El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

22 de noviembre de 2014

UN CEVICHE SOSTENIBLE

Es así que surge la pregunta, ¿es posible que nuestro mar sea capaz de seguir satisfaciendo nuestros antojos marinos? Pues no, no de la manera cómo venimos aprovechando los recursos. Hoy ya se pueden ver señales irrefutables de ello, donde nuestra poca comprensión acerca de la dinámica del mar a la mesa impide que nos demos cuenta.

Lea el artículo " UN CEVICHE SOSTENIBLE" en la edición de Noviembre de la Revista Pesca.