El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
21 de marzo de 2013
Presidente peruano enfrenta a grandes empresas pesqueras
El presidente peruano, Ollanta Humala,
enfrenta hoy a grandes empresas pesqueras, por su decisión de proteger la pesca
artesanal para consumo humano y restringir las capturas en gran escala para
producción de harina de pescado.
"No depredemos nuestro mar,
que el pez grande no se coma al chico", fue la metáfora que usó ayer el
mandatario al defender su posición de obligar a las empresas que pescan
anchoveta para producir harina de pescado -usada como alimento de aves y
ganado- a hacerlo solo desde cinco millas mar afuera.
Argumentó que la pesca artesanal,
a la que está reservada esa franja de mar adyacente a la costa, sirve para
combatir la desnutrición infantil, al pescar especies, incluida la anchoveta
-variedad de anchoa- para consumo humano directo.
"Nosotros defendemos el
interés nacional que implica el consumo humano, el consumo directo de la pesca
que va al estómago de nuestros hijos", dijo el gobernante, al inaugurar un
atracadero para pescadores artesanales en la sureña localidad costera de
Paracas.
La posición del jefe de Estado es
combatida en una intensa campaña mediática de grandes empresas pesqueras, que
alegan que las medidas restrictivas no se justifican y les impiden capturas que
terminan migrando al sur empujadas por corrientes marinas hacia Chile.
Tal argumento busca sensibilizar
a la opinión pública con el supuesto que la medida gubernamental favorece al
vecino país en desmedro de la industria pesquera.
Sin embargo, el exministro de
Pesquería Juan Rebaza, un experto en la materia, ridiculizó ese argumento, al
señalar que es falso que los cardúmenes de anchoveta sean arrastrados a Chile,
pues la corriente marina de Humboldt avanza en sentido contrario, de sur a
norte.
Rebaza exhortó a Humala a
mantener firme su posición frente a las grandes empresas pesqueras y recordó
que varias de estas son investigadas por lavado de activos de oscuro origen, lo
que alude a casos en los que embarcaciones pesqueras fueron usadas para
operaciones de narcotráfico.
Fuente:
16 de marzo de 2013
El papel del pueblo peruano en el enfrentamiento pesquero
La sociedad peruana asiste
en las últimas semanas a un enfrentamiento mediático entre la industria
pesquera y el Estado Peruano por diversos motivos que, según unos, dañan los
intereses de la industria y según otros dañan los intereses del país.
Retórica, chauvinismo,
argumentos técnicos, un lenguaje cursado entre ambos contendientes y una
sociedad civil que asiste al espectáculo sin entender mayormente de qué trata,
porque cuando de la pesca se habla, lo
único que nos han enseñado durante años es que somos los mejores del mundo
porque exportamos mucho y porque somos los primeros productores de harina de
pescado en el mundo.
Más allá de eso es poco lo
que el pueblo peruano conoce de la pesca y es más poco el interés que le causa.
Su principal preocupación es que cada día hay menos pescado en los mercados,
que es cada vez más caro y que los precios del ceviche alcanzan precios
demasiado elevados, mucho más que unos años atrás.
Tal vez para entender mejor
el asunto sería útil que cada ciudadano peruano conozca qué ha ganado con la
pesca. Esto puede lograrse mirando cuánto dinero procedente del canon pesquero
ha recibido. Puede saberse a través del reparto del canon pesquero hecho a las
Municipalidades del Perú en 2012, como muestra.
Cada persona puede ubicar
la Municipalidad en la que vive y ver la cantidad de dinero que la pesca le ha
generado. Si en la relación no ubica a su Municipalidad es porque por alguna
razón el sistema define que no le corresponde, o sea que no todos los peruanos
reciben algo del canon pesquero.
Si las cifras repartidas
son bajas, es porque la recaudación de impuesto a la renta y por derechos de
pesca es baja también.
Por lo tanto, aunque no se
entienda las razones del conflicto ni los argumentos de unos y otros, lo que sí
podemos entender es cuánto dinero hemos recibido procedente de la industria
pesquera.
Debemos tener presente que
en los últimos años las exportaciones pesqueras han alcanzo un promedio de 3
mil millones de dólares anuales o sea más o menos 7 mil seiscientos cincuenta millones
de soles. El canon repartido a algunas Municipalidades del Perú ha sido de 119
millones seiscientos noventicuatro mil seiscientos cuarentitres mil soles. O
sea el 1.56% en el año 2012.
Si se trata de tomar partido por la industria o por el Estado, ¿El pueblo peruano debería apoyar a la industria o a la autoridad?
En la guerra desatada entre el Gobierno y la industria pesquera que llena titulares de prensa y programas de televisión buscando dar a conocer cada quien sus razones, es evidente que se pretende informar a la población sobre lo que viene ocurriendo para hacer presión o buscar respaldo. Pero como efecto de esta difusión, ¿de qué lado debe estar cada peruano y cómo podrían expresar su respaldo a uno u otro bando?
Si se trata de tomar partido por la industria o por el Estado, ¿El pueblo peruano debería apoyar a la industria o a la autoridad?
En la guerra desatada entre el Gobierno y la industria pesquera que llena titulares de prensa y programas de televisión buscando dar a conocer cada quien sus razones, es evidente que se pretende informar a la población sobre lo que viene ocurriendo para hacer presión o buscar respaldo. Pero como efecto de esta difusión, ¿de qué lado debe estar cada peruano y cómo podrían expresar su respaldo a uno u otro bando?
¿Quiere saber cuánto recibió la Municipalidad donde
usted vive en 2012?
Léalo en el siguiente link:
12 de marzo de 2013
YO NO PESCADOR
Yo soy el pueblo peruano,
no soy pescador; pero las leyes vigentes dicen que el pescado es patrimonio de
la Nación, o sea que es mío y que el Estado lo administra y permite que algunos
lo pesquen.
Hoy día los que pescan,
grandes y chicos se quejan pelean y exigen al Gobierno que los dejen pescar más
o donde quieren…no lo sé. No me interesa tampoco el detalle técnico, legal o
macroeconómico porque no lo entiendo. Soy solamente el pueblo peruano, dueño
del pescado del mar, ríos y lagunas de mi tierra. Lo que me interesa saber es
cuanto recibo yo por cada kilo de pescado que unos pocos se llevan de mi mar,
ríos y lagunas.
Yo no soy pescador, no
trabajo para la pesca ni las empresas pesqueras son mis clientes ni mis
proveedores, así que no recibo nada directamente de ellos. Solo recibo los
beneficios de los impuestos que ellos pagan y que el Estado distribuye o
invierte en infraestructura. Pero ante la bulla en los medios de comunicación
por mi pescado, quisiera que el Estado me diga cuantos pescadores hay, cuanto
pescado se llevan cada año y cuanto me pagan a mí, el dueño del pescado, por lo
que se llevan. Sé que deben pagar un impuesto por sus ganancias que se llama
renta de tercera categoría y que de ahí la mitad se va al canon pesquero; pero
quiero saber cuánta utilidad tiene cada uno de ellos y cuánto impuesto pagan.
No quiero saber grandes cosas, solo una puntual: cuánto pagó cada uno. Sé
también que algunos, no todos, pagan unos derechos de pesca, de los cuales la
mitad se va también al canon pesquero y la otra mitad se queda en el
Ministerio. Quiero saber cuánto pagó cada uno y quiénes no pagaron porque no
quisieron o porque la norma no los obliga a pagar. Quiero saber en que gastaron
el dinero del canon los gobiernos regionales y las Municipalidades. Quiero
saber en qué se gastó su mitad el Ministerio.
Finalmente solo quiero
saber cuánto dinero recibe cada habitante del Perú, o sea los dueños del
pescado por cada kilo con el cual unos cuantos ganan dinero. Así como dicen el
consumo per cápita de pescado, quiero saber cuánto gané por cada kilo de
pescado capturado. Quiero inclusión, como dice el Presidente. Quiero que me
incluyan en las ganancias del negocio pesquero en forma justa.
Quiero saber cuánto cuesta
limpiar las bahías contaminadas por plantas y lanchas, cuándo las limpiarán y
cuánto costará, así como saber quién pagará por esa limpieza y hasta cuándo
deberemos soportar la contaminación del humo y los olores de las plantas.
Quiero saberlo para decidir
si esas gentes que salen en televisión a reclamar y argumentar con técnica, ley o economía, tienen el
derecho moral a reclamar sobre pescados que son míos y por los cuales yo debo
recibir algo. Por eso quiero saber cuánto recibo y cuánto cuesta reparar el
daño que le causan a mi mar, ríos o lagunas. Quiero saber si estoy ganando o
estoy perdiendo y si solamente algunos están ganado a expensas mías, yo que soy
el pueblo peruano, desorganizado y sin defensor alguno.
Y si yo tengo que reclamar
y quejarme, así como hacen ellos, también me sentiré con no solo el derecho,
sino con el deber de organizarme y salir a reclamar, bien sea directamente como
pueblo o a través de mis organizaciones sociales o gobiernos locales. Si yo no
puedo participar en las grandes decisiones, quiero que mi Gobierno me
represente y defienda mis intereses. Si mi gobierno me defiende bien, yo lo
apoyaré. Si no me defiende bien, tendré que defenderme sólo de alguna manera.
Pero no quiero ser un convidado de piedra en un negocio en el cual unos pocos
ganan nada más y yo, el dueño, gano nada, gano poco, o una cantidad injusta y/o
no se invierten bien mis ganancias.
También quiero entender porqué hay poco pescado para comer y además caro si todos dicen que somos un país pesquero, el más grande productor de harina de pescado del mundo.
9 de marzo de 2013
Quién pierde en el sur del Perú: ¿el país o la industria?
La
ambición por la producción de harina de anchoveta en la zona sur del Perú, ha
conducido a una especie de guerra asimétrica entre la industria harinera y las
autoridades de Pesquería. Guerra que, si nos atenemos a los antecedentes
históricos, no podría ganar la administración actual debido a que los medios
que tiene a su disposición el lobby pesquero superan largamente la capacidad de
reacción y de respuesta del Estado. Mientras Palacio de Gobierno no exprese
directamente voluntad y decisión políticas de introducir reformas sustanciales
en la pesca, respaldando públicamente a sus autoridades, lo más probable es que
en última instancia un bloqueo de carreteras con cierta dosis de gravedad provoque
la caída de la Ministra.
Si su
sucesor continúa la línea de trabajo, correría la misma suerte. Si es una
persona que va a defender los intereses de la industria, se iniciaría una
marcha atrás en muchas reformas y se volvería a más de lo mismo. Que es lo que
muchos esperan pacientemente: que termine esta gestión para volver a lo de
antes asegurando los intereses de una industria poco aportante a la economía
del país.
Es el
precio que el país paga por carecer de políticas de Estado de largo plazo y del
coraje necesario para imponer voluntad y decisión políticas que favorezcan al
país y no a pequeños grupos que tienen la capacidad de desarrollar campañas
mediáticas con recursos ilimitados.
El día 9
de marzo 2013 en RPP Raúl Vargas entrevistó a la Ministra de la Producción
sobre la problemática pesquera de la coyuntura. El señor Vargas deslizó la idea
de que pese a que sea harina de pescado lo que se exporta, trae divisas para el
país. Expresa muy bien lo que la prensa cree o piensa: que exportar per se es
bueno para el país, sin profundizar en el análisis de las diferencias entre
sectores, y sin pretender siquiera analizar la real contribución de la
industria harinera. Lo que el señor Vargas debiera preguntar es cuánto impuesto
a la renta ha pagado la industria harinera; cuanto han aportado por derechos de
pesca y cuánto dinero le ha devuelto el Estado.
La
cantidad de divisas que ingrese al país es irrelevante. No es dinero del país,
sino de la empresa. Lo que cuenta es la recaudación tributaria.
La
ministra esgrimió argumentos técnicos pero también omite en su análisis cuál es
la ganancia del país en el negocio harinero del sur del Perú.
La
autoridad administrativa, tributaria y laboral deberían hacer una exposición
conjunta y demostrarle al país cuánto empleo genera la industria en la zona,
cuánto del mismo es formal e informal, cuántos impuestos pagan, cuántos
impuestos les devuelven, cuál es el impacto de la extracción de anchoveta en el
ecosistema así como cuál es el impacto contaminante de la industria.
El
aparato estatal pelea sus guerras aislado, no se integran sectores que por la
naturaleza de sus funciones debieran trabajar juntos. Sus adversarios sí se
unen: plantas, flota, población, pescadores, todo lo que la capacidad del lobby
pueda reunir para enfrentar a un Estado desarticulado y tímido.
Cifras y
hechos concretos son los que deben exponerse para demostrar didácticamente a la
sociedad civil que dejar de hacer harina en el sur no es tan grave como el
lobby pesquero viene diciendo. El argumento de que lo que dejamos de pescar
favorece a Chile no es sino exacerbar el antichilenismo natural que existe en
el Perú, pero es irrelevante desde este análisis.
Lanzar
cifras de pérdidas como las aparecidas en algunos medios en los últimos días es
una grotesca manipulación de los números.
Con el
objeto de enfocar integralmente el asunto y entender qué es lo que está en
juego y quienes son todos los beneficiados de este régimen, es pertinente
analizar el volumen y tamaño de las plantas procesadores de harina en la zona
sur, así como los ingresos que las regiones del sur perciben como canon
pesquero, que es realmente el único beneficio de las gobiernos locales y
regionales.
Toda la
problemática, tiempo consumido, horas empleadas y atención brindada alrededor
de este tema, finalmente giran sobre los intereses de 17 plantas reductoras de
harina de pescado que pertenecen a 13 empresas de las cuales el 62% de la
capacidad de producción está concentrada en 4 de ellas.
17
Plantas de harina, algunas de las cuales tienen una capacidad muy pequeña, como
se ve en el cuadro, no significan una fuente generadora de empleo significativa,
como tampoco empleos indirectos trascendentes.
¿Pierde el Perú con dejar de pescar anchoveta en el sur para la harina?
Desde el punto de vista ecosistémico y medioambiental ganaría mucho.
Desde el punto de vista tributario lo que dejaría de cobrar es insignificante frente al costo de los pasivos ambientales que deja la industria.
Los siguientes links complementan esta información:
http://www.revistapescaperu.com/index.php/informes/432-300-millones
http://www.issuu.com/revistapesca/docs/iel_regimen_especial_de_pesca_en_el_sur_del_peru
http://www.issuu.com/revistapesca/docs/el_regimen_especial_de_pesca_de_anchoveta_en_el_su
http://elmarabierto.blogspot.com/2012/10/300-millones-que-perderia-el-peru-en-la.html
http://www.revistapescaperu.com/index.php/informes/509-120-millones
Los siguientes links complementan esta información:
http://www.revistapescaperu.com/index.php/informes/432-300-millones
http://www.issuu.com/revistapesca/docs/iel_regimen_especial_de_pesca_en_el_sur_del_peru
http://www.issuu.com/revistapesca/docs/el_regimen_especial_de_pesca_de_anchoveta_en_el_su
http://elmarabierto.blogspot.com/2012/10/300-millones-que-perderia-el-peru-en-la.html
http://www.revistapescaperu.com/index.php/informes/509-120-millones
8 de marzo de 2013
Pesca, política y conveniencias
Los antecedentes indican
que las autoridades pesqueras le tienen terror a las protestas, y procura
aplacarlas lo más pronto posible dictando las medidas que le son impuestas por
los administrados, como ocurrió en abril del 2012.
Por tanto, sería
políticamente inconveniente introducir
regulaciones o normas que puedan generar bloqueos de carreteras. En relación al
DS 005-2012-PRODUCE y las recientes normas
de régimen especial de pesca en el sur del Perú ¿cuáles han sido los criterios
determinantes para su promulgación?
¿Prima la conveniencia
política antes que la sostenibilidad de los recursos pesqueros, antes que la
ética, antes que la moralidad, antes que la ciencia y antes que la justicia?
Algunos conceptos como los
siguientes, no forman parte de la agenda, quizá por la razón expuesta en el
párrafo precedente:
·
La pesca artesanal produce mortalidad en los
recursos pesqueros al igual que cualquier otro actor pesquero.
·
El esfuerzo pesquero del sector artesanal ha
crecido tanto que supera largamente los límites de sostenibilidad de cualquier
recurso disponible.
·
Ningún recurso puede ni debe ser de libre
acceso.
·
El esfuerzo pesquero es el factor a ser
medido y regulado, sin importar quién es el agente.
·
Todos los pescadores deben pagar derechos de
pesca.
·
Pescar es un privilegio no un derecho.
·
La pesca debe pagar regalías.
·
Incentivar la venta al mercado interno
poniéndola en igualdad de condiciones competitivas con la exportación de
productos pesqueros.
·
Ampliación del horizonte de investigación
del ente científico hacia todas las especies existentes que son materia de
extracción sin regulación de cuota anual permisible.
Es curioso, como el sector denominado
artesanal no tenga regulación efectiva
alguna relacionada con la sostenibilidad de los recursos, salvo una muy
reciente respecto a la anchoveta.
Quien pesca provoca
mortalidad. Poco importa si la norma lo llama pescador artesanal o pescador industrial;
ambos bandos matan peces.
Legalmente solo los divide
una línea mal trazada por una norma que valora eslora, manga, potencia, tamaño
de bodega o parecidos y una franja de 5 millas, donde solo le esta permitido
operar a los artesanales. (los artesanales no están regulados)
Una embarcación grande
pesca más que una chica; pero muchas embarcaciones chicas pescan mucho más aún,
y matan y depredan donde los grandes no llegan.
La actividad extractiva
industrial harinera mata anchoveta principalmente; y está regulada. La
actividad extractiva artesanal mata especies de consumo humano y no está
regulada.
La falta de regulación en
términos de sostenibilidad afecta a los pescadores artesanales, quienes aún no
toman conciencia que hay demasiados pescadores para tan poca especie
disponible.
Al pescador artesanal se le
debiera definir legalmente como aquella persona que pesca para alimentarse
directamente y para subsistir, usando herramientas manuales y su propia fuerza
física. Si se mecaniza, deja de serlo.
Por el contrario, se debe
definir que aquellas personas que pescan con asistencia mecánica o por encima
de su capacidad de consumo individual lo hacen por negocio y por tanto debiera
denominárseles pescadores comerciales y estar sujetos a regulación respecto a
las cantidades máximas que están facultados a extraer.
A toda la pesquería
comercial debiera asignársele cuotas máximas de captura por especie, por
caladero, puerto o región de desembarque.
Sucede que actualmente la
actividad de los llamados pescadores artesanales es inequívocamente con
propósitos comerciales y faenan sin medida
hasta que agotan o desaparece su recurso objetivo.
Debiera proponerse y
adoptarse medidas para recuperar las biomasas objetivo para consumo humano,
revisar y discutir la vigencia y validez de mecanismos de manejo pesquero como
es el "libre acceso" o las "5 millas" y evaluar una opción
de manejo resultante de regular el acceso a los recursos mediante cuotas por
especie y por caladeros.
6 de marzo de 2013
Mitos y verdades de los peces de las profundidades
Los habitantes de las profundidades de los océanos han dado pie para todo tipo de leyendas..
En la actualidad se conocen alrededor de dos millones de especies vivas en el planeta, y es previsible que, en el futuro, el hombre pueda llegar a reconocer hasta diez millones de especies distintas en tierra y mar.
El pasado 7 de enero del 2013 la cadena japonesa ‘NHK’ y la estadounidense ‘Discovery Channel’ dieron un paso adelante al grabar, por primera vez en las profundidades marinas, al calamar gigante, uno de los animales más misteriosos del mundo.
Este acontecimiento dio la vuelta al mundo y puso en pie a la comunidad científica, para la cual esta filmación supuso un avance en el conocimiento sobre este misterioso animal.
Grabar a un ejemplar de calamar gigante (Architeuthis) ha sido un "gran evento" pero aún queda mucho por hacer y así lo cuenta el presidente del Cepesma (Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas), Luis Laria, para quien aún se desconocen datos importantes sobre el comportamiento de este animal: su forma de copular, su reproducción o su relación con otros de su misma especie...
Lea la nota completa en la revista Pesca de marzo en el siguiente link:
1 de marzo de 2013
Reflexiones en la coyuntura
En algún momento la
Sociedad Civil deberá evaluar la realidad de la industria pesquera en relación
con el impacto que causa al medio ambiente y al ecosistema, y su real
contribución con el país, el empleo y la calidad del empleo que ofrece.
El reconocimiento de la
realidad deberá indicarle un rumbo de acciones a seguir para exigir una reforma
sustancial en la pesquería del Perú que induzca al gobierno de turno a prestar
la atención debida al sector.
El problema no es nuevo de
ninguna manera, lo que pasa es que hoy cambió de escala. Es así que las
ganancias de la industria han crecido y crecido en medio de una sociedad
pesquera de doble moral revestida de un enchape de valores éticos y morales,
plenos de pesca responsable, convencidos
de que la transgresión a la ley no es aquella que, por ejemplo, se comete
cuando se acepta pescar ejemplares por debajo de las tallas reglamentarias,
inventando sofismas conceptuales para engañarse a si mismos.
El día que tengamos claro
que sólo las instituciones gremiales legítimamente representativas con un
sólido código ético y de principios que expulsen y discriminen a los malos
elementos, es la única manera de poner las cosas en su sitio; y que solo por la
puerta del respeto a los principios ingresaremos a la senda del desarrollo,
seremos una pesquería moralmente aceptable. Mientras tanto, viviremos en una
sociedad pesquera relajada en la que ser un funcionario, o un industrial de
principios es, casi, estar condenado a ser una especie en extinción, mientras que
sacar ventaja y sacavueltear a la ley y a los demás es el paradigma del hombre
que va para adelante y que de alguna forma la sociedad civil consiente y
auspicia con su silencio cómplice.
El problema pesquero es
complejo, pero más que de leyes y de marco normativo, es de personas, es de principios, es de impunidad,
es de promiscuidad, es de políticos irresponsables y/o con iniciativas aisladas
porque desconocen la integralidad de los temas sobre los que hablan, es de
irrespeto por los derechos ajenos. Por eso
ante acciones que vienen rompiendo esquemas, se espera con ansias el relevo de la actual
administración. ¿Cederá Palacio ante presiones, críticas y el lobby pesquero?
El gobierno, impulsado por
la Sociedad Civil, por el estado de salud del ecosistema, o por decisión
propia, deberá definir una política de Estado desde Palacio de Gobierno y
designar autoridades, a quienes deberá otorgar todo el apoyo del poder
constitucional, para aplicar y actuar
sobre el fondo de una situación de facto
que, por donde se le mire, es solamente favorable al empresariado pesquero mas
no así para la Nación ni para los trabajadores de la industria.
Más allá de los argumentos
técnicos, legales, económicos o sociales que la industria o el Estado puedan
esgrimir para justificar las cifras actuales y el estatus vigente, lo cierto es
que en el futuro la Nación juzgará y reclamará a las generaciones de hoy la
ausencia de ética, moralidad y justicia distributiva en el manejo de recursos
naturales que no son propiedad de unos cuantos, sino patrimonio de toda una
colectividad nacional. Es posible que el mañana nos brinde un Gobierno que
imponga y establezca la moralidad en la
pesquería por encima de las cifras y los argumentos técnico legales, haciendo
lo que es impostergable hacer, entre otras cosas, la aplicación de regalías a
la extracción de recursos pesqueros, tal como se aplica a la minería.
Las cifras admiten
solamente variables numéricas. No incorporan argumentos éticos. Estos provienen
de gobiernos fuertes que se sustentan no solo en la voluntad popular, sino
también en la moralidad, la ética y la justicia.
Lea la nota completa en la
edición de marzo de la Revista Pesca en el siguiente link:
23 de febrero de 2013
La supervisión y fiscalización de la pesca
La
incipiente implementación de las Resoluciones Ministeriales Nº 498 y 499, que
facultan a la Dirección General de Supervisión y Fiscalización de PRODUCE, a
una directa y más trasparente labor de vigilancia y control de las pescas y
desembarques, que vienen comprobando ya, las denuncias sobre infracciones, que
las grandes industrias harineras han venido cometiendo desde hace años. TASA,
Pesquera Diamante, SFG Investment, Copeinca, Austral Group, EXALMAR y HAYDUK,
están siendo sancionadas por la captura de especies juveniles en grandes
proporciones, no permitiendo su natural reproducción y crecimiento. Estos
primeros resultados, han ocasionado reacciones, no solo de los actores directos
como la Sociedad Nacional de Pesquería, quien en comunicado público asegura no
poder prever la longitud de la anchoveta pescada, culpando a IMARPE, a la cual
jamás sugirieron recortes de cuotas o vedas necesarias. Mientras, el despistado
Presidente de la Comisión de Producción, Congresista Freddy Sarmiento,
planteaba crear una Superintendencia Nacional de Fiscalización Pesquera, cuando
ya existe una dirección especializada en PRODUCE, algunas lamentables
autoridades regionales, ensayan
procedimientos extraños para discrepar,
con el reordenamiento y honorabilidad que deben primar en la pesquería
nacional.
En Piura,
la DIREPRO, pretende monopolizar el control de la pesca, entorpeciendo la labor
de PRODUCE en forma sospechosa, pues en Paita por ejemplo, la “pesca negra” y
excesos de embarcaciones y plantas residuales, lindan con el delito, sin ningún
intento de imponer la ponderación; mientras en Sechura cuestionados
empresarios, detentan la propiedad de más de 70 embarcaciones de menor escala,
utilizando testaferros. Y en Moquegua, mientras la Directora de la DIREPRO,
participa en marchas callejeras en apoyo a los harineros sin ruborizarse, su
Presidente Regional, confiesa haber tenido discusiones con la Ministra Gladys
Triveño, y conversaciones con el primer Ministro y el propio Presidente de la
República, sin resultados, frente a su propuesta de permitirse la pesca
industrial al interior de las primeras 5 millas en la zona de Ilo, demostrando
su incapacidad en el tema pesquero. Además, siendo una región con grandes
recursos económicos, resulta inaudito no se haya provisto a sus 3 provincias,
de cámaras de refrigeración, para aprovechar la abundancia de recursos
pesqueros, y afrontar el hambre y desnutrición de sus pobladores en las
alturas. Recordemos que las grandes empresas harineras, no facturan ni aportan
impuestos en los puertos donde activan, evitando una mejor fiscalización,
mientras que las naves de menor escala, no pagan impuesto alguno; consideraciones que pareciera no incomodar a
las autoridades regionales.
Otras
conocidas irregularidades, como la pesca ilegal, la manipulación de las
balanzas, los excesos de bodegas, etc., empiezan a demostrarse, al igual que
innumerables embarcaciones de menor escala sin licencias, que pescan con inauditas
medidas cautelares. Pero mientras la ciudadanía, y gran parte de la prensa
empiezan a comprender los excesos en la pesquería nacional, se va evidenciando
la incomodidad de elementos que aprovechando el desorden del sector, han venido
obteniendo sendos dividendos de oscuros trámites.
Por: Juan Rebaza Carpio
15 de febrero de 2013
Pescado para el Perú, una forma de comenzar
Esta es la historia de un
joven peruano que, sin más apoyo que su propia inspiración y visión, apostó por
el abastecimiento de pescado al mercado interno peruano. Son estas las ideas
emprendedoras que el país necesita para satisfacer la demanda interna nacional,
que compite contra una competencia desleal de una industria que privilegia la
exportación alentada por la existencia de incentivos perversos.
Nuestra Historia
Todo empezó una madrugada
del invierno del 2008, en las peligrosas aguas de altamar de Piura. Cuando
nos aventuramos con un equipo de pescadores artesanales del Ñuro en
búsqueda de un gran “Merlin Negro” o un “Pez Espada”; pasaban las horas y no
había rastro de ningún tipo de pez, las gigantescas olas golpeaban la pequeña
embarcación y los mareos empezaron a dificultar la travesía; hasta que ocurrió
lo impensado; uno de los pescadores gritó que había picado uno grande; por una
hora estuvimos luchando por conseguir acercar ese enorme pez a la
embarcación, cuando ya lo teníamos a diez metros de distancia, grande fue
nuestra sorpresa, se trataba de un majestuoso y enorme Atún aleta
amarilla. Fue simplemente amor a primera vista.
Cuando estábamos regresando
a la costa, los pescadores nos comentaron contentos que este lindo atún lo iban
a vender a los comerciantes ecuatorianos, que los esperaban en sus cámaras
a orillas del muelle del Ñuro.
Toda esa experiencia nos
permitió entender la sacrificada vida de los humildes pescadores del Ñuro;
la admiración que sentíamos nos hizo retribuir esa vivencia comprándoles
el atún a un precio mayor del que podían conseguir con los comerciantes
ecuatorianos.
Cuando estábamos en la
costa no sabíamos qué hacer con tremendo pez, y se nos ocurrió llamar al
dueño de un exclusivo restaurante japonés en Lima, quien nos pidió que lo
enfriáramos y lo conservemos en una caja de tecnopor con algunas otras
especificaciones y se lo enviemos a Lima.
Así lo hicimos, cuando lo
recibieron se quedaron sorprendidos y encantados, nunca habían recibido un
atún de esas características, el resultado fue continuas llamadas pidiéndonos
más “Atun del Ñuro”, y nosotros, empezamos a enrumbar madrugada tras
madrugada con los admirables pescadores del Ñuro.
Es así, como
nace Freshest Perú.
A partir de
ahí nuestro trabajo fue hacernos los mejores proveedores de atún
fresco para sashimi de Lima, nos contactamos con los especialistas más
importantes de distintas partes del mundo, los cuales nos proveyeron de distintas
herramientas para capacitar a los pescadores, desde folletos, CDs, materiales
de investigación que nos ayudaron a aprenderlos procesos para conseguir un
producto de primerísima calidad.
Nos volvimos no
sólo los mejores proveedores del Perú; sino también, se nos abrieron las
puertas del mercado internacional.
Ahora competimos
internacionalmente, y lo más importante, el beneficio logrado para la comunidad
del Ñuro, que proveen un producto diferenciado, y con justo orgullo pueden
decir que no sólo tienen el mejor atún
del Peru, sino probablemente del mundo.
http://www.freshestperu.com/
14 de febrero de 2013
Pesca: Exportar o atender al mercado nacional?
Las
exportaciones pesqueras, además de no pagar IGV puesto que se restituye este
tributo, son incentivadas con un drawback, que no es sino un subsidio a la
exportación.
Lo
cual es útil en términos de promoción de exportaciones en general. Sin embargo
la autoridad correspondiente debería considerar no solamente incentivar y
premiar la exportación de proteína, sino colocar al mercado interno en igual de
condiciones aplicando un incentivo similar que estimule y premie la venta de
productos pesqueros al mercado interno. No es igual exportar espárragos, que
muy pocos comen en el país, que exportar pescado que sí todos comen o pueden
comer.
La
autoridad sectorial de siempre, menciona el incremento del consumo de pescado como
un objetivo, pero no presenta acciones concretas que muestren como alcanzarlo.
Más allá de una declaración lírica de buenas intenciones, lo real es que el
pescado es caro, no existe una red de frío a nivel nacional, ni una
infraestructura adecuada para comercialización que asegure la continuidad del
abastecimiento, la inocuidad y preservación de estos productos, así como el
incremento de su oferta. El Perú, “país pesquero”, carece de pescaderías o
tiendas especializadas en todo el país. Más allá de los mercados y
supermercados no se encuentra pescado en bodegas, tiendas y barrios, como de
hecho sí se encuentra pollo, carne y embutidos.
La
inversión privada es nula o pequeña en esta área porque para la industria es
más sencillo y beneficioso exportar estos productos. Las cifras así lo
confirman. El eliminar el drawback y/o crear nuevos estímulos para generar la
inversión en infraestructura de frío y el incremento de la oferta de pescado y
mariscos dentro del país resultaría coherente con el discurso oficial y una
política inclusiva.
La
demanda nacional existe; pero es insatisfecha debido a los altos precios y a la
ausencia de medios de distribución, almacenamiento y comercialización en todas
las ciudades del país.
Los
programas sociales no son una solución a largo plazo, como sí lo serían
mecanismos de promoción que hagan atractiva la creación de pequeñas o micro
empresas dedicadas a la comercialización interna de los recursos
hidrobiológicos del país.
Existiendo
necesidad y demanda de alimentos y de proteína, el Estado debe incentivar
negocios de este tipo y/o realizar inversiones en infraestructura de frío para
ser transferidas o vendidas al sector privado a fin de convertir este
abastecimiento en un negocio, que además genere empleo, extendiendo su actuación
a la capacitación en esta materia y a la educación al consumidor. La
introducción de regalías a la extracción debiera proporcionar el financiamiento
de esta inversión, así como para el mejoramiento de los DPAs.
La
exportación no debe analizarse solamente desde el punto de vista de la cantidad
de divisas generadas, (que son del exportador y no del país), sino desde la
perspectiva de cuánto impuesto ha pagado, deducido el drawback y la devolución
del IGV, así como el impacto desincentivador sobre el mercado nacional.
EPSEP
fue una experiencia exitosa desde la perspectiva de la atención del mercado
interno y la creación del hábito de consumo, de la cual debieran rescatarse sus
aspectos positivos para introducir un esquema similar hoy día.
El
aumento del consumo de pescado per cápita no se producirá con buenas
intenciones ni discursos. Se producirá con acciones que estimulen a potenciales
inversionistas a crear nuevos negocios y ganar dinero razonablemente, mientras
a la vez cumplen una función social de generar empleo e incrementar el consumo
de proteína en el país.
La
solución ideal es poner a la exportación y a las ventas internas en igualdad de
condiciones y estimular la inversión y consumo internos.
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