El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
16 de noviembre de 2013
Desmitificando la pesquería peruana
La riqueza infinita del mar peruano no es
más que un mito. Este error de percepción promueve un irrefrenable incremento
del esfuerzo pesquero y confunde además a la opinión pública haciendo más ardua
la labor de regulación.
Los beneficios económicos del sector
pesquero marítimo alcanzan a una fracción mínima de la población costera
involucrada.
El mar peruano fue muy rico y abundante
para la pesca, hoy ya no lo es. Podrá volver a ser abundante si administramos
mejor la pesquería.
La capacidad actual para realizar esfuerzo
pesquero de extracción del pescador peruano supera los límites de sustentabilidad.
Los volúmenes de recursos pesqueros
naturales no aumentan a la par que crece la población vinculada a la
extracción. Los recursos pesqueros no aumentan en función a la demanda.
Lea el suplemento especial de la Revista
Pesca “Desmitificando la pesca del Perú” en el siguiente link: