El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

22 de abril de 2011

La industria pesquera en el Perú

LA INDUSTRIA PESQUERA EN EL PERU: OLVIDADA Y MENOSPRECIADA EN LA POLITICA

Industria Pesquera de Consumo Humano Indirecto (CHI)

Entre los años 1998 y 2010, la industria pesquera dedicada a la harina de pescado ha desembarcado y reducido en harina la cantidad de:

86’858,261 de toneladas de anchoveta y otras especies

Que han producido la cantidad de 19’840,000 de toneladas de harina de pescado y

3’929,200 de toneladas de aceite de pescado

Ha exportado la cifra de US$ 15,167’240,000 de dólares

Ha pagado por concepto de impuesto a la renta de tercera categoría la suma de:

US$ 201’076,390 de dólares

 El impuesto a la renta pagado significa el 2.68% del valor FOB de lo que ha exportado

 Industria Pesquera de Consumo Humano Directo (CHD)

 En el mismo periodo la industria dedicada al Consumo Humano Directo ha extraído y procesado entre congelado, enlatado y curado, la cantidad de:

11’300,401 toneladas de diversas especies

Que han producido la cantidad de 3’204,600 toneladas de producto terminado.

Ha exportado la cifra de US$ 4,555’860,000 de dólares

Ha pagado por concepto de impuesto a la renta de tercera categoría la suma de:

US$ 121'923,731 de dólares

El impuesto a la renta pagado significa el 1.33% del valor FOB de lo que ha exportado

 En total la industria pesquera ha extraído y desembarcado la cantidad de:

98’158,662 de toneladas de recursos hidrobiológicos del ecosistema marino peruano.

 Las ha convertido en 26’973,800 de toneladas de producto terminado que ha exportado a un valor total de US$ 19,723’100,000 de dólares, por lo cual ha pagado al país la suma de  323’000,121 de dólares. Es decir que el país ha ganado el 1.64% del valor FOB de lo exportado.

Si el sector pesquero peruano (considerando solo sus exportaciones y no las ventas al mercado interno) ha pagado 323’000,121 de dólares como impuesto a la renta, significa que, dado que este impuesto es el 30% de la utilidad neta, la utilidad neta obtenida proveniente solo de las exportaciones ha sido de US$  1,076,667,070 de dólares, o sea el 5.46% de las mismas.

Suponiendo que la cifra sea la real y correcta, representa una utilidad muy pobre. Pero lo que resulta inconmensurable e incalculable es el impacto causado por la pesquería al medio ambiente y al ecosistema. ¿Porqué la autoridad política del país no le presta mayor atención a la pesquería y permite que pase desapercibida y con un perfil muy bajo menospreciando los impactos que causa no solamente al ecosistema y medio ambiente sino a la sociedad?

 Si sumamos que algunos productos de exportación tienen el beneficio del Drawback y que además se les devuelve el IGV, queda muy claro que la pesquería no redistribuye sus beneficios en forma justa y adecuada para con el país.

Sin embargo, curiosamente, ni la prensa ni los políticos mencionan o comentan esta situación, mientras que sí lo hacen en relación a la minería. La minería y la pesquería, ambos, utilizan recursos naturales (renovables unos y no renovables otros) que son patrimonio de la Nación.

¿Por qué se mantiene a la pesquería en el anonimato?

El nuevo gobierno tiene la oportunidad, a partir del 1 de agosto, de actuar en el sentido de reformar las estructuras del sector pesquero que origina una situación tan injusta en términos de redistribución de beneficios. También tiene que actuar sobre la reparación del impacto ambiental causado por la industria pesquera a lo largo del tiempo.

“Los recursos marinos son un bien público, no un recurso privado. Por tanto, el derecho de explotar esos recursos debe asignarse con arreglo a criterios que garanticen que la pesca contribuya lo máximo posible al interés público.
Tradicionalmente, los permisos de pesca se han concedido en función de la participación histórica en la pesca. Con frecuencia, quienes más habían capturado recibían la mayor parte de la cuota. Este criterio favorece que quienes han sido los máximos responsables de la sobrepesca en el pasado tengan las mayores oportunidades de pesca en el futuro. Este principio no contribuye a la recuperación de las poblaciones, ni favorece la pesca sostenible ni tampoco a las comunidades costeras”

“El derecho a pescar debería basarse en criterios ambientales y sociales”
http://www.greens-efa.eu/fileadmin/dam/Documents/Publications/LEAFLET8PAGES%20ES%2014-04-1%20(2).pdf


5 de abril de 2011

El jurel vuelve a aparecer frente a las costas chilenas

"El jurel está volviendo. Primero lo hizo a Perú y ahora está llegando a las costas chilenas". La frase, de un importante empresario industrial del área, refleja el moderado optimismo que se está viviendo en este sector, golpeado por una creciente escasez del recurso, la incertidumbre normativa que significa un nuevo marco legal para la pesca antes del 2012 y por el terremoto de febrero pasado, que destruyó parte importante de capacidad industrial de la VIII Región.

Contra todos los pronósticos que se tenían a comienzos de año, las capturas del recurso jurel en enero y febrero fueron mayores a las esperadas, por lo que se cree se podrá completar la cuota asignada para este año, de 284 mil toneladas. Se trata de una cuota que fue drásticamente reducida para 2011 -en un 76%- por el Consejo Nacional de Pesca, en pos de la conservación del recurso. El subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, confirma el hecho."El comportamiento del jurel ha estado mejor de lo que esperábamos. Se pensaba que en esta época íbamos a tener menos disponibilidad y no ha sido así", afirma Galilea. Y añade que si bien se creía que incluso la cuota global fijada para este año podía no cumplirse, esa incógnita está despejada:"La buena noticia es que creemos que la cuota que se fijó se podrá pescar (....). Eso es un hecho positivo para todo el sector pesquero, porque significa que habrá actividad", dice a La Tercera la autoridad.

Las cifras le dan la razón. Según datos de Sonapesca, a febrero de este año se capturaron 58.871 toneladas de jurel, cifra menor que la registrada a febrero de 2010 (91.700 toneladas), lo que implica una baja de 35,8%. Sin embargo, a febrero, la cuota fijada se ha cumplido en 20,7%, según Sonapesca, aunque Alberto Romero, gerente general de Pesquera El Golfo -de los grupos Yaconi y Santa Cruz-, indica que la cuota en la zona centro sur se cumplió, a febrero, en un 23% en promedio, "lo que es bastante para la pequeña cuota", dice.

De las capturas totales a febrero, la mayor parte proviene de las zonas entre la V y la X Región(37.850 toneladas), mientras que el resto se reparte entre la III y IV (20.470 toneladas) y el saldo corresponde a las zonas entre las regiones XV-II (apenas 551 toneladas). La mayoría de las capturas entre la III-IV y V-X Región se realizaron entre las 60 y 200 millas, es decir, en la llamada Zona Económica Exclusiva (ZEE), aunque también hubo captura en alta mar.

Galilea advierte que "no se puede cantar victoria" y en la industria tampoco sacan cuentas alegres. Luis Felipe Moncada, gerente general de Asipes -gremio que reúne a los industriales pesqueros de la zona centro sur del país-, explica que el volumen aparecido en la ZEE si bien es de buen tamaño y se encuentra en una zona más cercana que otros años, "se estima que no será suficiente para que la totalidad de la flota pueda completar su cuota anual", dice.

Con todo, el tamaño promedio de los ejemplares hoy es de 31 centímetros, versus los 27 centímentros de 2010. Coincide Héctor Bacigalupo, gerente general de Sonapesca: "Hemos encontrado jureles de entre 29 y 30 centímetros, de buen tamaño. Que haya jureles grandes, que pueden estar desovando más adelante, es una buena noticia en ese sentido. Normalmente, en el norte a esta altura podrían haber sido más chicos".

Moncada explica que se trata más bien de lo que en jerga pesquera llaman una "mancha" y que el grueso de la flota pesquera industrial -cerca de un 80%- se encuentra en la milla 800 buscando el recurso, que es donde se ha localizado en los últimos años. Incluso se ha alejado hasta la milla 1.000, lo que ha acarreado problemas para la flota nacional. "Aumento en el consumo de petróleo, viajes más largos, necesidad de reemplazar barcos por algunos con mayor autonomía y mayor habitabilidad", detalla Moncada, quien advierte que el gasto se ha incrementado en un 300%: un barco que salía a pescar dentro de las 200 millas tiene un gasto promedio de $ 6 millones (ida y vuelta). Hoy un viaje a la milla 800 es de $ 18 millones. Y añade otro elemento de análisis: mayor vulnerabilidad del recurso, que ahora se encuentra mayoritariamente fuera de la ZEE y "a merced de ser capturado por la flota extranjera que ha operado sin respetar medidas de conservación", afirma el gerente.

Esto ha tenido un impacto en la producción. A raíz del terremoto, hay algunas plantas de jurel que no se reconstruyeron en la zona (tres de congelados y dos de harina de pescado). Sin embargo, aún existe capacidad ociosa en las plantas debido a la disminución de jurel, la principal materia prima. Las plantas en condiciones de operar lo han hecho a un ritmo mucho menor. "Estimamos que la materia prima alcanzaría sólo para 44 días de operación continua, muy por debajo de los 100 días que promedia un año normal", adelanta Moncada.

"La cuota que hay es tan pequeña, que igual hay plantas que se van a quedar sin pesca", afirma Romero, de El Golfo. Para hacer frente a la contingencia, redujeron sus embarcaciones de siete a cuatro y se están fusionando con Pesquera Itata, de la familia Sarquis. "Sumas dos cuotas y operas con menos plantas, cinco de harina y tres de consumo humano", dice Romero. El año pasado, la pesquera abasteció sus plantas con 240 mil toneladas, de las que sólo 22 mil fue jurel. Para este año, la cuota es de 26 mil toneladas. El Golfo está con el foco en crecimiento de salmón y comprando la mayor cantidad de sardinas.

En este escenario, las empresas están tratando de obtener mayor rentabilidad del recurso. En las plantas que las empresas tienen en Talcahuano, Coronel y Lota, han destinado el 75% de sus capturas de jurel a la elaboración de congelados (60%) y conservas (40%), productos con valor agregado. Las plantas de harina, en tanto, se están abasteciendo fundamentalmente con sardina y anchoveta. "Lo ideal sería que en el futuro la autoridad prolongara la veda de la sardina, permitiéndole alcanzar un mayor tamaño, para destinarla a consumo humano y así agregarle valor", indica Moncada. Galilea destaca también que la actividad pesquera ha seguido funcionando gracias a la abundancia de sardina. En el último Consejo Nacional de Pesca se subió la cuota, llegando casi a doblarse: de 650 mil toneladas a 1.100.000 toneladas. Esto ha llevado a que la sardina tenga mayor presencia en las plantas de procesamiento. "La baja de jurel en alguna medida este año está siendo compensada por la abundancia de sardina", señala Galilea.

Similar visión tiene Bacigalupo, de Sonapesca."El año pasado la sardina pasó a ser más relevante que el jurel en la matriz de las empresas, en volumen de materia prima disponible para producir. En este momento es un recurso abundante y principal materia prima para la VIII Región

http://www.mardechile.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=2531:el-jurel-vuelve-a-aparecer-frente-a-las-costas-chilenas-&catid=81:noticias-cientcas&Itemid=68