El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

23 de marzo de 2013

¿INVERSIONES PARA CONSUMO HUMANO DIRECTO DE PESCADO?


Se ha dicho hoy en un canal de Televisión que la gran industria pesquera peruana es la primera en fomentar el consumo humano directo de pescado y que para tal efecto ha hecho una inversión importante.
Lo que no se ha dicho es ¿para qué mercado está destinada esa inversión en infraestructura de procesamiento de pescado bien sea en forma de congelados o de conservas?

Lo que las cifras estadísticas muestran es un crecimiento exponencial de las exportaciones de productos pesqueros de consumo humano directo, porque exportar significa recibir el premio del drawback y la devolución del IGV pagado durante el proceso. La Revista Pesca ha publicado cifras y análisis detallados al respecto.

Lo que la estadística oficial no detalla es el volumen en toneladas o en soles que la gran industria ha destinado al mercado nacional.

Hay que entender que vender pescado fresco al mercado interno está exonerado del IGV pero no así el pescado transformado, es decir congelado o en conservas.

O sea que el mercado interno sí paga IGV y no hay drawback. 

Por otro lado en el país, salvo en los supermercados,  no existe una infraestructura de frío apropiada para la comercialización de congelados.
Por tanto el volumen de pescado congelado destinado al mercado interno no es mucho en relación al destinado al extranjero.

Las conservas tienen un mercado limitado por su alto precio y limitada posibilidad de preparación por parte de las amas de casa. Salvo por las ventas masivas a los programas sociales, con todos los problemas conocidos, no se conoce de un aporte importante de la gran industria pesquera al mercado nacional, a menos que se presenten las cifras y las estadísticas al país para poder valorar en su verdadera magnitud la afirmación de la importante contribución de la industria a la alimentación popular de los peruanos.

Lo que sí se sabe, aunque tampoco hay cifras precisas, es que el principal abastecedor de pescado para el mercado interno peruano es el pescador artesanal. Es la actividad artesanal la que alimenta de producto fresco a los terminales pesqueros de Ventanilla y Villa María, así como a los mercados nacionales. Pesca fresca, que es la que todos compramos en los mercados. Los congelados solo se encuentran en Supermercados y  ocupan muy poco espacio en las estanterías de los mismos, como para darnos una idea del volumen de la producción destinada al mercado nacional.

Las conservas, en promedio, representan en términos de kilogramos, ser exageradamente más caras que el pollo, la carne y el pescado fresco. Por lo cual su mercado es limitado.

En consecuencia, la inversión encuentra mayor rentabilidad en la exportación que en el mercado interno. Consecuencia de un sistema perverso en el país, que con toda lógica el inversionista aprovecha. Por tanto sería bueno conocer el mercado final del producto final que saldrá de esas inversiones, así como los números en toneladas y soles comercializadas en el país en los últimos diez años.