El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

27 de junio de 2017

Editorial revista Pesca julio 2017

La pesquería peruana carece de una Política de Estado de largo plazo. De existir, se evitaría que se generen situaciones, como por ejemplo, la que crea el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP), el cual  no existía en el Plan de Gobierno, sino que fue promovido por un Ministro a mitad del mandato.

Los dos ministros de la Producción del gobierno actual, que sucedió al de la diversificación productiva, han declarado públicamente que no le conceden el mismo nivel de importancia que le brindó su creador. Por las razones que fuese, el hecho es que se perdió tiempo y dinero.  Más allá de si los planes son buenos o malos, convenientes o no, el punto es que son acciones aisladas. Se infiere que no se puede saber qué novedades se podría introducir en el corto o mediano plazo, porque no existe una gran agenda nacional de largo plazo.

El Plan de Gobierno del actual régimen no hace mención expresa a la pesquería. Solo existe como “política de gobierno” oficial, el Plan Estratégico Sectorial Multianual que formuló el gobierno anterior y que se hizo en un nuevo formato para alinearlo al Plan Nacional de Diversificación Productiva.  Técnicamente hablando, el actual Gobierno no tiene agenda ni política oficial para el sector pesquero ni ha reformulado el PESEM que heredó.

Lo negativamente novedoso de este PESEM, en relación a la pesca, es que solo se concentra en aumentar la productividad de la cosecha acuícola y en el aumento del PBI de pesca y acuicultura. No hay ninguna otra mención a la problemática y necesidades de la pesca, sobre todo en relación a aspectos de inclusión, de seguridad alimentaria y de muchos otros temas que deberían constituir objetivos estratégicos. Para sus autores, la actividad pesquera y acuícola solo es importante desde la perspectiva de su aporte al producto Bruto Interno ignorando toda su compleja problemática. Este documento es de un formato totalmente diferente al anterior y evidencia la ausencia de criterios de largo plazo y que pretendió tan solo alinear formalmente la actividad del Ministerio de la producción al PNDP, que fue el principal objetivo del gobierno anterior.

El asunto es que al haber perdido protagonismo la diversificación productiva, al tenor de las declaraciones de los dos ministros de la Producción de este gobierno, el PESEM debe ser reevaluado porque el PESEM es, o debería ser, la brújula que marca el rumbo del sector por cinco años. De allí derivan los Planes Estratégicos y Operativos del sector y sus presupuestos.

La nueva administración debiera evaluar el Plan Estratégico Sectorial Multianual del sector Producción para determinar si lo continuará o no y de ser el caso formular uno nuevo.

El problema con el PESEM actual es, que salvo por dos menciones que no abarcan mayores objetivos de inclusión y seguridad alimentaria, la pesca ha sido prácticamente relegada de la planificación estratégica.


Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a JULIO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

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3 de junio de 2017

REVISTA PESCA JUNIO 2017

El terminal pesquero del distrito de Villa María del Triunfo fue clausurado el 28 de abril pasado por la Municipalidad del distrito debido a varias infracciones. Lo curioso es que al día siguiente fue reabierto, supuestamente por haber subsanado todas las deficiencias, lo cual es, sino sorprendente, por lo menos inesperado.

El hecho actualiza la idea de que las especies hidrobiológicas, que una parte importante de la población ha estado consumiendo en sus casas o restaurantes, no han sido sanitariamente aceptables. También refleja la escasa atención que se le presta en el país al mercado interno. Si bien es cierto se les había notificado a los comerciantes de estas deficiencias, no se actuó con celeridad e interés por ambas partes. Además esta situación debe tener mucho más tiempo de existencia, y probablemente ocurra lo mismo en otros terminales pesqueros del Perú, así como en los mercados. Las normas no expresan con precisión y exactitud cuál es la autoridad competente para supervisar el circuito extracción – consumidor final en cuanto a peces, crustáceos y moluscos. 
Donde hay muchos supervisores, al final no hay ninguno.

Lo censurable es que la atención principal del sector está en las exportaciones y no en el mercado interno. No solamente en cuanto a la provisión adecuada de especies que el país requiere, sino también de las condiciones sanitarias, no solo de los terminales sino de la propia flota y los puntos de desembarque.

Los estímulos que se da a la exportación no pueden ser privilegios que menosprecien al mercado interno (o sea al ciudadano peruano), el cual debe estar en igualdad de condiciones de competir. Hoy el mercado peruano no es tan atractivo ni estimulante para la empresa privada porque existen incentivos solamente para el mercado externo. Lo que hay que entender es que los recursos pesqueros pertenecen a todos los peruanos y no solamente a los directamente involucrados en la pesca, pescadores, procesadores y comercializadores. La autoridad tiene que legislar y normar en beneficio del conjunto de la sociedad y no de grupos que por razones diversas operan directamente con la pesca. La circunstancia de estar en el negocio pesquero no  genera mayores derechos sobre los peces de lo que establece la Constitución. Es lo debido y forma parte del mandato constitucional. El sector se defiende a través de diversos mecanismos; pero la autoridad tiene el deber de defender a todos los ciudadanos.

Es bueno que el Estado estimule las exportaciones; pero también sería bueno que estimule al  mercado interno, entendiéndose como tal no solo a las principales ciudades y a los sectores A y B de la población, sino a todo el país. Tiene que aplicar un criterio de equidad para que de esta forma, en igualdad de condiciones ambos mercados, sea la empresa privada quien elija a quien atender; pero en una situación de justa competencia, no como viene ocurriendo a la fecha que solo la exportación goza de incentivos y privilegios. Si el mercado interno pese a ello resulta insuficientemente atendido, será el Estado quien deberá atender al sector más necesitado a través de programas sociales.

El tema es que el mercado asegura que se atienda la demanda de aquellos segmentos de la población que pueden pagar un determinado precio, pero no garantiza que se atienda a los niveles de población que, necesitando proteína hidrobiológica no pueden pagar sus precios. La atención de esta población es importante y por ello es necesario introducir algún tipo de programa social. El Estado debe cumplir su rol subsidiario. (ver página 52 a la 61 en esta edición).

Por otro lado las funciones del Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura, recientemente modificadas, incluyen “Promover el diseño y desarrollo de mercados y actividades productivas vinculadas al ámbito pesquero y acuícola, generando una mayor competitividad, inversión e inclusión social”

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a JUNIO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

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https://www.yumpu.com/es/document/view/58578195/revista-pesca-junio-2017

28 de abril de 2017

Pesca, utilidades e impuestos

En las últimas semanas se ha observado reclamos de algunos sindicatos de empresas pesqueras por la falta de pago de utilidades correspondiente al ejercicio 2016. Se quejan de que la empresa no ha hecho el reparto de utilidades. Si la empresa está declarando pérdidas, no hay manera de que reparta utilidades que no ha obtenido, lo que puede desagradar o ser discutible, pero es un hecho.

El punto es que ello implica que no ha habido pago de impuesto a la renta tampoco, porque este se aplica a las utilidades. No hay utilidad, por tanto no hay impuesto a la renta.
Estas empresas pesqueras solamente habrían aportado al Estado lo correspondiente a derechos de pesca que, como se ha explicado ampliamente, no es mucho.

Cabe cuestionar que más allá de que la empresa, por las razones que fuese haya incurrido en pérdidas, el hecho es que ha habido un esfuerzo de extracción de especies hidrobiológicas y que eso ha causado un impacto en el ecosistema. En esta etapa del negocio veamos hechos reales y medibles, no los números todavía.

La extracción es independiente de la eficiencia empresarial que conduce a un resultado con ganancias o pérdidas. Por tanto, esas especies extraídas deberían tener un precio más allá de los resultados financieros. De lo contrario se convierten en materia prima gratis, sin costo alguno.
No apreciarlo así significa que la Nación pierde recursos naturales sin recibir la adecuada compensación.

Otra cara de la moneda, a la luz de toda la corrupción destapada en los últimos tiempos, es que ante el mal uso de los dineros recaudados a través de impuestos, es de alguna manera lógico pensar en dejar de pagarlos, evadirlos, o pagar lo menos posible. Eso dependerá de las autoridades competentes y de su capacidad para convencer a la población tributante, de que no ocurrirá más corrupción. Posible o no, es una tarea pendiente si se quiere incrementar la recaudación.

El tema a debatir es que todos quienes usan recursos naturales para hacer negocios deben pagar un justiprecio por la extracción de los mismos, independientemente de que tengan resultados buenos, malos o pobres. Pero que también es necesario hacer los ajustes que inspiren confianza al contribuyente en el sentido de que sus impuestos no serán saqueados, mal utilizados, o robados por funcionarios corruptos.


Los ciudadanos del país deben ser adecuadamente compensados por el uso de sus recursos naturales hidrobiológicos y también protegidos contra el robo de sus impuestos, los cuales deben y tienen que ser adecuada, eficiente y honestamente empleados.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a MAYO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

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30 de marzo de 2017

La pesca, la acuicultura, la investigación y la innovacion

Para efectos de la investigación y desarrollo tecnológico en el Perú se han desarrollado las entidades que existen, gracias a la cooperación internacional, de una manera casi fortuita y no por efecto de un debido planeamiento derivado de una necesidad.

El ITP y el CEP Paita se crean gracias a la cooperación de Japón. El BIC Humboldt se tiene gracias a la cooperación alemana, y el IMARPE proviene de cooperación técnica de FAO.

En líneas generales el Perú, por su condición de país en vías de desarrollo ha sido sujeto de mucha cooperación técnica en pesca. Si bien es cierto la ayuda en forma de cooperación era  generosa, no podemos dejar de especular en que detrás hubo también interés por privilegios en cuando a permisos de pesca y otros. El hecho es que desde entonces no ha crecido la oferta tecnológica en forma orgánica, sostenida y con recursos propios.

Probablemente fue válido hasta hace algunos años esperar todo, o casi todo, de la cooperación internacional; pero desde que el Perú se convierte en el país pesquero con los desembarques más grandes del planeta y en la segunda pesquería del mundo, es momento de dejar de depender de la ayuda externa porque podemos disponer de nuestros propios recursos financieros si administramos mejor la pesquería.

Incluso la construcción de los desembarcaderos pesqueros artesanales proviene de préstamos y cooperación internacional. Hoy estas instalaciones requieren de nuevas tecnologías y de innovación en sus procesos, pero no se aprecia oferta para atender esta necesidad.

Pero ya no somos sujetos de cooperación internacional por estar considerados como país de renta media. Una consecuencia del crecimiento económico de los últimos años.

Una mejor participación del Estado en la renta de la industria debe permitir el financiamiento de un plan estratégico de largo plazo con la I&D+i como componente importante.

Con exportaciones anuales promedio de 3 mil millones de dólares, el Perú ya no está en el mismo escenario que hace veinte años como para pensar en la cooperación o el financiamiento externo para impulsar el desarrollo tecnológico del sector. Por otro lado no es sostenible tampoco.

Entramos a una etapa de financiamiento para alcanzar un desarrollo de la I+D+i; pero que igual tiene que pagarse eventualmente. ¿Quién proveerá los recursos para el pago? ¿El tesoro público con los impuestos de todos los peruanos? Si así fuese ¿cuál es el beneficio obtenido por la ciudadanía que justifique el pago correspondiente? Por lo menos el beneficio debiera ser un mayor acceso a productos pesqueros de calidad, de precio accesible para las mayorías y un mercado interno en igualdad de condiciones de competitividad que el mercado externo

Siendo que toda innovación o avance repercute en una mejor calidad de producto y en mejor rentabilidad para la empresa privada, se presume como razonable que la participación de la industria a través de una contribución equitativa de los derechos de pesca, daría sostenibilidad a la I&D+i. 

Le compete al Estado ser el promotor y el articulador; y en ese sentido se gesta el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura del cual se comenta en esta edición.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a ABRIL 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.
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27 de febrero de 2017

Programa de Innovación en Pesca y Acuicultura

El desarrollo histórico de la pesquería peruana se caracteriza por la marcada orientación hacia la producción de harina y aceite de pescado. Este desarrollo ha estado condicionado principalmente por la abundancia de los recursos pelágicos susceptibles de ser capturados y procesados masivamente y por la gran demanda de piensos y suplementos proteicos en el mercado internacional. Ésta marcada orientación hacia la producción industrial de harina y aceite de pescado ha influenciado la marcha y el desarrollo de las investigaciones científicas y tecnológicas, el establecimiento de los sistemas de información y colección de estadísticas, e infraestructuras de apoyo y servicios. Esta afirmación se evidencia en la mayor proporción de informes e investigaciones sobre la anchoveta en relación al resto de recursos.

En ese sentido no se evidencia, en la estructura del modelo de gestión vigente, que exista una entidad especializada en ciencia, tecnología e innovación que ocupe una posición rectora y articuladora, lo que se presenta como una importante limitación del modelo organizacional para la pesquería en el contexto actual, donde las necesidades de I+D+i son vitales.

En Mayo 2015, a solicitud del Ministro de la Producción, el Consejo de Ministros aprobó iniciar las gestiones para el endeudamiento ante el BM para el financiamiento del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA), por USD 40 millones, encargando al Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura de PRODUCE constituirse en la Unidad Formuladora del PNIPA.

Sobre la base de estos pasos y aprobaciones previas, el Ministerio de la Producción, a través del Vice Ministerio de Pesquería formuló el Estudio de Factibilidad del PNIPA,  orientado a fortalecer los procesos de innovación en el sector pesca y acuicultura (P&A) del Perú.  Este Programa se enmarca en la línea del fomento de la I+D+i que se impulsan desde diversos sectores, con el apoyo del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), desde hace unos 15 años.

Hace pocas semanas el préstamo en mención fue oficializado. Por lo tanto, el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura ya dispone de financiamiento.

El PNIPA y sus Proyectos se construyen en un contexto de fomento de la innovación que no tiene parangón en la historia reciente del país. Si bien es cierto, algunas de estas iniciativas han hecho algún esfuerzo por canalizar recursos hacia el sector Pesca y Acuicultura, estos aparecen totalmente insuficientes, frente a las necesidades de renovación del modelo de desarrollo del sector P&A.  Este requiere una mayor especialización y envergadura, menor dispersión, y coherencia con la política de fomento de la innovación del sector P&A.

En consecuencia, el sector pesca y acuicultura peruano entra a una nueva etapa en el campo de la investigación, desarrollo e innovación, que se espera alcance óptimos resultados en el futuro inmediato.

La nueva visión de la pesquería peruana debiera ser, no de promoción e incentivo por mayor extracción, sino de consolidación y tecnificación de los niveles alcanzados. Capturas más eficientes pero dentro de límites sostenibles, mayor valor agregado, óptimo nivel sanitario de los productos que ingresan al mercado, igualdad de condiciones para el mercado interno y externo.

La innovación y la tecnología alcanzan en este contexto su máxima necesidad.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a MARZO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.
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13 de febrero de 2017

La necesidad de actualizar la institucionalidad pesquera del Perú

Desde el año 2001, en que se promulga el reglamento de la Ley General de Pesca, muchas cosas han ocurrido en materia de cambio climático, agotamiento de las especies y en el contexto general de la actividad extractiva y transformadora, no solamente en el Perú sino en el mundo.

El reglamento en mención ha sufrido tantas modificaciones, que hoy en día aún si se hiciese un compendio o actualización de todo ello, su interpretación seguiría siendo confusa.

Se han promulgado una serie de decretos complementarios y varios Reglamentos de Ordenamiento Pesquero que en conjunto hacen que la legislación actual sea difícil de interpretar. La profusión de normas dictadas desde el día que se reglamentó la ley es de tal magnitud que aún formulando un texto único ordenado de la normatividad pesquera seguiría siendo confuso y desordenada

Lo que se impone en consecuencia, como una primera medida para perfeccionar la institucionalidad pesquera peruana, es la formulación de una nueva Ley General de Pesca con su respectivo reglamento que, a través de una normativa moderna y sencilla incorpore todas las normas vigentes, reemplace lo que ya devino en obsoleto, e incorpore conceptos modernos de tal forma que pueda ordenarse debidamente el sector.

Tres conceptos fundamentales que debería contener la ley son:

·           Incorporar el criterio de que una nueva ley para la pesca en el Perú no puede tener un carácter estimulador de la actividad, sino más bien debe tener un enfoque precautorio, limitando el crecimiento de la extracción a fin de asegurar la sostenibilidad de las especies actualmente disponibles. La falta de información científica sobre el volumen y estado de las biomasas de las especies de consumo directo en el Perú impone adoptar un enfoque precautorio y no promotor, en tanto no se disponga de datos científicos que permitan definir cuotas o límites máximos de extracción. No se puede incentivar la extracción y el consumo sin saber qué especies pueden promoverse sin alterar el equilibrio del ecosistema.

·           Proteger el mercado nacional dándole las mismas condiciones de operación que las existentes  para el mercado externo a fin de garantizar la seguridad alimentaria nacional, en vista de que actualmente la exportación ofrece ventajas sobre la venta al mercado interno, al punto de que deviene en competencia desleal. Es difícil hacer que la venta de productos hidrobiológicos al mercado interno sea competitiva mientras existan incentivos solamente para la exportación y no para el mercado peruano. Lo que colateralmente dificulta la promoción del consumo de pescado, que además no debiera hacerse en la medida de lo expuesto en el párrafo anterior.

·           Asignar derechos de pesca justos y equitativos para la Nación. Los peces no pueden ser gratis, especialmente aquellos que se destinan al mercado externo y alimentan a otras poblaciones mientras gran parte de la población peruana padece de desnutrición y anemia. Mejores tasas de derechos de pesca permitirían financiar programas sociales para contribuir al mejoramiento de la alimentación de las poblaciones vulnerables, especialmente aquellas poblaciones dispersas por encima de los 3,000 metros de altura.


La siguiente medida es diseñar una Política de Estado para la pesquería peruana que esté alineada con una nueva ley general de pesca, que marque objetivos y metas claras y precisas para el corto, mediano y largo plazo, asegurando mecanismos que reduzcan los riesgos de que en cada nuevo gobierno se introduzcan cambios que alteren el espíritu de la ley y de la politica establecida, la cual debe tener un consenso no solo político sino de los administrados, industriales, artesanales y sociedad civil.

Marcos Kisner Bueno

31 de enero de 2017

Pesca, PBI, tributación y participación del país

La exportación de productos pesqueros, en el caso de la pota y otros, recibe un drawback, que viene a ser una especie de subsidio, cuyas cifras oficiales no se encuentran visibles en forma precisa. La extracción de pota, por efectuarse por la flota artesanal ya que no existe flota industrial actualmente que pueda extraerla, está exenta del pago de derechos de pesca. La comercialización de este recurso, por tratarse de un recurso pesquero en estado fresco, está exonerada del pago del IGV bien sea en el mercado nacional o cuando se vende a una planta procesadora.

La pesca artesanal no está obligada al pago de derechos de pesca. Pero si bien es cierto una parte de sus desembarques va a los mercados nacionales para consumo interno (lo cual puede ser un argumento para esta exoneración de pago fijada en la Ley General de Pesca), también es verdad que la mayor parte va a las plantas congeladoras y enlatadoras que exportan sus productos. En este caso, no hay justificación alguna para que la materia prima, procesada o no que se exporta, no pague un derecho por la extracción.

Por otro lado, las exportaciones en general, no pagan IGV por cuanto se les devuelve ese impuesto, así que no se puede considerar ese tributo como un aporte de la industria pesquera.

Por tanto, en términos de contribución monetaria al  país, el monto cobrado por el Estado por derechos de pesca a la actividad pesquera, no es el más conveniente a los intereses nacionales.

No es equitativo, desde el enfoque ciudadano, que se exporten productos sin pago de derechos de pesca. La venta para el consumo interno sí se puede justificar que sea exceptuada, porque la extracción de un recurso natural del cual los 30 millones de peruanos somos propietarios, si fuese gravada, sería trasladada al consumidor nacional lo que lo encarecería injustamente. Sin embargo, el recurso natural que se exporta para ser consumido por poblaciones de otros países, no debe ser gratis.

Que la pesca es relativamente importante en el crecimiento del PBI, no hay duda, pero ello no necesariamente implica o significa que el país está recibiendo una justa participación en el negocio, considerando que es el propietario de la materia prima.

Este es el tema de fondo que requiere de una reforma en el sistema. La atención no debe enfocarse exclusiva ni principalmente en la sostenibilidad de la anchoveta ni en la industria de harina de pescado, ni en la creación de conflictos. Es poco probable que la industria esté forzando al colapso de este u otro recurso y es aún menos probable que el IMARPE no sea responsable en sus recomendaciones. Insistir en una confrontación con la industria, en especial con la de harina de pescado, no es eficiente ni tendrá resultado positivo alguno. Genera un desgaste improductivo. Resulta insensato creer que alguien va a ganar una pelea contra la industria. La historia, los hechos y la práctica lo evidencian.

El enfoque debe centrarse en llegar a una equitativa contribución de toda la industria procesadora y extractiva de recursos hidrobiológicos con el Estado peruano y por consecuencia con el propietario del recurso pesquero: la Nación.

Tres puntos básicos alrededor de los cuales deben diseñarse nuevas políticas:
·       La extracción de recursos pesqueros que se destinan a la exportación, no puede ser gratis ni barata.
·       La atención de las necesidades de alimentación de la población peruana debe estar por encima de las conveniencias y beneficios de su exportación.
·       Los derechos de pesca y la participación de la Nación en el negocio pesquero deben ser más equitativos.


La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

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29 de diciembre de 2016

La contribucion de la pesca en Perú

La contribución del sector pesquero con el Estado se reduce al impuesto a la renta de tercera categoría y al pago de derechos de pesca.  El IGV se devuelve al empresario en el caso de exportaciones. La comercialización de pescado en estado fresco está exonerada del IGV. La estructuración del canon pesquero, se hace sobre la incorporación del 50% de los derechos de pesca recaudados y del 50% del impuesto a la renta de tercera categoría del sector. El otro 50% de los derechos de pesca  permanece a disposición de Produce.

“Derechos de pesca” es un término empleado para expresar que por la extracción de determinadas especies se paga una tasa, es decir una suma de dinero, por tonelada métrica extraída.  En el caso de la anchoveta, el principal recurso pesquero, la norma vigente introduce como factor de pago de derecho de pesca de anchoveta el 0.25% del valor FOB de la harina de pescado computable sobre el precio promedio mensual según información oficial que emita Aduanas. El aceite de pescado derivado de la producción, queda libre de pago de derechos en esta ecuación, asumiendo que la producción de harina absorbe la contribución.  Otros recursos pesqueros como la pota, la merluza, el jurel y la caballa son también sujetos de “derechos de pesca”. Tienen tasas de pago diferenciadas y solamente si son capturados por embarcaciones industriales o de bandera extranjera. La extracción realizada por la pesquería artesanal no es sujeto de pago de derechos de pesca. 

La distribución de los recursos del canon a los gobiernos locales y regionales necesita ser revisada porque es no es la mejor. Existen gobiernos locales que reciben menos de 30 soles.

La proporción entre lo que factura la industria como exportaciones y lo que le paga a la Nación, como propietaria del recurso pesquero a través del impuesto a la renta y los derechos de pesca, necesita ser revisada. El Estado debe redefinir las tasas para hacerlas más justas y evaluar la conveniencia de que todos quienes realizan esfuerzo pesquero contribuyan con el país. El subsidio a la exportación de algunos productos pesqueros vía “drawback” debería ser evaluado también a fin de que la exportación no signifique una competencia desleal a la venta al mercado interno.

El sector artesanal demanda apoyo del Estado y construcción de infraestructura. La industria tiene necesidades como mayor investigación y transferencia tecnológica. ¿Con qué recursos económicos podría atenderse esta demanda?. ¿Con qué recursos cuenta el Estado para mitigar los impactos ambientales que causan la flota y la industria pesquera, así como para inversiones en infraestructura del sector?

El sector pesquero debe contribuir con el Estado en forma justa y proporcional a la renta que genera y a las demandas de inversión que necesita que el Estado efectúe.

La participación de la Nación en la renta pesquera es un tema diferente al de su participación en el PBI. Ambos aspectos tienen que ser analizados en sus propios contextos.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a ENERO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

https://www.yumpu.com/es/document/view/56596093/revista-pesca-enero-2017

20 de diciembre de 2016

Innovación y tecnología en la comercialización de pescado

Esta nota es interesante y sugestiva. ¿Qué se puede hacer en el Perú al respecto? Los centros de formación pesquera existentes como el CEP Paita ¿podrían incursionar en campos como este?

La pesquería peruana no es solo anchoveta y harina. Hay mucho por hacer y se requiere de innovación, tecnología e investigación. Pero sobre todo de decisión y voluntad política.

Lo que hace España en el ámbito del último eslabón de la cadena productiva de la pesca de consumo humano directo bien podría ser un estímulo para dedicarle atención y tiempo a ese tema en el Perú.


MERCAMADRID Y FEDEPESCA, ADEPESCA Y ATRADEPESCA, FIRMAN UN ACUERDO MARCO DE COLABORACIÓN PARA IMPARTIR  FORMACIÓN ESPECIALIZADA

 "Mercamadrid, como unidad alimentaria referente en la comercialización de la alimentación fresca de la comunidad de Madrid, firma este acuerdo con la Federación Nacional de Pescaderos (FEDEPESCA) con el objetivo de conseguir una formación adaptada a las necesidades del sector especializado de venta de productos pesqueros Conseguir el prestigio social que merece la profesión de pescadero a través de la formación es prioritario para garantizar la pervivencia del sector. El lunes 19 de Diciembre en la sede en Madrid de FEDEPESCA, la patronal de los especialistas del pescado y MERCAMADRID, han firmado el Acuerdo Marco de Colaboración para la Formación, Cualificación Profesional y Empleo del sector Detallista de  Productos Pesqueros y Acuícolas. El Director General de MERCAMADRID, D. David Chica Marcos y el Presidente de FEDEPESCA (la Federación Nacional  de los especialistas en la venta de productos pesqueros y acuícolas), ADEPESCA (la Asociación Autonómica de Madrid) y ATRADEPESCA (la Asociación de Trabajadores Autónomos de este sector de la Comunidad de Madrid), D. Gonzalo González Puente, han formalizado el Acuerdo Marco, fruto de las negociaciones llevabas a cabo como consecuencia de la imperante necesidad que tiene el sector especializado de Venta de Productos Pesqueros, Acuícolas, Frescos, Congelados y Transformados de que exista una formación adaptada a las necesidades reales y existentes que éste demanda.  El sector de venta de pescados es un sector altamente especializado, que necesita de una formación muy concreta y específica para sus trabajadores y empresarios, y a la que es imposible acceder en España. No existe ningún centro público ni privado que ofrezca esta formación con carácter oficial. Desgraciadamente esta falta de formación oficial está amenazando a los sectores de comercio de alimentación perecedera, por la dificultad de encontrar futuros profesionales y garantizar el relevo generacional. Debemos de recordar que en el caso de los maestros pescaderos españoles son conocidos por sus excelentes habilidades en la preparación, corte y presentación de unos productos que son imprescindibles para una dieta saludable y cuyo consumo retrocede conforme el sector especialista se hace más pequeño. Conseguir centros de formación especializados que permitan prestigiar los oficios artesanos relacionados con la alimentación fresca es una obligación para quienes representan al sector y una demanda recurrente de las organizaciones que los representamos. Los tiempos cambian y con ellos las necesidades de los consumidores, sus formas de relacionarse y los medios y formas de comprar. Igualmente son cada día más numerosas las obligaciones legales en materia de alimentación, las exigencias de los consumidores y del público en general y frente a esto, el sector debe poder dar respuesta y adaptarse a dichas novedades.

 FEDEPESCA, ADEPESCA, ATRADEPESCA y MERCAMADRID consideran que la formación es el elemento clave para formar, modernizar y adaptar a los pescaderos a estas nuevas necesidades. Firman este Acuerdo Marco, con el objetivo de establecer las bases para desarrollar actuaciones conjuntas orientadas a fomentar la formación, cualificación profesional de trabajadores y empresarios, así como mejorar su inserción en el mercado laboral. Dentro del acuerdo se recogen distintas líneas de formación, para poder atender a grupos diversos con distintas necesidades siempre dentro de la misma formación especializada de comercio especializado en la venta de productos pesqueros y acuícolas. Encaminado a conseguir y obtener relevo generacional en una profesión donde los autónomos y empresarios mayores de 50 años suponen más de un 60% del total, se hace necesario formar a nuevos profesionales pescaderos. Tanto para atender las actuales necesidades del sector de comercio que demandan los profesionales expertos en el oficio y así poder atender sus planes de expansión y crecimiento, como para asegurar la continuidad de los negocios de comercio especializado, como son las pescaderías. FEDEPESCA, ADEPESCA y ATRADEPESCA mediante este acuerdo marco se comprometen a colaborar estrechamente con MERCAMADRID para poder definir las verdaderas necesidades del sector, el diseño de los contenidos de las acciones formativas a impartir, la selección de los profesores, así como para lograr en todo lo posible que los desocupados formados encuentren empleo, realizando prácticas en las empresas del sector, puesto que uno de los objetivos importantes de este Acuerdo es recuperar el Contrato de Formación y Aprendizaje, por ser el más idóneo para formar y capacitar a jóvenes en este concreto y especializado sector. Es objetivo primordial de este acuerdo conseguir la mejor valoración y reconocimiento, no solo a nivel formativo y académico, sino a nivel social de la profesión de pescadero. FEDEPESCA, fundada en 1978, representa actualmente a más de 7.200 establecimientos detallistas de venta de productos pesqueros y acuícolas frescos y congelados que emplean a más de 35.000 personas. Su objetivo primordial es la defensa de los intereses del sector y la mejora de sus condiciones, así como el fomento de la adaptación a las nuevas obligaciones legislativas y la orientación de sus empresas hacia la excelencia empresarial, con la intención prioritaria de ayudarlas a conseguir entre otros, un objetivo claro para todo empresario de alimentación: la seguridad alimentaria. Durante sus más de 38 años de historia FEDEPESCA ha desarrollado numerosas actuaciones, como la edición de la Guía de Prácticas Correctas de Higiene en Establecimientos Detallistas de Productos de la Pesca y de la Acuicultura validada por la AESAN, la Guía para la Aplicación de un Sistema de Trazabilidad en Pescaderías, la coordinación para la elaboración de la Norma UNE de Calidad de Servicio para Pescaderías, la elaboración de Cuadernos para el Autocontrol en Pescaderías y el desarrollo de un programa informático para la implantación del APPCC. También ha editado una Guía de Consumo Responsable y Recetario Sostenible, la Guía para la Aplicación del Sistema de Trazabilidad en establecimientos detallistas de productos de la pesca y de la acuicultura, la Guía de Buenas Prácticas Ambientales en Pescadería y un Estudio sobre Condiciones Laborales de las Mujeres de la Comercialización Pesquera. Estas iniciativas, avalan este compromiso de los minoristas de productos de la pesca y de acuicultura españoles con la calidad, la seguridad alimentaria, la igualdad y el medio ambiente, lo que les ha hecho acreedores de la Placa al Mérito en el Comercio 2015, el Premio Alimentos de España 2015 en su categoría pesca y Agricultura y el Premio ATA 2016 al fomento del Asociacionismo" 

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27 de noviembre de 2016

La contribución de la pesca a la alimentación

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2014, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INEI) a nivel nacional, la desnutrición crónica afectó al 14,6% de niñas y niños menores de cinco años.  Se presenta principalmente en zonas rurales (21.9%) y en menor proporción en lugares urbanos (5.8%). 

La anemia, a nivel nacional, afecta al 46.8% de niñas y niños menores de tres años de edad. Se presenta con mayor frecuencia en áreas rurales (57.5%), a comparación con la zona urbana (42.3%).

A pesar de su inmensa riqueza marina, este porcentaje de niños sufren de desnutrición crónica, consecuencia en gran medida de la escasa disponibilidad de alimentos nutritivos. Por ello, entre otras razones, somos un país obligado a conocer el mar y sus recursos, para priorizar acciones orientadas a atender las necesidades primarias de alimentación y nutrición de nuestra población. O para exigirlas.

Mientras esto no se resuelva, no podremos crecer con equidad y con inclusión. El modelo nos lleva a considerar que el producto pesquero es más rentable cuando se exporta. La necesidad de otros países es una fórmula mágica que lo transforma todo en oro.  Nos jactamos, groseramente, del éxito económico que significan los volúmenes de proteína exportados tanto en forma de harina de pescado como de productos hidrobiológicos congelados y en conservas, mientras niños peruanos padecen hambre. Lo censurable es que la exportación se subsidia y se incentiva, mientras que la venta de pescado al mercado nacional no tiene ningún beneficio ni apoyo estatal. No se compite con equidad por ambos mercados.

La actual contribución de la pesca a través de derechos de pesca e impuesto a la renta de tercera categoría es insuficiente e inequitativa. No es inclusiva ni redistributiva. Los índices de distribución del canon pesquero son errados: distribuyen escasos recursos en forma ineficiente. La exportación de nuestros recursos pesqueros no beneficia sino a una pequeña porción de la población.

No se puede proteger lo que no se conoce, por eso hay que conocer el mar y la pesca. No se puede distribuir lo que no ha sido cobrado, por eso hay que cobrar derechos de pesca justos. No se debe explotar recursos naturales sin compensar adecuadamente a la sociedad. No debe existir desnutrición en un país con tanta abundancia de proteína proveniente de recursos pesqueros. Por eso debe someterse a debate la necesidad de una mejor participación de la Nación en la bonanza de la pesquería del Perú, cuyo paradigma dominante es el de una pesquería mono específica que desembarca los volúmenes más grandes de recursos pesqueros del planeta, sin generar beneficios adecuados para la sociedad peruana.

Utilizar los recursos pesqueros para la alimentación nacional en forma prioritaria, debería ser un objetivo nacional fundamental en la elaboración de una Política de Estado para la pesquería peruana.
La pesquería no es solamente un tema de exportación, ni de sus empresarios o trabajadores, ni de los pescadores. Debe ser, fundamentalmente, una actividad que focaliza su atención en el ciudadano, que es el consumidor final. Debemos procurar que este sea, prioritariamente nacional y no extranjero.

 “El derecho a pescar debería basarse en criterios ambientales y sociales”

Marcos Kisner Bueno

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a DICIEMBRE 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

http://issuu.com/revistapesca/docs/revista_pesca_diciembre_2016/1