El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

4 de febrero de 2013

La UA inviste doctor 'honoris causa' a uno de los impulsores de las reservas marinas


Daniel Pauly recalca que la biodiversidad está amenazada, tras haber sido «explotada durante milenios»

Coincidiendo con la celebración del patrón de las universidades, Santo Tomás de Aquino, el biólogo francés Daniel Pauly fue investido ayer como nuevo doctor 'honoris causa' por la Universidad de Alicante. La festividad, la primera de este tipo que preside el rector Manuel Palomar, contó con la presencia del director general de Universidad, Estudios Superiores y Ciencia de la Generalitat Valenciana, Jose Miguel Savall.

Considerado «uno de los cincuenta científicos más reconocidos e influyentes del mundo», tal y como destacó su padrino (el profesor y director del Departamento Ciencias del Mar y Biología Aplicada, José Luis Sánchez Lizaso), Pauly alertó de que «la biodiversidad que hemos explotado durante milenios está hoy amenazada, así como los muchos ecosistemas en los que los recursos y las especies están incluidas». Criticó los problemas relacionados con «el cultivo del mar», que «consiste en criar pescado grande, como salmón o atún, con una dieta de pescado pequeño como sardinas y anchoas».

«Necesitamos de 2 a 4 kilos de pescado para producir uno de salmón y de 10 a 20, por cada kilo de atún», explicó. Pauly, que ha sido uno de los precursores de las reservas marinas, entre ellas la de Tabarca, primera del Estado español, reivindicó el activismo científico y la participación en Organizaciones No Gubernamentales, para conseguir «aliados» e influir en las políticas orientadas a la conservación y la defensa de la biodiversidad marina «si queremos continuar disfrutando de comida procedente del mar en el futuro».
El nuevo doctor confesó sentir «una profunda emoción y un honor muy grande» por entrar a formar parte de la nómina de doctores 'honoris causa' de la UA, entre los que destacó a personalidades como Ramón Margalef, Jane Goodall y Mario Vargas Llosa.

Tras la investidura, se procedió a entregar los premios extraordinarios de doctorado, grado, licenciatura, diplomatura, arquitectura, arquitectura técnica, ingeniería e ingeniería técnica, en total, 121 premios a los mejores expedientes.

Durante su discurso de clausura de la celebración, el rector reivindicó el papel de las universidades «como motor de las economías locales» y puso como ejemplo que gracias a su contribución «se ha conseguido aumentar en 0,6 puntos la renta per cápita de la Comunidad Valenciana». Pese ello, Palomar pide que la aportación de las universidades no se mida exclusivamente en términos económicos. «No sólo lo mesurable existe», dijo, y apeló «al espíritu crítico, a la participación informada, al conocimiento del pasado para aplicarlo a las necesidades del presente y a la preservación del conocimiento, y del patrimonio cultural, social y local», entre otras cosas, como esenciales para los nuevos ciudadanos del futuro.

El rector se refirió al debate abierto sobre la necesidad de ajustar más la oferta y la demanda en el mapa de titulaciones de muchas universidades públicas, «una oferta que en la UA está bien ajustada».

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