El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
25 de febrero de 2016
EDITORIAL MARZO 2016 REVISTA PESCA
La pugna para acceder a cargos en la nueva
administración, bien sea para defender intereses de parte, o apetitos
personales, se irá evidenciando a partir de los resultados de la segunda vuelta
electoral y permitirá predecir cuál será la agenda sectorial a partir de
agosto.
Si queda conformado por autoridades ajenas a la
realidad sectorial y fácilmente influenciables por quienes defienden intereses
de parte, no se verán reformas en la pesca.
La gobernanza del sector quedaría expuesta debido a la manipulación del
lobbysmo y el aporte al PBI seguiría como tema prioritario en la agenda,
poniendo en segundo plano la opinión técnica. O sea, más de lo mismo, por más
maquillaje que quisieran ponerle a través de nuevos operadores políticos.
Convirtiendo una situación científica en una situación
política, el poder cedería a la presión que se ejerza a través de los medios de
comunicación y del lobby. El peso de las decisiones se vería influenciado por
quienes detentan el poder fáctico, los cuales ejercerían mayor o menor grado de
influencia, según el apoyo de una prensa poco informada sobre la pesca, que
solo resalta brevemente temas de coyuntura. La presión efectuada a través de
eficaces operadores políticos, así como la de nuevos lobistas, se hará más o
menos evidente en función de los nuevos funcionarios que asuman cargos el 1 de
agosto.
El sistema de ordenamiento pesquero, ya violentado
varias veces por jueces que dictan medidas cautelares indebidas, resultaría así
expuesto a mayores perforaciones provenientes de decisiones tomadas en función
al ruido político, o la presión. La gobernanza del sector resultaría comprometida, no por las necesidades o los
intereses nacionales y los de la ciudadanía común y corriente, la cual es la
legítima propietaria de los recursos hidrobiológicos, sino por los intereses
comerciales del sector.
Hasta ahora no hay evidencia de genuino y real interés
político por introducir cambios de fondo en la pesquería peruana. Una nueva Ley
de Pesca no resolvería temas inmediatos porque resultaría lenta de aplicar en
términos reales y prácticos, tanto por el tiempo que demoraría su discusión y
promulgación, como su implementación.
Mientras tanto, los temas de fondo
urgentes seguirían relegados.
Lo que se requiere es decisión y voluntad políticas de
funcionarios honestos y comprometidos con el país, sin intereses personales en
la pesca. De lo contrario, solo quedaría
la intervención de la ciudadanía mediante la creación de incidencias
políticas que fuercen la toma de algunas decisiones y la generación de algunos
cambios.
Si no se actúa a través de más ciudadanos activos, la
democracia peruana degenerará hacia la oclocracia, es decir al gobierno de los
insapientes.
La ciudadanía, con su indiferencia y desinterés, se
convertiría en cómplice silenciosa del agotamiento de los recursos pesqueros y
de la contaminación que la actividad genera sobre el ambiente y sobre la
moralidad.
Marcos Kisner Bueno
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería que difunde información, ideas y corrientes de opinión que tienen por objeto
crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción de los
recursos marinos, de seguridad alimentaria y del cuidado del medio ambiente.
Pero sobre todo, contribuir con información para que el lector empiece a
formarse una opinión propia sobre la problemática pesquera.
Los invito cordialmente a leer la edición de
la Revista Pesca correspondiente a MARZO 2016 y a compartirla dentro de sus
círculos y redes sociales.
16 de febrero de 2016
¿PORQUE RELACIONAR LA PESCA AL PBI Y NO A LA RENTA?
Esta nota que se transcribe a continuación, es una clara explicación
del porqué las cosas no van a cambiar en cuanto a la pesca. Estamos en la edad
del PBI y quienquiera que fuese el ganador de las elecciones, difícilmente
podrá modificar el estatus actual, aún si quisiera hacerlo.
Tal como declara César Hildebrandt en la entrevista que
concedió a la República: “Las elecciones son en este momento una farsa. En el Perú no
importa si ganas, no importa si pierdes. Quien gana al final es la Confiep.
Ganó Humala y ganó la Confiep. Ganó García y ganó la Confiep, ganó Toledo y
ganó la Confiep. Bueno, ganó Fujimori diciendo que no haría jamás el shock de
la derecha, que planteaba el señor Mario Vargas Llosa, y ganó la Confiep.
Entonces, en este tono monocorde, en esta sinfonía de un solo tono, dime tú si
racionalmente uno puede tener esperanzas de que algo cambie”
El impacto que tiene sobre el PBI tiene un peso superior a cualquier
otra consideración técnica, científica o biológica y seguirá constituyendo la
piedra angular de la gestión en la pesquería peruana.
No hay forma de ganarle al sistema ni cambiarlo tal cual está hoy en
día. Por tanto mantener una situación de confrontación con la industria
pesquera pretendiendo que reduzca sus niveles de captura y por ende de
producción, es apostar a perdedor. Nadie le ganaría una guerra a la industria.
La gestión del sector tiene que enrumbarse hacia la concertación y
el dialogo para introducir cambios y mejoras que beneficien la alimentación
nacional, la investigación, la tecnología, la innovación y la fiscalización y
control sin desgastarse en temas que no serán cambiados.
¿Por qué
nunca nadie relaciona la recaudación de impuesto a la renta de tercera
categoría del país con la recaudación proveniente del sector pesquero?
La cifra
es la siguiente: entre el 2001 y el 2015 la Sunat ha recaudado 214,468´927,370
soles por impuesto a la renta de tercera categoría. El sector pesquero
tradicional, o sea la industria de harina y aceite de pescado aportó
1,286´100,000, o sea el 0.60%. El sector pesquero no tradicional, es decir el
de consumo humano directo aportó 914´900,000 o sea el 0.427%. En total el sector
pesquero aportó 2,201´000,000 o sea el 1.026%
Marcos Kisner Bueno
¿POR QUÉ EL PBI DE DICIEMBRE SUPERÓ
LAS EXPECTATIVAS?
POR ANTHONY
SUCLUPE
El
PBI se disparó hasta 6.39% en diciembre, un punto porcentual por encima del
consenso de Reuters. Dos factores explican por qué creció más que lo esperado.
El
PBI del 2015 sorprendió a propios y extraños. La tasa de crecimiento anual fue
de 3.3, 0.6 puntos porcentuales por encima de las expectativas del consenso de
analistas de FocusEconomics —2.7%— y de la última proyección del propio BCR
—2.9%—, que suele ser optimista. Además, la tasa fue casi un punto porcentual
adicional al del 2014 (2.4%).
¿Por
qué superó las expectativas con tanta diferencia? El principal factor fue el
fuerte crecimiento de la actividad económica en diciembre —la tasa mensual más
alta del 2015 y de los últimos 2 años— debido al buen desempeño de la pesca
—básicamente por un efecto base— y de la minería. Esta última debido al
adelanto en la entrada de nuevos proyectos. “Las cifras de la actividad venían
bajas hacia octubre. Cuando hicimos la proyección de 2.5% de crecimiento para
el 2015, no esperábamos un repunte tan fuerte de minería y pesca hacia el final
del año”, sostuvo Francisco Grippa, economista principal de BBVA Research.
MINERÍA ADELANTADA
En
diciembre la minería continuó acelerándose y fue el factor clave para
sobrepasar las expectativas del mercado. La minería representó “medio punto
porcentual o un poco más de la diferencia entre nuestra última proyección del
2015 [2.5%] y la cifra oficial [3.3%]”, enfatizó Grippa.
Sólo
en diciembre, la producción minera creció 30.7% interanual. El 37% del
crecimiento de diciembre se debió a la minería. Las minas Toromocho y Cerro
Verde más que duplicaron su producción respecto a diciembre del 2014. En el
caso de Cerro Verde, debido a la puesta en marcha de su ampliación. Antamina,
la principal productora de cobre del Perú, incrementó su producción en 60%
debido a la mayor ley (concentración de metal) en su zona de extracción. Por su
parte, se inició la producción de Las Bambas de MMG con 6.7 millones de
toneladas métricas finas.
“Estimábamos
que Cerro Verde y Las Bambas entraran en el primer trimestre y segundo
trimestre del 2016, respectivamente, pero [los proyectos] se adelantaron y
empezaron a producir a finales del 2015. La sorpresa positiva vino por ahí”,
resaltó Grippa.
Otro
factor que influyó en el resultado de la minería en diciembre fue el efecto
base. En diciembre del 2014, la minería se contrajo 12% debido al cierre de
algunas minas como Pierina de Barrick. Además, “el menor tonelaje de mineral
tratado con bajo contenido metálico y menores leyes, y la paralización temporal
de algunos yacimientos ante la baja rentabilidad de las operaciones
productivas” influyeron en el resultado del sector, señaló el INEI en su
reporte producción del 2014.
PESCA Y CONSTRUCCIÓN EN
AZUL
El
efecto base volvió a favorecer al sector pesca, que creció 82.5% anual debido a
que no hubo segunda temporada de pesca en el 2014. En diciembre, los
desembarques de anchoveta –el principal producto pesquero del país–
representaron el 14% de la captura total del 2015 y casi duplicaron la
extracción de noviembre. “Cuando hicimos nuestra proyección se esperaba un
Fenómeno El Niño más fuerte y la ausencia de segunda temporada de anchoveta”,
señaló Grippa. Sin embargo, la magnitud de El Niño se debilitó conforme se
acercó el final del año y, pese a los temores, sí se realizó la segunda
temporada de pesca.
La
producción pesquera impulsó al sector manufactura –que avanzó 5.02%– debido al
mayor procesamiento de harina de pescado.
Otro
aspecto importante fue el avance de la construcción, que cayó durante todo el
2015 y tuvo su primera cifra positiva del año (0.08%) en diciembre. El mayor
consumo de cemento en el sector privado y en el sector público —por la mayor
inversión en gobiernos subnacionales— hicieron crecer al sector en el último
mes del 2015.
EL 2016 Y EL EFECTO
BASE
Tras
18 meses, en diciembre todos los sectores de la economía tuvieron un
crecimiento y continuaron la aceleración económica iniciada en agosto. “Los
resultados de principio de este año no van a ser malos como las cifras que
teníamos a inicios del 2015”, resaltó Grippa.
En
el corto plazo, es de esperar que a medida que el aumento de la producción de
los proyectos Cerro Verde y Las Bambas continúen impulsando a la minería, y por
ende al PBI de los primeros meses del 2016.
Fuente
8 de febrero de 2016
LOS INGRESOS DEL ESTADO PERUANO PROVENIENTES DE LA ACTIVIDAD PESQUERA
La agencia de
noticias Andina publicó: “El viceministro
de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Producción, Juan Carlos
Requejo, anunció hoy que el Perú ocupa el primer lugar como abastecedor de
harina de pescado en el mundo y también destaca como el primer país en el globo
en la captura de pota.
"El 95% de la captura de anchoveta se destina a la
harina de pescado y somos el principal abastecedor en el mundo. La exportación
se realiza principalmente a los países de Estados Unidos, Noruega, Unión
Europea y Asia, donde existe un alto índice de consumo de dicho producto",
resaltó Requejo”
Al analizar las
cifras de recaudación del impuesto a la renta de tercera categoría y de la
devolución de impuestos al sector, tomadas de la Nota Tributaria que publica la
SUNAT podemos ver el panorama completo.
Esta nota muestra por separado los tributos administrados por la Sunat y parte de
los recursos directamente recaudados por el Ministerio de la Producción como
los derechos de pesca. No existe una base de datos común o única que integre
toda la información.
Para
el curioso lector no versado en temas tributarios, le podría surgir la duda, la
inquietud o la pregunta de cómo entender que al sector Pesca se le devuelve
impuestos pagados en mayor proporción que los recaudados.
En un periodo de 15
años ha devuelto la suma de 8,589’ 00,000 soles y cobrado por impuesto a la
renta la suma de 2,201’000,000 de soles. Del total de recaudación de renta de
tercera categoría del país, el aporte del sector pesquero es del 0.66%
Fuente: Nota tributaria de la Superintendencia Nacional
de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) Cuadro 21.
Elaboración: Revista Pesca
La Fuente, que es la Nota Tributaria, no precisa el
detalle de la devolución. Se presume que es el IGV.
En estas cifras falta incorporar el drawback que reciben
algunas partidas de la industria pesquera, cuyo detalle no se aprecia en la
Nota Tributaria
Nota:
Corresponde a los
pagos en efectivo, cheque y/o documentos valorados de los Ingresos Tributarios
de Tributos Internos. Excluye las Contribuciones Sociales.
No considera otras
formas de pago de tributos como compensación de saldos a favor y otros. No se
descuenta las devoluciones.
En estas cifras falta incorporar el drawback que reciben
algunas partidas de la industria pesquera, cuyo detalle no se aprecia en la
Nota Tributaria
Tratándose
de recursos naturales como los pesqueros, es complicado encontrar el debido
equilibrio entre los intereses económicos de los industriales, las necesidades
de empleo de la población que depende de este sector y los intereses del país.
La búsqueda de rentabilidad y empleo inmediatos sin atender a las razones de la
sostenibilidad a largo plazo para beneficio de las futuras generaciones es un
tema de difícil manejo, convirtiéndose
una situación científica en una situación política. Lo que está ocurriendo es
que se prioriza la segunda por los componentes socio económicos que implica,
como el crecimiento del PBI.
Hasta
ahora, pareciera que el futuro de la pesca en el Perú será decidido en los
próximos años por la presión política y la necesidad económica, no por la
conveniencia científica ni la necesidad alimentaria de la población nacional.
La
ciudadanía, con su indiferencia y desinterés por los temas del mar y de la
pesca, se convierte en cómplice silenciosa del agotamiento de los recursos
pesqueros, de la contaminación que la industria genera y de una inequitativa
participación en la renta que generan sus recursos pesqueros.
Un
nuevo enfoque debe contemplar una participación del Estado en la renta pesquera
más justa, en la medida que representa a los ciudadanos propietarios del
recurso natural.
Los
desembarques provenientes de la pesca artesanal no están obligados al pago de
derechos de pesca. Casi la totalidad de desembarques para CHD provienen de la
pesca artesanal. Si además el vendedor del producto pesquero es informal, o sea
que no paga renta ni IGV (porque la venta de pescado fresco está exonerada),
estamos ante una situación discriminatoria e injusta.
La
pesca industrial paga derechos de pesca diferenciados por especie y muy bajos,
dentro del ordenamiento legal vigente. Que sea legal, no significa
necesariamente que sea lo debido.
Cuando
se ve, desde esta perspectiva y bajo un enfoque de renta y del ciudadano, que
todos los desembarques para consumo humano directo, o sea casi 13 millones de
toneladas en los últimos 12 años, no han pagado derechos de pesca porque la
norma así lo permite, surge la necesidad
de replantear el enfoque de la pesca desde una perspectiva ciudadana no
pesquera. Porque el recurso natural no es propiedad de los pesqueros, sino de
todos los peruanos.
Existen
muchas demandas sectoriales por inversión en infraestructura, por más
investigación, por mayor control y fiscalización, por más acciones en
desarrollo tecnológico, y por incentivos para la propia industria y la
acuicultura. Todas legítimas y razonables desde el punto de vista del
administrado, es decir del empresario, sea grande o pequeño.
La
pregunta es ¿con qué dinero? o ¿cuál sería la fuente de financiamiento para
atender estas demandas?
Desde
la óptica de la administración tributaria, lo recaudado es muy poco
probablemente, para atender la demanda; pero más allá de eso, ¿puede y/o debe
atenderse esta demanda con cargo a la recaudación por renta y derechos de
pesca?
Lo
destacable del cuadro es la cifra de derechos de pesca, (que son recursos
directamente recaudados por el Ministerio de la Producción) que en el período
del 2003 (fecha de creación del canon pesquero) al 2015 ha producido
305’293,405 soles que han sido transferidos a los gobiernos locales y
regionales.
En
relación a la sumatoria de la recaudación por derechos de pesca e impuesto a la
renta, podemos decir que son recursos escasos en relación a la demanda de
inversión que existe y/o que podría hacerse; o que son recursos injustos en
proporción a la renta de la industria; o que podrían ser mayores si la
informalidad del sector artesanal se redujese.
No
estamos frente a programas sociales, los cuales atienden demandas de las cuales
como Nación no podemos evadir, ya que atienden a poblaciones vulnerables y
comunidades indígenas y campesinas con las cuales tenemos una deuda secular.
Estamos frente a empresarios, grandes o pequeños, formales o informales, que
requieren y/o solicitan intervención del Estado para financiar las actividades
descritas.
Muchos
de los empresarios que efectúan estas demandas, no generan tributos bien sea
por informalidad o por exoneración (caso IGV), o finalmente por tamaño de operaciones.
Si
bien es cierto la ciudadanía peruana, como consumidor final, es beneficiaria de
la inversión pública, es verdad también que hay consumidores finales del
extranjero, que se benefician de nuestras exportaciones pesqueras. Por tanto,
si hay una especie de subsidio o subvención a la pesca nacional, pese a que no
todos los agentes sectoriales tributan,
podría justificarse por el beneficio que recibe la población nacional
(aunque no toda lo recibe). Pero ¿debemos también beneficiar al consumidor del
extranjero, pese a que el Perú tiene déficit alimentario en gran parte de su
población?
¿Con
cargo a qué fuente de financiamiento podría o debería el Estado peruano
realizar inversiones en el sector pesquero artesanal, en la acuicultura y en la
industria de consumo humano directo?
Pero
más allá de ello, la ironía es que, bien sean escasos o suficientes, no se
gastan con eficacia, lo que pone en duda la necesidad de contar con mayores
recursos para inversión y que constituye un argumento legítimo de queja del
administrado que bien puede decir que no hay necesidad de más dinero para el
fisco porque siempre sobra dinero, como puede apreciarse en las siguientes
páginas.
Esto
ilustra la complejidad de los temas pesqueros que hacen necesaria una
dedicación a tiempo completo del Titular del Pliego del sector a fin de darles
debida solución en el plazo más corto posible.
En
la edición de febrero del 2016 la Revista Pesca presentó una nota referente a
la naturaleza de los subsidios en la pesca, así como sobre el consumo de
pescado en el Perú, que recomiendo leer como complemento a las ideas expuestas
en esta nota.
1 de febrero de 2016
La Revista Pesca en el 2016
La Revista Pesca en 2016
http://revistapesca.blogspot.pe/p/historia-de-la-revista-pesca.html
La Revista Pesca es el medio más antiguo y
prestigioso de la pesquería peruana.
La revista Pesca es un medio de información
alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información,
ideas y corrientes de opinión que tienen
por objeto crear conciencia de la necesidad de hacer sostenible la extracción
de los recursos marinos, de seguridad alimentaria y del cuidado del medio ambiente. Pero sobre
todo, contribuir con información para que el lector empiece a formarse una opinión
propia sobre la problemática pesquera.
http://revistapesca.blogspot.pe/p/historia-de-la-revista-pesca.html
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