El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
17 de febrero de 2012
¿Y yo, qué puedo hacer?
Cuanto más se conocen los complejos mecanismos de un sector de la pesca inserto en una economía globalizada, y las consecuencias ecológicas de nuestros hábitos de consumo de pescado, más fácil resulta desanimarse.
Aprisionados entre la tentación de ignorar informaciones que nos llevan al desaliento o nos provocan confusión, y el impulso de no comer nunca jamás pescado, nos preguntamos «¿Pero yo, al final, qué es lo que puedo hacer?»
La campaña Slow Fish nos ofrece la oportunidad de devenir más atentos y curiosos, de descubrir nuevos caminos gastronómicos y participar activamente, cada uno según sus posibilidades, en la protección de los recursos ícticos: cada uno de nosotros, consumidor, restaurador o pescadero, ¡puede cumplir su parte!
El ejercicio Slow Fish en acción ofrece el sitio para muchas iniciativas virtuosas, que confirman con los hechos que es posible invertir el rumbo.
El pasado nos suministra ejemplos que demuestran nuestro poder: cuando, en los años noventa, los consumidores hicieron oír su voz para gritar STOP a las capturas incidentales de delfines en la pesca del atún, las cosas cambiaron en verdad. Y también después de la campaña Give Swordfish a Break (concede una tregua al pez espada), lanzada en Estados Unidos a finales de los años noventa, se verificó un aumento de las reservas de este escualo.
Ciertamente, es indispensable que los cambios se produzcan también, y sobre todo, al nivel de las instituciones políticas. Para eliminar las prácticas peligrosas y nocivas para el ambiente marino y el hombre, es fundamental que existan unas mejores reglamentaciones y, sobre todo, medios eficaces para que éstas sean respetadas.
De cualquier forma, al final de la cadena de producción y transformación corresponde a los individuos, a cada uno de nosotros, jugar un papel importante para encauzar el movimiento de una sociedad que consume a una sociedad que preserva.
http://www.slowfood.it/slowfish/pagine/esp/pagina.lasso?-id_pg=48
6 de febrero de 2012
“En el Perú comemos tiburón todos los días”
En un país en donde nuestros recursos marinos son parte importante de nuestras vidas tenemos descuidado a uno de los reyes del mar
Una aleta de tiburón puede costar 800 euros.
JACK LO LAU
Todos los días los peruanos comemos tiburón . Llega al mercado y pide un pescado. Sin darse cuenta se está llevando un pequeño tiburón a casa. Puede sentirse indignado. Usted no es un sanguinario asesino de tiburones. Le gustan los animales. El toyo es un tiburón. La famosa cruceta del norte del país también. El diamante es uno de ellos. En el Perú no hay una reglamentación clara. No está prohibida la pesca de tiburones. Es más, somos exportadores. Una aleta de tiburón ballena, la más costosa, puede costar hasta 800 euros. Perú está entre los doce máximos exportadores de aleta de tiburón en el mundo. Sí, tenemos tiburones. Al año vendemos 146 toneladas métricas de aleta de tiburón. Estas se van a Asia. No tenga miedo cuando vaya a la playa. Estas especies no se acercan tanto a la orilla y tampoco buscan venganza como en las películas.
En un país donde hay 58 especies de tiburones, el 11% de la población mundial, es complicado no tener reglas. Estados Unidos ha empezado a reglamentar. Canadá es uno de los pocos países con una regulación clara. En Sudáfrica hay santuarios donde los cuidan. “En el Perú son pocos los datos que tenemos sobre tiburones. Estamos haciendo esta investigación para informar a todos sobre los tiburones. No solo a los científicos. Estamos frente a un recurso importante. No tanto como la anchoveta pero tampoco es poca cosa. La legislación actual tiene muchos vacíos legales”, comentó desde Puerto Rico Ximena Velez, bióloga e investigadora asociada de Ecoceánica, que viene realizando una investigación sobre el estado actual de la pesquería y tiburones en el Perú junto con Adriana Gonzales Pestana y Carlos Kouri.
En toda la costa del país hay tiburones. En casi toda se cazan. La forma más violenta de pesca de tiburones en el mundo es el aleteo. Cogen al tiburón, le cortan la aleta y los vuelven a regresar al mar. Su muerte será lenta y dolorosa. En el Perú lo hacemos con anzuelos y redes. Además aprovechamos todo. No se devuelve al mar. “Necesitamos realizar un manejo sostenible de esta especie. Una fiscalización clara que permita no terminar con estos depredadores del fondo del mar”, comentó Velez a elcomercio.pe. “Los tiburones son especies depredadoras. Se comen a los peces grandes y si no están crean un desbalance en el equilibrio de las cadenas alimenticias. El mar es un ecosistema frágil y el peruano más complejo aún porque tiene la corriente tropical y la de Humboldt”, dijo Velez, quien confía en una pronta reglamentación.
5 de febrero de 2012
Pesca sigue en manos de la mafia
Mientras se depreda la anchoveta, políticos de turno y hasta ministros siguen archivando graves denuncias y continúan, durante años, gozando del poder judicial como un paraíso.
Por: Cecilia Podestá cpodesta@siete.pe
Al mejor estilo de una tierra de nadie, donde únicamente el más fuerte sobrevive, la legalidad que encierran las normas de pesca en el litoral peruano han convertido el horizonte en un escenario de abusos en alta mar, poder, denuncias sin atención y mafias pesqueras que se inician, increíblemente, en el poder judicial.
En el informe de Mónica Vecco, publicado en la revista SIETE, nro. 5, se investiga al empresario Óscar Peña Aparicio, conocido como el rey de la pesca negra. Este es solo el inicio de un laberinto sumergido que al parecer solo conocen los mismos pesqueros. Veamos cuál es el proceso.
La veda se levanta dos veces al año, durante 60 días cada vez. Para que las compañías puedan seguir en funcionamiento durante el periodo de pesca se necesitan embarcaciones y plantas de tratamiento. No todas son empresas grandes, mantener las naves durante el tiempo que no se pesca (7 meses) tiene un costo también. El ministerio otorga licencias tanto a la planta como a la embarcación. Y estas se han convertido en patrimonio. Tener una es igual a poseer una casa. Se convierten en activos que pasan de una nave a otra. Es decir, si esta desaparece, se hunde, o quema; la licencia no. Su valor es altísimo, al igual que el de la planta que debe tener dos importantes funciones: capacidad y actividad. Sin embargo, las licencias, como muchas cosas, también se pueden traficar. Las empresas pequeñas se compran por deudas y el beneficiario obtiene la planta y también la producción.
¿Cómo adquiere Peña Aparicio los derechos de pesca ?
Según el señor Santos Alvarado, Peña lo logra reviviendo tres cascos de embarcaciones de madera de 780 m³: Rossendo 1,2,3; cuyo anterior dueño era Nicolás Carranza.
“Peña vende estas naves a Tassa y con la diferencia construye Doña Licha. En ese tiempo, yo era secretario general de Pescadores del Perú e hice una denuncia contra Tassa y Peña por temas de licencia de Doña Licha ante el Ministerio de la Producción, a cargo del Sr. Reátegui Roselló. Eso fue en noviembre del 2002. En el 2004, Juan Rebaza hace una denuncia penal recogiendo la mía, pero nuevamente fue ignorado”, dice Alvarado.
Un poco de historia
En 1973, el gobierno expropia la flota, incluso a los que tenían 2 o 3 embarcaciones. A los señores Saavedra (tres hermanos) se les quitó sus tres naves.
Posteriormente, ellos enjuician al Estado y el proceso se dilata hasta que llegan a la Corte Suprema. Ya en el 2000, Peña Aparicio toma conocimiento de esto y teniendo en cuenta que las naves en litigio tienen licencias que podrían estar en funcionamiento después, traza un plan para apoderarse de estas. Los barcos fueron transferidos a la pesquera Capricornio, ¿pero que pasó con las licencias? Los hermanos Saavedra se quedaron sin nada, ni embarcaciones y mucho menos licencias, que son al parecer más importantes que las naves porque pueden pasar de una a otra, aparentemente de manera legal.
Y similar a un mercado persa, tal como dicen que funcionaba en sus oficinas del tercer al sétimo piso, Pesca Perú transfirió las naves de los Saavedra a Capricornio.
Peña Aparicio entró en escena y compró el juicio, eso sí, de manera legal, es decir, adquirió el pleito a precio hueso, como dicen los pescadores. Cien mil soles por los tres barcos. Ellos firman la venta del expediente y Peña, en tiempo récord menor a seis meses, sacó la sentencia a su favor.
De pronto, un caso que parecía duraría años, solo tomó unos meses. El Ministerio de Pesquería, en el 2002, después de la sentencia de la Corte Suprema, otorgó las licencias a Peña Aparicio con las que construyó Osquitar y otros dos barcos.
Ilícito
Dentro de las cinco primeras millas, toda pesca industrial está prohibida. Quedan otras 25 para hacerlo, sin embargo, ¿quién garantiza que no se deprenden los recursos pescando en la zona prohibida? Los pescadores
artesanales son los primeros en denunciar estas violaciones, pero también son los ignorados.
Por una corriente fría del Humbolt y El Niño, la anchoveta se pega a la playa para reproducirse y poner entre 10 y 20 mil huevos, cada espécimen. Cuando las embarcaciones grandes entran en la zona prohibida, arruinan este proceso.
Hablar de pesca negra es lanzar un dardo a SGS
¿Y ellos quiénes son? Una empresa internacional con sede principal en Suiza a la que el Estado contrata para certificar que las normas legales se cumplan, es decir, que nadie pesque más de la cuenta, que las bodegas cumplan con su capacidad en toneladas, que no se deprede la anchoveta. Ellos ven cuánto se ha pescado y lo documentan. Después, el Instituto Tecnológico Pesquero entrega los certificados. Entonces ya se puede hacer harina de anchoveta.
Cifras
En 1992, había 400 embarcaciones con capacidad de bodega de 80 mil toneladas, ahora hay 1700 naves que pueden almacenar 230 mil toneladas, cuando la ley lo prohíbe. Antes había 46 fábricas harineras, ahora hay 130. Esta flota está en manos de empresarios privados que representan un monopolio que controla la pesca.
¿Cuál es la responsabilidad de SGS en la proliferación ilegal de estas embarcaciones?
La Asociación de Pescadores se ha dirigido, más de una vez, al Sr. Pedro Brescia, a los exministros Javier Reátegui Roselló y Rafael Rey, contra los que hay denuncias pendientes. También ha conminado a los empresarios encargados de fiscalizar este monopolio, sin embargo ¿quién les ha hecho caso? Expediente 19683. Demandado el 27 de setiembre de 2004: Javier Reátegui Roselló. La denuncia también fue enviada a Carlos Ferrero y Alejandro Toledo.
Nada. Solo contestó Beatriz Merino que era presidente del Consejo de Ministros, y lo derivó al Ministerio de la Producción, donde sigue perdido el expediente. Se acusaba al Sr. Reátegui de haber colaborado con el monopolio de Peña Aparicio y, por lo mismo, de haberse beneficiado ilícitamente con el tema de las licencias, incluso para sus empresas.
Cerper y SGS son compañías contratadas para beneficio de la pesca, no de sus empresarios.
El gran número de empresas y embarcaciones cuyas licencias se han obtenido con dudosos trámites legales solo colaboran con la depredación de nuestros recursos. Por cada cinco toneladas de anchoveta se obtiene una tonelada de harina.
¿Qué pasa con la cuota de alimentación? Otros países nos compran la harina de anchoveta, como China y Japón.
Por ejemplo, Chile no vende su producción al extranjero, el Perú sí, dentro y fuera y con fines comerciales. La harina se usa para el engorde de chanchos, pollos y demás. Nuestro país ha crecido, al igual que los animales que engorda, pero a costa de que no haya alimento suficiente para cubrir la desnutrición.
¿Hay anchoveta en mercados populares? La gente pobre no tiene acceso directo a un alimento rico en vitaminas A y B, útiles para el crecimiento, porque a los empresarios de alta mar les es mucho más beneficioso convertirla en harina.
La pesca negra da anualmente tres millones de toneladas de harina de anchoveta. Si multiplicamos eso por cinco y asumimos su buen uso, podríamos borrar de nuestro futuro imaginario los cientos de rostros de niños desnutridos. ¿En el Perú hay pesca para consumo humano?
Somos un país principalmente minero y pesquero, no agrícola. Nuestra pesca debería cubrir la desnutrición y no la ambición de tantos hombres de negocio dedicados a explotar uno de nuestros ricos recursos naturales.
Por: Cecilia Podestá cpodesta@siete.pe
Al mejor estilo de una tierra de nadie, donde únicamente el más fuerte sobrevive, la legalidad que encierran las normas de pesca en el litoral peruano han convertido el horizonte en un escenario de abusos en alta mar, poder, denuncias sin atención y mafias pesqueras que se inician, increíblemente, en el poder judicial.
En el informe de Mónica Vecco, publicado en la revista SIETE, nro. 5, se investiga al empresario Óscar Peña Aparicio, conocido como el rey de la pesca negra. Este es solo el inicio de un laberinto sumergido que al parecer solo conocen los mismos pesqueros. Veamos cuál es el proceso.
La veda se levanta dos veces al año, durante 60 días cada vez. Para que las compañías puedan seguir en funcionamiento durante el periodo de pesca se necesitan embarcaciones y plantas de tratamiento. No todas son empresas grandes, mantener las naves durante el tiempo que no se pesca (7 meses) tiene un costo también. El ministerio otorga licencias tanto a la planta como a la embarcación. Y estas se han convertido en patrimonio. Tener una es igual a poseer una casa. Se convierten en activos que pasan de una nave a otra. Es decir, si esta desaparece, se hunde, o quema; la licencia no. Su valor es altísimo, al igual que el de la planta que debe tener dos importantes funciones: capacidad y actividad. Sin embargo, las licencias, como muchas cosas, también se pueden traficar. Las empresas pequeñas se compran por deudas y el beneficiario obtiene la planta y también la producción.
¿Cómo adquiere Peña Aparicio los derechos de pesca ?
Según el señor Santos Alvarado, Peña lo logra reviviendo tres cascos de embarcaciones de madera de 780 m³: Rossendo 1,2,3; cuyo anterior dueño era Nicolás Carranza.
“Peña vende estas naves a Tassa y con la diferencia construye Doña Licha. En ese tiempo, yo era secretario general de Pescadores del Perú e hice una denuncia contra Tassa y Peña por temas de licencia de Doña Licha ante el Ministerio de la Producción, a cargo del Sr. Reátegui Roselló. Eso fue en noviembre del 2002. En el 2004, Juan Rebaza hace una denuncia penal recogiendo la mía, pero nuevamente fue ignorado”, dice Alvarado.
Un poco de historia
En 1973, el gobierno expropia la flota, incluso a los que tenían 2 o 3 embarcaciones. A los señores Saavedra (tres hermanos) se les quitó sus tres naves.
Posteriormente, ellos enjuician al Estado y el proceso se dilata hasta que llegan a la Corte Suprema. Ya en el 2000, Peña Aparicio toma conocimiento de esto y teniendo en cuenta que las naves en litigio tienen licencias que podrían estar en funcionamiento después, traza un plan para apoderarse de estas. Los barcos fueron transferidos a la pesquera Capricornio, ¿pero que pasó con las licencias? Los hermanos Saavedra se quedaron sin nada, ni embarcaciones y mucho menos licencias, que son al parecer más importantes que las naves porque pueden pasar de una a otra, aparentemente de manera legal.
Y similar a un mercado persa, tal como dicen que funcionaba en sus oficinas del tercer al sétimo piso, Pesca Perú transfirió las naves de los Saavedra a Capricornio.
Peña Aparicio entró en escena y compró el juicio, eso sí, de manera legal, es decir, adquirió el pleito a precio hueso, como dicen los pescadores. Cien mil soles por los tres barcos. Ellos firman la venta del expediente y Peña, en tiempo récord menor a seis meses, sacó la sentencia a su favor.
De pronto, un caso que parecía duraría años, solo tomó unos meses. El Ministerio de Pesquería, en el 2002, después de la sentencia de la Corte Suprema, otorgó las licencias a Peña Aparicio con las que construyó Osquitar y otros dos barcos.
Ilícito
Dentro de las cinco primeras millas, toda pesca industrial está prohibida. Quedan otras 25 para hacerlo, sin embargo, ¿quién garantiza que no se deprenden los recursos pescando en la zona prohibida? Los pescadores
artesanales son los primeros en denunciar estas violaciones, pero también son los ignorados.
Por una corriente fría del Humbolt y El Niño, la anchoveta se pega a la playa para reproducirse y poner entre 10 y 20 mil huevos, cada espécimen. Cuando las embarcaciones grandes entran en la zona prohibida, arruinan este proceso.
Hablar de pesca negra es lanzar un dardo a SGS
¿Y ellos quiénes son? Una empresa internacional con sede principal en Suiza a la que el Estado contrata para certificar que las normas legales se cumplan, es decir, que nadie pesque más de la cuenta, que las bodegas cumplan con su capacidad en toneladas, que no se deprede la anchoveta. Ellos ven cuánto se ha pescado y lo documentan. Después, el Instituto Tecnológico Pesquero entrega los certificados. Entonces ya se puede hacer harina de anchoveta.
Cifras
En 1992, había 400 embarcaciones con capacidad de bodega de 80 mil toneladas, ahora hay 1700 naves que pueden almacenar 230 mil toneladas, cuando la ley lo prohíbe. Antes había 46 fábricas harineras, ahora hay 130. Esta flota está en manos de empresarios privados que representan un monopolio que controla la pesca.
¿Cuál es la responsabilidad de SGS en la proliferación ilegal de estas embarcaciones?
La Asociación de Pescadores se ha dirigido, más de una vez, al Sr. Pedro Brescia, a los exministros Javier Reátegui Roselló y Rafael Rey, contra los que hay denuncias pendientes. También ha conminado a los empresarios encargados de fiscalizar este monopolio, sin embargo ¿quién les ha hecho caso? Expediente 19683. Demandado el 27 de setiembre de 2004: Javier Reátegui Roselló. La denuncia también fue enviada a Carlos Ferrero y Alejandro Toledo.
Nada. Solo contestó Beatriz Merino que era presidente del Consejo de Ministros, y lo derivó al Ministerio de la Producción, donde sigue perdido el expediente. Se acusaba al Sr. Reátegui de haber colaborado con el monopolio de Peña Aparicio y, por lo mismo, de haberse beneficiado ilícitamente con el tema de las licencias, incluso para sus empresas.
Cerper y SGS son compañías contratadas para beneficio de la pesca, no de sus empresarios.
El gran número de empresas y embarcaciones cuyas licencias se han obtenido con dudosos trámites legales solo colaboran con la depredación de nuestros recursos. Por cada cinco toneladas de anchoveta se obtiene una tonelada de harina.
¿Qué pasa con la cuota de alimentación? Otros países nos compran la harina de anchoveta, como China y Japón.
Por ejemplo, Chile no vende su producción al extranjero, el Perú sí, dentro y fuera y con fines comerciales. La harina se usa para el engorde de chanchos, pollos y demás. Nuestro país ha crecido, al igual que los animales que engorda, pero a costa de que no haya alimento suficiente para cubrir la desnutrición.
¿Hay anchoveta en mercados populares? La gente pobre no tiene acceso directo a un alimento rico en vitaminas A y B, útiles para el crecimiento, porque a los empresarios de alta mar les es mucho más beneficioso convertirla en harina.
La pesca negra da anualmente tres millones de toneladas de harina de anchoveta. Si multiplicamos eso por cinco y asumimos su buen uso, podríamos borrar de nuestro futuro imaginario los cientos de rostros de niños desnutridos. ¿En el Perú hay pesca para consumo humano?
Somos un país principalmente minero y pesquero, no agrícola. Nuestra pesca debería cubrir la desnutrición y no la ambición de tantos hombres de negocio dedicados a explotar uno de nuestros ricos recursos naturales.
http://www.siete.pe/2012/02/04/pesca-sigue-en-manos-de-la-mafia/
31 de enero de 2012
Perú desciende al puesto 81 en ranking de desempeño ambiental
El Perú descendió en su desempeño ambiental en los últimos dos años, según un estudio de la Universidad de Yale y el Centro Internacional de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Columbia, informó la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA). En el Índice de Desarrollo Ambiental o EPI (por Environmental Performance Index, en inglés) nuestro país descendió del puesto 31, en el año 2010, al 81 este año.
En América, el país mejor ubicado es Costa Rica, en el puesto 5; en Sudamérica destaca Colombia, ubicado en el puesto 27. A nivel mundial, el mejor posicionado en esta estadística es Suiza.
El Índice de Desarrollo Ambiental, o EPI, se compone de 22 indicadores y 10 categorías políticas. De acuerdo a estas estadísticas, los puntos débiles del país están en calidad de aire, acceso al agua (efectos de ecosistemas), efectos del agua en la salud humana y pesca. Así, Perú ocupa uno de los últimos lugares en Latinoamérica en cuanto al control de polución y la gestión de recursos naturales.
El EPI, que fue presentado durante el Foro de Davos (Suiza), se calcula en base a dos grandes frentes: salud ambiental y viabilidad de los ecosistemas. De ellos se desprenden algunos indicadores, como son agua y los efectos sobre los seres humanos, la contaminación del aire y el efecto del ambiente en las enfermedades.
La vitalidad de los ecosistemas se mide en base a variables forestales, de pesca, agricultura, cambio climático, contaminación del aire, agua y biodiversidad y hábitat.
http://semanaeconomica.com/articulos/76723-peru-desciende-al-puesto-81-en-ranking-de-desempeno-ambiental
23 de enero de 2012
EL NIVEL DE LOS MARES Y OCEANOS SUPERA EL NIVEL PRONOSTICADO
23 de enero de 2012 Hasta el año 2100 el nivel del mar subirá al menos un metro. Un diez por ciento de la población mundial, es decir 600 millones de personas que habitan las zonas costeras, corren el peligro de quedarse sin sus viviendas, advierten los ecólogos mundiales. Las más recientes imágenes e investigaciones efectuadas de nuestro planeta indican que el nivel del mar sube tres milímetros al año. Escribe Alexandra Novakovic. Los océanos se están calentando y expandiendo, y los glaciares se derriten, al igual que las capas de hielo en Groenlandia y en Antarctica las que se están derritiendo aceleradamente en los últimos diez años. El nivel del agua en el planeta podría subir hasta el año 2100 en más de un metro – advirtió Conard Stephen, director del Instituto Cooperativo de Investigación en Ciencias Ambientales (CIRES) de la Universidad de Colorado. Hace dos años los científicos han previsto que el nivel del mar va a subir hasta el fin del siglo entre 18 y 59 centímetros, pero 2.000 expertos de 80 países, congregados en la reunión de Copenhague han concluido hace poco que, según las más recientes mediciones, que hasta entonces el nivel del mar podría subir hasta un metro. Eso significa que la disminución de la emisión de gases los que provocan el efecto invernadero no es lo suficientemente rápida y efectiva. El derretimiento de la capa de hielo polar y de los glaciares son dos elementos muy importantes que influyen sobre el nivel de los mares y océanos, explican los científicos. Si no tomamos medidas urgentes, el clima podría cambiar drásticamente en el siglo 21, mientras que el nivel de los mares podría subir varios metros. Incluso la más mínima subida del nivel de los mares y océanos va a ser fatal para la quinta parte de los habitantes que viven en la Tierra, es decir para 600 millones de personas que viven en el litoral – dijo John Church del Centro de Investigación Atmosférica y Marina de Australia. El más reciente aviso coincide con el pronóstico de James Lovelock, el más destacado científico meteorológico de Gran Bretaña. Él advirtió a la opinión publica el año 2010 que hasta el fin de este siglo los cambios climáticos van ha borrar de la faz de la tierra a la mayoría de los seres vivientes por la escasez de alimentos y de agua potable. Europa se va a convertir en un desierto, y muchos seres vivos van a extinguirse. La población humana va a disminuir de siete a menos de mil millones – dijo este científico. Lovelock afirma que hasta el año 2040 el promedio de las temperaturas de verano subirán a 43 grados centígrados. El considera que ya es tarde para frenar ese proceso y no ve solución, ni en la reducción de la emisión de gases tóxicos, ni en la promoción de fuentes de energía alternativas porque, como destacó, este problema no puede detenerse de inmediato. Por eso él propone crear oasis verdes donde se alojaría la gente para evitar las consecuencias más drásticas de los cambios climáticos. |
14 de enero de 2012
POLITICA PUBLICA EN EL SECTOR PESQUERO
LAS CIFRAS
La ejecución presupuestal del sector Producción de los últimos once años constituyen una ecuación fría y objetiva de la eficiencia de la administración pública referida en este caso puntual a la pesquería.
Más allá de presupuestos pobres, de contribuciones inadecuadas de la industria, y de ratios cuestionables, el hecho evidente es que la eficiencia en la ejecución del presupuesto tiene niveles deficientes.
Podría utilizarse ese argumento para juzgar que el sector no necesita de más presupuesto ni contribución de la industria pesquera en vista de la pobre capacidad de gasto demostrada; pero eso sería un análisis relativo e injusto. Más allá de que puede haber argumentos que justifiquen la pobre ejecución presupuestal, no se debe dejar de lado la cuestión ética y moral del debido aporte de la industria pesquera para con la sociedad civil por la extracción de recursos naturales.
En un Estado debidamente organizado, con una política definida y con la adecuada voluntad política de ejecutarla, cristalizado en un documento técnico de gestión como el Plan Estratégico Sectorial Multianual, que define objetivos, indicadores y metas para todo el quinquenio de gobierno, lo único que compete a los Titulares de Pliego es dedicar su gestión al cumplimiento de sus Planes Estratégicos y Operativos, puntualizando su acción y control en la eficiente ejecución del presupuesto.
Sería lo adecuado que los equipos que desempeñarán la gestión pública no tengan un alto índice de rotación sino que sea el menor posible a fin de formar grupos de trabajo expertos e identificados con las metas diseñadas por la voluntad del gobierno de turno.
La máxima expresión de eficiencia sería que las políticas fuesen de largo plazo y sean continuadas por los gobiernos sucesivos, de tal modo que las metas que no pueden alcanzarse en el corto plazo se continúen para alcanzarse en los plazos adecuados.
La estadística de los últimos once años evidencia no solamente poca eficiencia en el gasto público sino ausencia de políticas, de planes y objetivos que se agravan con una excesiva rotación de funcionarios. Cada vez que se cambia al Titular del Pliego, este movimiento genera relevos de casi todo el equipo lo que contribuye alarmantemente a pobres niveles de eficiencia en el planeamiento y ejecución del gasto.
Los políticos que asumen la cartera de Producción y de Pesquería no están obligados por norma alguna a continuar los planes (si los hubo) de su predecesor, lo que sumerge a la pesquería en una suerte de nave sin rumbo en un océano donde cada vez hay menos peces, mientras la población reclama cada vez mayor proteína y mayores fuentes de trabajo.
La meta principal en el sector, como mínimo, es trabajar para asegurar la eficiencia en la ejecución del gasto presupuestal. Esto implica capacidad de liderazgo y de gestión no solo del Titular del Pliego sino en los directores, que son los responsables directos de la ejecución.
Crear impacto en los medios de comunicación se ha venido convirtiendo en factor casi determinante del accionar y agenda de los funcionarios que desempeñan cargos de confianza, por cuanto una de las principales metas, al parecer, es conseguir una imagen mediática lo más aceptable posible para mantenerse en el cargo. Esta inclinación, generalmente, va en desmedro del trabajo eficiente y productivo, por cuanto se busca prioritariamente la aceptación de los medios y de los agentes del sector antes que ejecutar una política pública que podría significar granjearse enemistades y animadversiones de sectores minoritarios, entendiendo que se administra para beneficio de las mayorías.
En los últimos once años el sector Producción ha dejado de ejecutar casi 340 millones de soles, lo que deja mucho que desear de la eficiencia de sus funcionarios. Esta cifra es casi la mitad de la que se requiere para adecuar la infraestructura pesquera artesanal a la norma sanitaria y además ponerlos en óptimas condiciones operativas.
LA RAZONES POLITICAS
Cabe preguntarse si una de las razones es la alta rotación de funcionarios, o la mayor dedicación de tiempo a publicitarse en los medios de comunicación y con los agentes del sector en perjuicio de una mayor concentración en la ejecución de los planes operativos que disponen de una asignación presupuestal.
Otra razón puede ser el tiempo dedicado a inventar o diseñar nuevas políticas en ausencia de una política de Estado, o la discrecionalidad que evidencian los titulares de Pliego para imponer nuevas orientaciones estratégicas o políticas durante su gestión, que en los últimos 5 años ha sido, por cierto, muy breve o insuficiente por lo menos para ejecutar una Política de Estado que, por otro lado, también brilla por su ausencia.
A la precariedad y temporalidad del empleo de ministro, viceministro y director, debe sumarse la exposición que sufren no solo a los medios de comunicación, sino a toda la crítica maldiciente que existe en el sector y que se complace en el ataque y la crítica destructiva. Se añade a los lacayos que, probablemente pagados por sectores que se ven afectados de una u otra manera por la administración (especialmente si pretende introducir reformas), desatan campañas que incluyen ataques personales.
Es improbable que fuese casual la remoción del Ministro Burneo, justamente en el mismo mes que había dispuesto la realización de un estudio sobre la situación de los derechos de pesca en el país, que permita evaluar la conveniencia y necesidad de introducir un proyecto de ley de regalías pesqueras; y la asunción del control y fiscalización por parte del Ministerio reemplazando a los actuales operadores pagados por los propio s administrados. ¿Alguien con el poder e influencia suficiente sintió que sus privilegio sestaban siendo comprometidos y manipuló para lograr su salida del gabinete?
Factor importante es la existencia de casi 2,000 organizaciones sociales de pescadores artesanales que exigen y demandan tantas cosas que se hace imposible atenderlo a todos. Se suman los gremios privados que no solo efectúan demandas sino que pretenden dirigir el sector en la práctica, lo que configura un sector casi ingobernable.
Finalmente, al término de la gestión cada uno de los funcionarios designados enfrentará procesos investigatorios, juicios y demandas, algunos justificados y otros no porque se derivan del cumplimiento de funciones, a veces con una vehemencia que exige una velocidad mayor a la que el aparato público puede moverse debido a su propia estructura.
La cereza del postre es la inexistencia de un plan político, de un programa, de metas de largo plazo. Si los funcionarios designados disponen de la libertad de introducir sus propias ideas y criterios cada vez que asumen el cargo, el desgobierno se hace presente. Si el Presidente de la República y su entorno no impone una política y objetivos claros, el desgobierno se hace evidente. Si el entorno Presidencial ignora al sector pesquero, bien sea porque lo considera un sector “light” o por ausencia de información real, aún en la presunción de que exista un programa de gobierno para la pesquería, seguiríamos estando en un desgobierno sujeto a la discrecionalidad de los titulares de pliego, que en cualquier circunstancia, son empleados precarios, temporales y sin ningún forma de estabilidad o fecha de término de su gestión, la que pretenden prolongar haciéndose “populares” en los medios y las organizaciones sociales sectoriales.
No podría configurarse un sistema más perverso que el descrito. Es el escenario real en el cual se tiene que mover la administración pública del sector pesquero, para beneplácito de todos los maldicientes, críticos y analistas que jamás encontrarán al funcionario ideal, salvo que fuesen ellos mismos.
El presidente Humala, en Paraguay, calificó al Perú como un "país privatizado" y criticó que haya empresas con más plata que el Estado. "Debe haber un balance", añadió. Volvió a expresar su postura a favor de un Estado con mayor protagonismo en el Perú, al considerar que estamos en un "país privatizado", según explicó durante su alocución en la Cumbre Iberoamericana."Hemos pasado de tener un Estado empresario a un Estado débil (...) Y hablar del Estado era un pecado porque iba en contra de la corriente neoliberal", dijo Humala, quien criticó a ciertos sectores –"poderes fácticos", los llamó- que lo presionaron desde el día siguiente a su victoria en las elecciones presidencial.
Este término ha sido empleado juiciosamente por el Presidente de la República en un discurso en Paraguay, mas no dentro del Perú.
El Perú ha sido secularmente manipulado y dirigido por este tipo de poder en todos los sectores. El sector pesquero no es ajeno a este tipo de manipulación. Eso lo saben todos los agentes del sector y todos los funcionarios y empleados de la administración.
Más allá de la prueba y del hecho legal o ilegal que ello constituya, se impone la primacía de la realidad. Más allá de lo que digan o dejen de decir los medios, o quienes controlen a los medios, los lacayos y los maldicientes, todos saben que hasta Julio existía un estilo en el cual la fuerza y el poder generado por el dinero que mueve el sector, constituían factor determinante en la regulación del negocio pesquero. La salida del ex Ministro Burneo ha devuelto al sector al status anterior, que era lo que algunos deseaban y han conseguido.
EL RIESGO DE ASUMIR RESPONSABILIDADES POLITICAS
Un ejemplo del riesgo que corre quien de buena fe acepta un cargo público, entre otros riesgos, es el de la ex viceministra Rocío Barrios. A la salida de Burneo, se le pidió que continuase en el cargo a lo cual ella accedió si se respetaba al equipo que conformó, lo que fue aceptado. Sin embargo, pese a ello, varios de sus directores fueron reemplazados sin consultarle y sin su visto en la Resolución correspondiente, lo que enviaba un mensaje para que se fuera, innecesario por cierto, pues lo primero que hizo fue poner su cargo a disposición el primer día que asumió el nuevo Ministro. Ante dicha situación presentó su carta de renuncia irrevocable, la cual curiosamente no fue tramitada en algún nivel de la administración y más bien se publicó una RS en el cual se dejaba sin efecto su designación sin hacer referencia a su carta de renuncia. Lo que evidencia, que además de la precariedad y dificultad de ser autoridad, se está expuesto a vendettas de tipo político o provenientes de personajes influyentes, seguramente. No es lo mismo renunciar ante una coyuntura de inaceptables condiciones para continuar en el cargo, a que dejen sin efecto una designación. Pero...esas son nuestras formas “políticas”.
Todos los directores de PRODUCE, excepto dos, han sido reemplazados. Obviamente por el tiempo que dure la actual gestión, porque sin ninguna duda el ministro que reemplace al actual hará lo propio y así será sucesivamente. Los gurús, los lacayos a sueldo que defienden a quien les paga, los resentidos, los que todo lo saben y los frustrados, seguirán cumpliendo su rol de críticos descontentos. Seguirán actuando como falsos profetas sin propuestas técnicas susceptibles de ser convertidas en un documento de gestión pública.
Hasta que no haya un equipo con mística y vocación de servir al país, la pesca estará condenada a sufrir los embates ciegos de una Naturaleza que sonríe ante nuestras necedades y pequeñeces morales esperando su turno de pasarnos su factura y ahogar La Gran Transformación en un mar de visión limitada y desinterés.
El poder fáctico ha sido determinante en la historia de la pesca. Parece que seguirá siendo así, pese a las buenas intenciones del Presidente de la República. Se aprecia un problema de gestión y de desconocimiento de la realidad pesquera en todos los niveles de gobierno.
No es improvisando ni haciendo ofertas para ganar popularidad ni de lanzando ideas imposibles o ilusorias como se ordenará el sector, sino con una idea clara del futuro de la pesquería, convirtiendo ideas en planes estratégicos y operativos alineados con un presupuesto a través de los documentos técnicos vigentes en el aparato estatal. Existe toda una normativa y metodología para la ejecución presupuestal. Es iluso pensar que pueden introducirse modificaciones sustanciales si es que no tienen una partida presupuestal aprobada u otra fuente de financiamiento.
Al 28 de enero 2012 van 30 días sin que se designe un viceministro de Pesquería. Sin embargo se han designado directores de línea y asesores para el Despacho Viceministerial. ¿Qué margen de acción le deja este escenario al nuevo viceministro?
Somos todavía una tierra de caciques y de curacas. Nos fascina la sumisión ante los poderosos, no importa lo absurda que fuese la manera en que nos gobiernen. Es la principal debilidad del sistema, el cual se protege a sí mismo aprovechando la fascinación popular por la adoración a los caciques de turno y las ventajas temporales que cada quien pueda obtener de ellos.
Se hace más difícil cada vez entender realmente el significado de La Gran Transformación, que fue el argumento bandera de la campaña electoral.
En el caso del sector Pesca ¿hay ingenuidad, desconocimiento, o sutil manipulación?
En cualquier caso, las evidencias apuntan a tener cinco años más de lo mismo. La Sociedad civil tiene que aprender a reaccionar ante promesas que no se cumplen.
5 de enero de 2012
¿POR QUÉ PAGAR MÁS DE US$700.000 POR UN ATÚN ROJO?
Kiyoshi Kimura pagó más de US$2.700 por kilo de atún rojo para sus restaurantes de sushi.
Un atún rojo fue vendido por el precio récord de US$736.000 en Japón. La cifra casi duplica el máximo precio pagado hasta ahora por un ejemplar de esta especie amenazada, cuya pesca es motivo de intensa controversia a nivel internacional.
El atún rojo es utilizado para elaborar un tipo de sushi altamente cotizado por consumidores nipones.
Fue precisamente el dueño de una cadena de restaurantes de sushi, Kiyoshi Kimura, quien pagó el elevado monto en la primera subasta del año en el tradicional mercado de pescado de Tsukiji, en Tokio.
El pez también batió el récord de precio pagado por kilo. El atún pesó cerca de 269 kilogramos, por lo que el monto desembolsado por Kimura equivale a más de US$2.700 por kilo.
Hasta ahora, Japón ha resistido propuestas internacionales de suspender el comercio del atún rojo atlántico (T. thynnus), alegando que ello devastaría su economía.
El atun rojo atlántico es una especie amenazada. Japón ha venido resistiendo esfuerzos internacionales para suspender su pesca.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN, dijo en 2011 que cinco de las ocho especies de atún están en riesgo incluyendo el atún rojo atlántico, clasificado como especie amenazada, y el atún rojo del sur (Thunnus maccoyii), clasificado como especie en peligro crítico.
De acuerdo a la IUCN, "existe falta de voluntad, alentada por precios altos, para proteger a estas especies de la sobrepesca. Muchas poblaciones son explotadas por compañías pesqueras multinacionales cuya regulación, desde un punto de vista político, es extremadamente difícil".
"Todas las tres especies existentes de atún rojo son susceptibles de colapsar si se continúa con la pesca excesiva. El atún rojo del Sur ya ha prácticamente colapsado y hay pocas esperanzas de que se recupere", dijo Kent Carpenter, integrante de la Unidad de Biodiversidad Marina de la IUCN.
Controversia
La tradicional primera subasta en el mercado de Tsukiji es parte de las celebraciones de año nuevo niponas.
Japón es el mayor consumidor de pescado en el mundo. Se estima que cerca del 80% del atún rojo pescado en el Atlántico y el Pacífico acaba en platos japoneses.
El pez fue capturado cerca de la costa de Oma, en la prefectura de Aomori, al norte de la costa que fue devastada por el tsunami del año pasado.
Kimura dijo que su oferta fue un esfuerzo por animar el espíritu de Japón y ayudar al país a recuperarse. También dijo querer asegurar que el ejemplar "se quedara en Japón y no acabara en el extranjero".
El 80% del atún rojo pescado en el Atlántico y el Pacífico acaba en platos japoneses.
El récord anterior había sido marcado por un atún rojo de 342 kilos capturado en la costa de la isla de Hokkaido, en el norte del país, que fue vendido por US$400.000.
La pesca del atún rojo ha alcanzado niveles tan altos, que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, ICCAT por sus siglas en inglés, decidió el año pasado introducir un nuevo sistema electrónico para registrar las capturas.
Un informe del centro de estudios Pew Environment Group en Estados Unidos, halló que la cantidad de atún rojo del Mediterráneo que ingresó al mercado en 2011 fue 140% superior de lo que se declaró oficialmente, fundamentalmente debido a que el sistema actual de registro en papel es muy fácil de burlar.
8 de diciembre de 2011
Sunat pone en la mira al sector pesquero
Los contribuyentes del sector pesquero que poseen embarcaciones y plantas pesqueras deben prestar especial atención a las deducciones que vienen realizando como gasto, para efecto del Impuesto a la Renta, en especial con la amortización de intangibles correspondientes al precio pagado por la adquisición del “Permiso de Pesca” y/o la “Licencia para la Operación de Plantas de Procesamiento de Productos Pesqueros”, informó la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).
En este sentido, la Sunat anunció que ha iniciado una campaña a través de esquelas inductivas, alertando respecto a la detección de deducciones indebidas. Los contribuyentes que reciban este tipo de comunicación tienen la oportunidad de regularizar los tributos omitidos de manera voluntaria.
“Si no realizan la subsanación respectiva, la Administración Tributaria procederá a la ejecución de la respectiva fiscalización con el fin de determinar la deuda tributaria que les corresponda”, afirma.
Estas acciones se sustentan en lo precisado por la Sunat mediante el Informe N° 010-2011-SUNAT/2B000, del 27 de enero de 2011, en el que se ha concluido que el permiso de pesca otorgado a un armador pesquero es un activo intangible de duración ilimitada, por lo cual el precio pagado por su adquisición, bajo cualquier modalidad de financiamiento, no puede considerarse deducible para determinar la renta neta de la empresa.
Asimismo mediante Informe N° 057-2011-SUNAT/2B0000, del 24 de mayo de 2011, la Sunat ha establecido que el precio pagado por las licencias otorgadas para plantas pesqueras tampoco es deducible para determinar la renta neta de la empresa.
Comentario: La administración tributaria debiera ir más allá. Las utilidades reportadas por el sector merecen ser mejor analizadas para entender porqué su contribución por impuesto a la renta de tercera categoría es tan pobre.
26 de noviembre de 2011
La derogatoria del Régimen Especial de Pesca en el sur del Perú: las ventanas de penetración
Mediante Decreto Supremo N° 003-2008-PRODUCE, modificado por el Decreto Supremo N° 019-2008-PRODUCE, se estableció un Régimen Especial de Pesca (REP) del recurso Anchoveta aplicable a aquellas embarcaciones pesqueras cerqueras de mayor escala con permiso de pesca vigente, que operen exclusivamente en la zona comprendida entre los 16° 00´ Latitud Sur y el extremo sur de nuestro dominio marítimo.
El mencionado Decreto Supremo, dispuso que los Gobiernos Regionales ubicados a lo largo del litoral comprendidos en dicho Régimen Especial de Pesca, se hallaban facultados para formalizar su participación ante el Ministerio de la Producción; preceptuando, además, que en caso de que un Gobierno Regional no formalizara tal participación, las actividades extractivas sólo podían realizarse a partir de las 5 millas de la línea de costa en la zona geográfica que corresponda.
Así mismo, el referido dispositivo legal creó el Fondo para la Promoción de la Pesca Artesanal (PROSUR), como mecanismo de promoción y desarrollo de la actividad pesquera artesanal y de aquellos proyectos tendientes a beneficiar a miembros integrantes de las Organizaciones Sociales de Pescadores Artesanales (OSPAs) ubicadas en la zona sur del país. Este Fondo se constituyó mediante aportes privados generados por la aplicación del señalado REP de anchoveta y sería repartido en partes iguales entre los Departamentos cuyos Gobiernos Regionales formalizaran su participación en el REP.
Ya en fechas anteriores a la asunción del nuevo Gobierno Nacional, el aludido Régimen Especial de Pesca del recurso Anchoveta, había quedado prácticamente desactivado, considerando que el Gobierno Regional de Moquegua, mediante Acuerdo de su Consejo Regional N° 026-2010-CR/GRM, adoptado con fecha 10 de Mayo del 2010; y, el Gobierno Regional de Tacna, mediante Acuerdo de su Consejo Regional N° AR12-2011-CR/GRTACNA, adoptado con fecha 15 de Junio de 2011, decidieron dejar sin efecto el Acta y el Convenio que fuera suscrito entre ellos y el Ministerio de la Producción respecto del mencionado REP. El Gobierno Regional de Arequipa en ningún momento formalizó ni participó en el dicho Régimen Especial de Pesca asumiendo una actitud responsable de defensa de las 5 millas marinas como zona protegida.
Si las actividades extractivas de mayor escala en zonas distintas a las autorizadas a dichas embarcaciones en el Régimen Especial de Pesca, sólo podían ser llevadas a cabo siempre que se contara con la participación de los Gobiernos Regionales ubicados a lo largo del litoral, carecía de objeto mantener vigente dicho Régimen en vista de la circunstancia de haber cesado la participación voluntaria de los Gobiernos Regionales concernidos. Por tanto, PRODUCE simplemente ha cumplido con formalizar mediante Decreto Supremo N° 015-2011-PRODUCE, una situación pesquera cuyo ordenamiento dejó de tener propósitos definidos en razón de la manifiesta ausencia de voluntad de los Gobiernos Regionales de Arequipa, Moguegua y Tacna para participar en dicho Régimen.
El problema fondo, por lo tanto, no estriba en que Chile capture la anchoveta que Perú deja de capturar, sino en el impacto que dichas capturas causan sobre el ecosistema costero y sobre las poblaciones de peces que alimentan a la sociedad civil y permiten la subsistencia de la pesca artesanal. Finalmente Chile es dueño de hacer lo que desee en su Zona Económica Exclusiva, respetando o no las consideraciones científicas, a las cuales no está formalmente obligado de acuerdo a sus normas vigentes, con los resultados que se aprecian en sus pesquerías.
Quien pretende validar la presencia de pesca industrial dentro de las 5 millas, sin considerar el daño que le causa al ecosistema y a la Nación en su conjunto, solamente avizora un horizonte mercantilista de corto plazo sin medir las consecuencias futuras.
Acceda a la problemática completa aquí:
6 de noviembre de 2011
Contradicciones en Chimbote
CONTRADICCIONES
En realidad llama la atención la protesta que han iniciado los pescadores artesanales contra las inspecciones que ha dispuesto el Ministerio de la Producción con la finalidad de contrarrestar la elaboración de harina negra. Y, es que esos mismos pescadores artesanales, que curiosamente hoy lavan banderas en la Plaza de Armas en rechazo a los que protestan contra la corrupción, son los mismos que hace algunos meses atrás demandaban que PRODUCE realice inspecciones para detener la pesca ilegal y la elaboración de harina de pescado en base a las especies de consumo humano.
Algo ha tenido que pasar para que esos mismos pescadores ahora rechacen las inspecciones, peor aun cuando esas inspecciones se realizan en las chatas de desembarco de las fábricas de harina residual. Lo cierto es que estas inspecciones se realizan por lo que se conoce como desvío ilegal de la pesca de anchoveta destinada al consumo humano para la elaboración de harina residual. Ello se hace bajo el pretexto de la existencia de un descarte compuesto generalmente por pesca malograda que ya no está en condiciones de ser utilizada en la elaboración de conservas de pescado, sin embargo, existe un principio por el cual la pesca artesanal no debe tener anchoveta descompuesta porque se supone que zarpan con reservas de hielo suficientes como para conservar la especie.
Si existen saldos de pescado descompuesto es porque los propios pescadores y armadores promueven este deterioro del cardumen con la finalidad de justificar su venta a las fábricas de harina residual. Esa es una ventana para promover la harina negra, de ninguna manera se puede permitir, por ello es que los que han saltado son los pescadores que defienden intereses de quienes verdaderamente distorsionan el correcto manejo de la pesca de consumo humano. Lo que se pide es mas coherencia y consecuencia con lo que se dice a los pescadores artesanales.
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