte técnico legal. 
Cambiar o desarmar eso, amerita una acción similar inversa con el consenso y participación de todos los elementos técnicos, políticos y sectoriales que intervinieron en su formulación.
El ordenamiento legal en cuestiones de normatividad y planes estratégicos, no parece ser muy respetado, o conocido. Se trata de respetar la institucionalidad antes de implementar nuevas ideas y que respondan a un plan estratégico consensuado. 
¿Qué se hace cuando se asume la cartera y no existen objetivos sectoriales que estén plasmados en el Plan de Gobierno? No se debe cambiar cada cinco años los planes. Pero si hay que cambiarlos, porque es potestad del gobierno, debe hacerse adecuadamente buscando que el cambio sea una mejoría y pensando en la sostenibilidad del plan en el largo plazo.
Lo que se espera al inicio de un gobierno, ante la ausencia de políticas y objetivos de largo plazo, es que se reformule el PESEM en función a nuevos estratégicos diseñados para el quinquenio y que estén de acuerdo con la visión del nuevo gobierno para el período, en la medida que la tenga. El problema es cuando no la tiene y por tanto no se ha establecido formal y técnicamente. La improvisación o el cambio por el cambio no es la mejor receta.
Lo que se evidencia es la debilidad del sistema y de la institucionalidad. Al no existir objetivos de largo plazo que trasciendan un período de gobierno, convertidos en Política de Estado, coherente con el Plan Bicentenario, no hay garantía de que sean respetados por cada nuevo Gobierno.

Lea el artículo que origina este comentario en el siguiente link:


26 de julio de 2016

¿Que peso tendrá la pesca en el nuevo gobierno peruano?

En agosto, que empieza a operar el gobierno elegido este año, una ciudadanía ilusionada espera cambios que mejoren las cosas en cada sector. En Pesca, el tema resulta más expectante por cuanto el Plan de Gobierno no hace mención expresa a la pesquería y el nuevo Titular del Pliego no tiene experiencia en el sector. ¿Qué peso tendrá Industria y qué importancia se dará a la Pesca y Acuicultura?

Se debería empezar por evaluar el Plan Estratégico Sectorial Multianual que deja el gobierno saliente y que constituyó un nuevo formato para alinearlo al Plan Nacional de Diversificación Productiva. Lo negativamente novedoso de este PESEM, es que relegó a la pesca y acuicultura a su simple mención y participación como aportantes del PBI y diluyó el documento en un mar de conceptos, fórmulas y análisis complicados y alejados del espíritu simple de los anteriores planes. Para sus autores, la actividad pesquera y acuícola solo es importante desde la perspectiva de su aporte al producto Bruto Interno.
En esta edición se publica una nota detallada al respecto.

El asunto no debe ser subjetivo ni analizado solamente en función a la experiencia de las nuevas autoridades. El tema es técnico y merece ser técnicamente evaluado porque el PESEM es, o debería ser, la brújula que marca el rumbo del sector por cinco años. De allí deriva todo lo demás.

El sector es tan complejo y necesitado de tantas reformas, que sería iluso pensar que se podrá hacer grandes cosas o cambios. Bastaría que se den pequeños pasos en beneficio de una mejor participación del país en los resultados de la extracción de recursos pesqueros, en beneficio de hacer a la pesca más inclusiva desde la perspectiva alimentaria, y en avanzar hacia pesquerías sostenibles y libres de corrupción.

Difícil; pero imposible si no se cuenta con Directores Generales y de Línea, jefes y funcionarios de OPDs honestos, comprometidos con el sector y con experiencia y conocimiento del mismo. Empezar a trabajar al mismo tiempo que se empieza a aprender no es la mejor receta, sobre la cual los últimos años han dado el mejor ejemplo.

Se requiere de acciones concertadas, técnicas y socialmente inclusivas, dejando de lado la confrontación y el enfrentamiento. La habilidad para mantener el sector en equilibrio definirá el éxito de los nuevos integrantes del equipo de este gobierno.

Es hora de la alimentación nacional y de lo que la pesca peruana puede hacer por sus poblaciones más vulnerables. Porque el Estado no puede olvidar su deber y su obligación con las poblaciones más pobres del Perú. Tiene que dejar de priorizar y debatir temas de una industria que ya está regulada, para concentrarse en el objetivo final más importante de la pesca, que debe ser la alimentación nacional. La desnutrición y la anemia infantil son realidades sobre las cuales los productos pesqueros pueden significar un aporte importante.

Las ciudades principales y las poblaciones costeras de una u otra forma acceden al pescado y satisfacen más que necesidad de proteína, requerimientos gourmets. Por otro lado, aunque lejos del alcance de todos los bolsillos, eventualmente aparecen recursos accesibles como el bonito, caballa y jurel que adquieren pobladores costeros y de algunas principales ciudades del interior.

Pero ¿qué posibilidades tienen las poblaciones dispersas a más de 3,000 metros de altura, que solo recordamos cuando la televisión las pone en pantalla en época de friaje? El problema va más allá de programas sociales asistenciales que no resuelven el problema de fondo. Hay que buscar soluciones sostenibles.

La Revista Pesca expresa su saludo a las nuevas autoridades y su deseo porque la nueva administración de pesquería tenga el mejor de los éxitos.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

Difunde información, ideas y  corrientes de opinión que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y  del cuidado del medio ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a AGOSTO 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

15 de julio de 2016

El premio otorgado al Ministerio de la Producción por su buena práctica

En reconocimiento a la implementación de las suspensiones preventivas del recurso hidrobiológico anchoveta, el Ministerio de la Producción (PRODUCE), recibió el premio por Buenas Prácticas en Gestión Pública 2016, en la categoría Gestión Ambiental Efectiva por la organización civil Ciudadanos al Día (CAD).

Este premio aplica sobre un conjunto de normas que se inician con el DS 008-2012-PRODUCE que establece medidas para conservación del recurso hidrobiológico en general, continúa con el DS 009-2012-PRODUCE, que modifica algunos artículos del reglamento de la ley de pesca dentro del espíritu del DS 008 y culmina en la RD 012-2014-PRODUCE/DGSF, que aprueba la Directiva 014-2014-PRODUCE/DGSF,  la cual establece el procedimiento para la suspensión preventiva de zonas con presencia de anchoveta en tallas menores a las permitidas. Sería injusto y mezquino no reconocer que el proceso de suspensiones preventivas empieza en 2012 con el DS 008.

Este es un caso saludable de continuidad de una política que ha trascendido una gestión (porque se inicia en 2012 y culmina en 2014) y que ha merecido un premio.

Meritorio. Si bien es cierto es un justo reconocimiento sectorial, no hay que olvidar a las personas y funcionarios que trabajaron en su elaboración. Una simple expresión de reconocimiento es justa.

Los DS 008 y 009 fueron concebidos y elaborados durante la gestión ministerial de Gladys Triveño, siendo la Ingeniera Jesica Pino la directora de Supervisión y Fiscalización. Ambos documentos son la base sobre la cual el viceministro Juan Carlos Requejo emite la RD 012 el año 2014, que establece el procedimiento de detalle para suspender la actividad extractiva de la anchoveta. Esta resolución se emite en función a la recomendación enviada a través del Memorandum 610-2014-PRODUCE/DGSF-DTS, por el Señor Iván Enrique Malaver Araujo, Director de Tecnología para la Supervisión.

El hecho es que el premio por constituir una Buena Práctica en Gestión Pública es un justo reconocimiento al sector y a su preocupación por cuidar la sostenibilidad de nuestros recursos pesqueros, en especial de la anchoveta. Confirma lo que una política continuada y sostenida puede brindar como beneficio a la administración del sector pesquero, en temas que son indiscutiblemente necesarios más allá de consideraciones políticas y de personas; pero no se puede mezquinar la mención de todos los autores y creadores de la buena práctica.

La Agencia Andina informó:

Produce recibió premio por Buenas Prácticas en Gestión Pública 2016

Certamen es organizado por la organización civil Ciudadanos al Día (CAD)

En reconocimiento a la implementación de las suspensiones preventivas del recurso hidrobiológico anchoveta, el Ministerio de la Producción (Produce), recibió el premio por Buenas Prácticas en Gestión Pública 2016, en la categoría gestión ambiental efectiva por la organización civil Ciudadanos al Día (CAD).

En total se entregaron 24 premios en esta décima segunda edición del certamen que reconoce y premia las actividades y proyectos eficientes, exitosos e innovadores desarrollados en las entidades públicas.

El premio otorgado al Produce, destaca el uso de esta medida que suspendió preventivamente la actividad extractiva del recurso anchoveta en zonas de pesca con alta incidencia de ejemplares juveniles que durante el 2014 y 2015, lo que evitó la captura de 423,394.02 toneladas métricas (TM) del recurso anchoveta en estado juvenil.

Así lo dio a conocer el director de tecnología de la Dirección general de supervisión y fiscalización (DGSF), Daniel Collachagua.

El funcionario agradeció esta importante distinción y explicó que el Produce, implementó las suspensiones preventivas para la conservación del recurso anchoveta desde el año 2014 como una medida permanente que busca asegurar la sostenibilidad del recurso. 

Agregó que en lo que va del año 2016, se han emitido 57 comunicados de suspensión preventiva de las actividades extractivas de anchoveta, disponiendo el cierre de 76 zonas de pesca a lo largo del litoral, que logró evitar la captura de 133,852.49 TM de anchoveta.

Collachagua explicó que cuando los profesionales del Ministerio de la Producción identifican una alta incidencia de anchoveta en estado juvenil mayor al 10 % en una determinada zona de pesca, se determina un cierre preventivo por un lapso de 48 horas en un área promedio de 30 por 30 millas náuticas (aproximadamente 3,000 kilómetros cuadrados).

Destacó también que entre los años 2014 y 2016 se evitó la captura de 557,246.51 TM del recurso anchoveta juvenil, que permitió ganar con esta medida una biomasa de 1.94 millones de toneladas de anchoveta.

Certificación de Buenas Prácticas

Cabe señalar que el equipo técnico de este concurso, revisó los Informes de postulación presentados, evaluó y seleccionó a las instituciones que se les otorgó la calificación de Buena Práctica en Gestión Pública 2016.

Este certamen es organizado por Ciudadanos al Día (CAD), con el apoyo de la Defensoría del Pueblo, de la Universidad del Pacífico y del Grupo El Comercio. En esta edición intervino además la organización Contribuyentes por Respeto.


El Ministerio de la Producción ha emitido una nota que puede verse en el siguiente link:

27 de junio de 2016

Las exportaciones pesqueras peruanas y el interés nacional


REVISTA PESCA JULIO 2016: EDITORIAL

El constante elogio de las exportaciones peruanas de productos pesqueros como la harina de pescado y la pota, en los cuales somos los primeros en el mundo, como se lee constantemente en algunas noticias, obviamente producen un patriótico sentimiento de orgullo nacional, lo que no deja de ser una visión sesgada e incompleta. El análisis del impacto que las exportaciones pesqueras producen en el PBI, es también frecuente de observar; pero no se analiza el impacto de la pesca en la alimentación y el desarrollo nacional.

La percepción completa debe provenir de un análisis simple que muestre cuál es el real beneficio que ha recibido el Estado peruano y cada ciudadano.

No es suficiente satisfacer nuestro orgullo, ni preocuparnos por el impacto de la pesca en el PBI solamente.

Tenemos que saber, si además, se está atendiendo la necesidad nacional de alimentos con alto contenido proteínico y cómo se está contribuyendo con el desarrollo del país. Debemos conocer la manera con la cual  se está beneficiando el país, a través de la presentación de cifras precisas que muestren la participación nacional de la renta que genera ese primer puesto en las exportaciones. Cuánto dinero ingresa al Tesoro Público proveniente de la actividad pesquera y cómo se le distribuye e invierte.

La Nación necesita conocer:

¿Cuál es la renta de la industria y qué porcentaje de la misma se destina a satisfacer necesidades de la población?, ¿Cuánto ganamos los peruanos en términos reales por la explotación de nuestros recursos pesqueros?; ¿En cuánto y cómo contribuye la pesca a reducir el índice de desnutrición infantil?; ¿Cómo contribuye la pesca a incrementar la seguridad alimentaria del Perú, en especial de las poblaciones vulnerables?

La alimentación nacional debe ser la prioridad, no así la exportación, que si bien forma parte importante en el contexto del modelo económico, no tendría por qué competir con ventaja, con la comercialización de productos pesqueros en el país. Exportar tiene privilegios y ventajas que no  tiene el mercado nacional.

El procesamiento de la anchoveta para el mercado interno, así como su comercialización en estado fresco, carecen de normas apropiadas y promocionales que dificultan que la población nacional, especialmente las poblaciones más vulnerables, accedan a este recurso.

Mejorar la competitividad de la cadena productiva de la pesca artesanal, que es la que proporciona el abastecimiento al mercado nacional, es un reto que requiere de voluntad y decisión políticas en un marco de innovación, desarrollo tecnológico, investigación y capacitación integrales y no a través de acciones aisladas.

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

Difunde información, ideas y  corrientes de opinión que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y  del cuidado del medio ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a JULIO 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

10 de junio de 2016

LA PESQUERIA PERUANA DESDE LA PERSPECTIVA ALIMENTARIA

Estamos lejos de una noción de soberanía alimentaria. Dicha noción se entiende como el derecho de los pueblos a alimentarse en correspondencia con sus especificidades sociales, económicas, ambientales y culturales. Dentro de un concepto de perspectiva holística del sistema alimentario, donde el alimento sea disponible y autosuficiente. Es decir con posibilidades de su compra en mercados justos, con calidad y cantidad de alimentos sanos y libres de todo tipo de contaminaciones.

La soberanía alimentaria supone un cuidado sostenible de los recursos naturales.

El potencial pesquero que Perú posee por sus posibilidades de extracción del recurso anchoveta y pota, lo coloca en una posición privilegiada dentro del contexto mundial.

El mar peruano todavía ofrece varias especies abundantes que son muy poco utilizadas por la industria o consumidas por el público. No son atractivas para su explotación porque es más cómodo vender anchoveta para la harina.

La administración pesquera tiene una tarea delicada para encontrar un equilibrio permanente entre las lógicas de alimentación nacional y las lógicas del mercado.

La acuicultura y la maricultura se presentan como las mejores opciones, sino las únicas,  para la exportación. No así la pesca de captura. Esta última siempre ofrecerá precios más accesibles a nuestra población por lo cual deben destinarse prioritariamente al mercado interno. Las primeras, por su alto costo de inversión y producción, serán siempre de mayores precios y por tanto inaccesibles para la mayoría de nuestra población. Por tanto son las únicas que merecen ser promocionadas como atractivas para posibles inversionistas.

La pesca de altura, para poder explotar en mejores condiciones la captura de jurel, deberá ser promovida. Esto solamente será posible con una flota congeladora que asegure una oferta permanente para la población nacional.

La pesca artesanal, la única que realmente abastece de productos hidrobiológicos el mercado nacional, solo podrá ser potenciada en la medida que se protejan las biomasas de peces costeros, los cuales tradicionalmente fueron capturados por los artesanales y quienes hoy cada día encuentran menos especies que extraer.

Si hubiese una oferta permanente de jurel procedente de la pesca de altura congelada a bordo, más una oferta regular y adecuada de especies provenientes de la pesca artesanal, corresponde estimular la creación de cadenas productivas y de comercialización que permitan el flujo regular y constante de productos hidrobiológicos hacia todo el interior del país, generando empleo y más y mejores posibilidades de alimentación.

La cada vez mayor escasez de especies de consumo tradicionales como el congrio, el mero, la corvina, etc., indican que hay menos peces. Por eso, salvo una que otra especie, el pescado es  caro en un país que se dice "pesquero". Los pescadores artesanales cada vez tienen que adentrarse más en el mar para pescar algo con toda la secuela de problemas que ello les genera. Si dejásemos de capturar tanta anchoveta podríamos probablemente permitir que las biomasas del resto de especies predadoras de la anchoveta crezcan y se multipliquen.

En una reunión de la FAO en Roma, Jacques Diouf dijo que la demanda mundial de alimentos se duplicara de acá al 2030. Para ese entonces y conforme la crisis alimentaria se agudice, tendríamos mejores posibilidades de atender esa demanda a mejores precios y en mayores volúmenes. Una vez alimentados nosotros y asegurada nuestra propia alimentación podremos empezar a exportar.

Esto requiere de una visión de largo plazo y de una política de Estado. Y también tomar decisiones realistas sobre el escenario actual de la extracción de anchoveta, la industria de harina de pescado y su verdadera contribución para con el país.

La extracción de anchoveta tiene un impacto sobre las especies de la cadena trófica superior y sobre las aves que se alimentan de ella. Su captura desmedida no solamente puede poner en riesgo su propia sobrevivencia, sino que afecta al resto de especies que constituyen los recursos destinados al consumo humano directo. Estos últimos capturados principalmente por la flota artesanal.

La captura de volúmenes tan grandes de este pequeño pelágico está orientada casi en su totalidad para la producción de harina, que tiene como destino principal su empleo en acuicultura.

El sector pesquero peruano muestra, en conclusión,  tres tendencias muy claras:
  • -    se centra en la producción de harina de pescado para exportación, para lo cual se ha realizado en el tiempo, una importante inversión en capacidad instalada;
  • -     minimiza el potencial de la pesca como proveedor de alimentos para su propia población;
  • -    se orienta hacia el mercado de exportación, priorizando la necesidad alimentaria del habitante de otros países.


En este escenario ¿se puede asegurar, a ciencia cierta, que se está reservando la suficiente cantidad de biomasa de anchoveta para la conservación de la especie y para el mantenimiento de la cadena trófica superior?

27 de mayo de 2016

Editorial: Revista Pesca junio 2016

Editorial de la Revista Pesca de Junio 2016

El Perú primero

La Ley General de Pesca, diseñada en la década de los 90 está basada en un esquema neoliberal y un espíritu promotor de la actividad pesquera, con una regulación flexible basada en el mercado, lo que aparta el concepto de inclusión social y justicia social. La actividad de extracción ya no debe tener un marco promotor, sino precautorio ante la evidencia de agotamiento de los stocks pesqueros y/o ausencia de información científica que permita establecer límites máximos de extracción. Puede haber especies que si pueden ser promovidas; pero con una base científica sólida que marque un límite. Los recursos pesqueros son renovables; pero no son inagotables.

Una nueva visión para la pesquería del Perú debe crear una doctrina que tiene que otorgar a los aspectos sociales, políticos y ambientales, mayor énfasis que en el modelo actual. Se debe integrar al modelo actual, las actividades socioeconómicas, las de protección del medio ambiente, las de mantenimiento de la calidad de vida de las poblaciones ribereñas y las de una justa participación social en la renta de la industria. Debe tener como meta principal disponer de pesquerías sostenibles en el contexto de una nueva  gobernanza. La visión de un nuevo modelo debe proponer construir un equilibrio entre las necesidades del mercado, las de conservación de los recursos, y la priorización de la población nacional en la atención de su alimentación basada en productos hidrobiológicos.

La expresión “pesquerías sostenibles” va más allá del simple enunciado y responde a todo un contenido de acciones y estrategias que a su vez requieren de medios para alcanzarlas, dentro de los cuales destacan, además de los económicos, el de ciencia, tecnología e innovación. El Estado tiene que ser el ente que garantiza el equilibrio entre el mercado, la justicia social y la conservación del ambiente y los recursos pesqueros, utilizando a la ciencia y la tecnología como componente importante en la nueva gobernanza pesquera. Debe orientar su visión a alcanzar el fin supremo, cual es el servicio al ciudadano a través de la provisión de alimentos de origen hidrobiológico, que contribuya a conseguir la seguridad alimentaria y a erradicar la malnutrición infantil en el Perú, en primera prioridad, antes que alimentar a otros países.

El actual modelo de gestión, sesgado hacia el mercado y la exportación, presume que las pesquerías solamente son sistemas económicos con todo lo que ello implica. Minimiza la importancia del mercado nacional y la contribución a la alimentación nacional

Denomino modelo de gestión al marco formado por una doctrina pesquera nacional que produzca una nueva base legal modernizando la vigente, sobre la cual se pueda perfeccionar el Modelo Organizacional Institucional actual. Diferencio entonces el modelo de gestión del modelo organizacional.

Los recursos hidrobiológicos marítimos y continentales  son un recurso natural que es patrimonio de la Nación. El Estado los entrega en concesión, de acuerdo a la normatividad vigente. El usufructo de los mismos se hace bajo condiciones que establece la regulación que se aplique a cada especie, la cual debe encontrar el justo equilibrio entre las necesidades del país y las del sector privado.

Artículo 66.- Recursos Naturales. Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento.  Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal.
Artículo 39.-  Todos los funcionarios y trabajadores públicos están al servicio de la Nación.

En tanto las administraciones de la pesquería no entiendan que su función es servir al pueblo peruano, a la sociedad peruana, la cual es propietaria de los recursos hidrobiológicos y no a intereses de parte ni extranjeros, los recursos pesqueros estarán expuestos no solo al agotamiento, sino a una indebida utilización cuando alimentan a otros países, sin atender primero la alimentación nacional. 
Alimentar al Perú primero y después al mundo, debe ser la orientación de una doctrina pesquera nacional.


Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería.

Difunde información, ideas y  corrientes de opinión que tienen por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y  del cuidado del medio ambiente. Pero sobre todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a JUNIO 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

21 de mayo de 2016

LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO PERUANO

El despojo que los conquistadores hicieron del territorio peruano, la destrucción del Imperio Inca y el saqueo de sus riquezas del Imperio, no fue suficiente sino que culminaron con el desarraigo de las poblaciones nativas, condenadas desde ese entonces a la esclavitud, la ignorancia, la miseria y la pobreza. No bastó destruir sus tradiciones y costumbres a través de la “evangelización” ni el ser forzados a cristianizarse. No bastó la destrucción de adoratorios y templos antiguos para construir iglesias sobre ellos en un proceso de sincretización religiosa y la brutalidad en la destrucción de todo vestigio de su cultura, sino que fueron embrutecidos a través del trabajo esclavizado en las encomiendas y en las minas, quedando la población reducida a niveles extremos de pobreza y de miseria por un feroz conquistador, no solo de sus riquezas y territorios sino de sus almas.

No era suficiente poseer sus riquezas materiales y destruir su civilización, sino que querían la destrucción de su alma, subyugar su espíritu. Esa actitud y filosofía de la conquista y de la dominación española, (que repitió la soldadesca chilena durante la Guerra del Pacífico, con total desprecio por la raza aborigen) fueron heredadas por la sociedad criolla peruana que se convirtió en la clase dominante de la naciente República y que finalmente se convirtió en la clase política y dirigente del país y de su actual “democracia” exclusiva, elitista y liberal que no reconoce responsabilidades heredadas, ni admite a  las poblaciones nativas como sus iguales, siendo que estas comunidades son las originales y legítimas propietarias de las tierras que hoy los herederos del invasor posen.

España financió su desarrolló con los recursos naturales saqueados del Perú y América y grandes capitales procedentes de los encomenderos, mineros, inquisidores y funcionarios de la administración imperial,  aparecieron para beneficio privado y no del país ni de las poblaciones originarias. Aquí se originan las principales y más  antiguas fortunas del país, que en determinado momento crean la oligarquía peruana.

Hoy día el esquema persiste y nuestras riquezas naturales se exportan y favorecen a los menos, enriqueciendo a unos cuantos bajo la ilusión de empleos temporales que desaparecerán con la extinción de los recursos naturales.

Recién hace poco están siendo enfrentados a través de programas sociales, que son a veces criticados por quienes, o ignoran la responsabilidad histórica del Estado en la generación de esa miseria, o no se sienten comprometidos en la reparación de un crimen histórico perpetrado por quienes detentaron el poder y el dominio en el Perú Virreinal y Republicano.

La alimentación, que debe reducir el grado de desnutrición y anemia de esas poblaciones,  que debe fundamentarse en el consumo de anchoveta y pota, requiere de múltiples acciones, la más importante de las cuales consiste en formar parte de programas sociales orientados a aliviar la desnutrición y crear el hábito de consumo. Pero otros dirán que sin crecimiento económico no hay dinero para los programas, mientras otros observarán que ese gasto afecta al crecimiento del PBI y comprometen el desarrollo del país.

Deberán admitir, en algún momento, que la pobreza y el hambre secular de las poblaciones indígenas y nativas del Perú son creación de la Conquista y de las clases gobernantes del país, tanto durante la dominación española en el Virreinato, como durante la dominación de la clase política en la República.

Sin embargo la clase dominante, heredera de los conquistadores, seguirá eludiendo responsabilidades sobre las poblaciones nativas, poniendo reparos a los programas sociales y objetando todo aquello que no sea favorable al crecimiento del PBI, a Lima y a las ciudades principales.  Aún el término “provincias” se usa despectivamente para referirse a los que no son limeños, o sea ciudadanos de segunda o tercera categoría.


Estas elecciones son una oportunidad para que la ciudadanía despierte, se vuelva más activa y más consciente de sus derechos y obligaciones.

Marcos Kisner Bueno