El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
12 de marzo de 2013
YO NO PESCADOR
Yo soy el pueblo peruano,
no soy pescador; pero las leyes vigentes dicen que el pescado es patrimonio de
la Nación, o sea que es mío y que el Estado lo administra y permite que algunos
lo pesquen.
Hoy día los que pescan,
grandes y chicos se quejan pelean y exigen al Gobierno que los dejen pescar más
o donde quieren…no lo sé. No me interesa tampoco el detalle técnico, legal o
macroeconómico porque no lo entiendo. Soy solamente el pueblo peruano, dueño
del pescado del mar, ríos y lagunas de mi tierra. Lo que me interesa saber es
cuanto recibo yo por cada kilo de pescado que unos pocos se llevan de mi mar,
ríos y lagunas.
Yo no soy pescador, no
trabajo para la pesca ni las empresas pesqueras son mis clientes ni mis
proveedores, así que no recibo nada directamente de ellos. Solo recibo los
beneficios de los impuestos que ellos pagan y que el Estado distribuye o
invierte en infraestructura. Pero ante la bulla en los medios de comunicación
por mi pescado, quisiera que el Estado me diga cuantos pescadores hay, cuanto
pescado se llevan cada año y cuanto me pagan a mí, el dueño del pescado, por lo
que se llevan. Sé que deben pagar un impuesto por sus ganancias que se llama
renta de tercera categoría y que de ahí la mitad se va al canon pesquero; pero
quiero saber cuánta utilidad tiene cada uno de ellos y cuánto impuesto pagan.
No quiero saber grandes cosas, solo una puntual: cuánto pagó cada uno. Sé
también que algunos, no todos, pagan unos derechos de pesca, de los cuales la
mitad se va también al canon pesquero y la otra mitad se queda en el
Ministerio. Quiero saber cuánto pagó cada uno y quiénes no pagaron porque no
quisieron o porque la norma no los obliga a pagar. Quiero saber en que gastaron
el dinero del canon los gobiernos regionales y las Municipalidades. Quiero
saber en qué se gastó su mitad el Ministerio.
Finalmente solo quiero
saber cuánto dinero recibe cada habitante del Perú, o sea los dueños del
pescado por cada kilo con el cual unos cuantos ganan dinero. Así como dicen el
consumo per cápita de pescado, quiero saber cuánto gané por cada kilo de
pescado capturado. Quiero inclusión, como dice el Presidente. Quiero que me
incluyan en las ganancias del negocio pesquero en forma justa.
Quiero saber cuánto cuesta
limpiar las bahías contaminadas por plantas y lanchas, cuándo las limpiarán y
cuánto costará, así como saber quién pagará por esa limpieza y hasta cuándo
deberemos soportar la contaminación del humo y los olores de las plantas.
Quiero saberlo para decidir
si esas gentes que salen en televisión a reclamar y argumentar con técnica, ley o economía, tienen el
derecho moral a reclamar sobre pescados que son míos y por los cuales yo debo
recibir algo. Por eso quiero saber cuánto recibo y cuánto cuesta reparar el
daño que le causan a mi mar, ríos o lagunas. Quiero saber si estoy ganando o
estoy perdiendo y si solamente algunos están ganado a expensas mías, yo que soy
el pueblo peruano, desorganizado y sin defensor alguno.
Y si yo tengo que reclamar
y quejarme, así como hacen ellos, también me sentiré con no solo el derecho,
sino con el deber de organizarme y salir a reclamar, bien sea directamente como
pueblo o a través de mis organizaciones sociales o gobiernos locales. Si yo no
puedo participar en las grandes decisiones, quiero que mi Gobierno me
represente y defienda mis intereses. Si mi gobierno me defiende bien, yo lo
apoyaré. Si no me defiende bien, tendré que defenderme sólo de alguna manera.
Pero no quiero ser un convidado de piedra en un negocio en el cual unos pocos
ganan nada más y yo, el dueño, gano nada, gano poco, o una cantidad injusta y/o
no se invierten bien mis ganancias.
También quiero entender porqué hay poco pescado para comer y además caro si todos dicen que somos un país pesquero, el más grande productor de harina de pescado del mundo.