El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
30 de enero de 2011
La importancia de la pesquería en la vida nacional del Perú
El paradigma dominante de la pesquería en el Perú es el de una pesquería monoespecífica que desembarca los volúmenes más grandes de recursos pesqueros del planeta.
El ecosistema marino de Humboldt es el que presenta el mayor potencial mundial de recursos pelágicos. Es el resultado de una capacidad adaptativa de ciertas especies frente a los complejos y constantes cambios que se producen frente a las costas peruanas, caracterizada por presentar zonas de intenso afloramiento que, asociada a factores ambientales y biológicos, hacen de sus aguas un ecosistema marino de gran productividad natural, con presencia de una gran variedad y cantidad de recursos hidrobiológicos.
Este potencial no tiene garantías de estabilidad ni permanencia debido a las variables que en el mismo introducen la actividad pesquera del hombre y el cambio climático.
Seguridad alimentaria. En términos de FAO: “Existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana.”
La definición es de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
De acuerdo con esta definición, la seguridad alimentaria implica el cumplimiento de las siguientes condiciones: una oferta y disponibilidad de alimentos adecuados; la estabilidad de la oferta sin fluctuaciones ni escasez en función de la estación del año; el acceso a alimentos o la capacidad para adquirirlos y, por último, la buena calidad e inocuidad de los alimentos.
En términos de la Unión Europea: las tres primeras circunstancias -salvo situaciones excepcionales- se alcanzan de forma generalizada, por lo que es el último punto, el que se refiere a la calidad (problemas de higiene) e inocuidad de los alimentos, el que cobra especial protagonismo y trascendencia y al que van dirigidas todas las políticas de control. Tanto las políticas gubernamentales como las medidas y procesos de control pretenden alcanzar que todo alimento que llega al consumidor esté libre de contaminaciones que supongan una amenaza para la salud.
En el ámbito general del desarrollo sostenible de la pesca hay que considerar varios objetivos:
*Mantener actividades de recolección y elaboración pesqueras basadas en ecosistemas marinos especificados e identificables;
* Garantizar la viabilidad a largo plazo del recurso que sustenta estas actividades;
* Proveer al bienestar de una fuerza de trabajo pesquera dentro de una comunidad y un contexto económico más amplios; y
* Mantener la salud e integridad de los ecosistemas marinos en beneficio de otros usos y usuarios, tales como la biodiversidad, el interés científico, el valor intrínseco, la estructura trófica y otros usos económicos, como el turismo y el esparcimiento.
La ordenación pesquera para el desarrollo sostenible es una actividad que tiene muchas dimensiones y muchos niveles y debe tener en cuenta consideraciones más amplias que la mera supervivencia de las poblaciones ícticas y la pesca.
Exige información y, por tanto, indicadores sobre dimensiones que superan con mucho los límites de las poblaciones ícticas y la actividad pesquera.
Los cambios en la actividad pesquera deberán evaluarse con referencia a las fuerzas impulsoras del cambio económico y ecológico que influyen tanto en la demanda como en la oferta de pescado.
Estas fuerzas externas incluirán reclamaciones opuestas que compiten por el uso y la ordenación de los ecosistemas marinos.
Los indicadores ayudan en el proceso de evaluar el funcionamiento de las políticas y ordenación pesqueras a nivel mundial, regional, nacional y subnacional.
En el proceso de medir los progresos hacia el desarrollo sostenible, un conjunto de indicadores debería estimular también la adopción de medidas para alcanzar el desarrollo sostenible.
Es incomprensible la poca atención prestada a la pesquería peruana por las fuerzas políticas que compiten por ganar en abril del presente año.
Es de esperar una rectificación oportuna del partido ganador con el objeto de diseñar una política para el sector que sea absolutamente técnica y vaya más allá de promesas y declaraciones conceptuales. Deben proponerse políticas claras, indicadores y mencionar cómo se alcanzarán objetivos claros en el tiempo.