El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
3 de junio de 2017
REVISTA PESCA JUNIO 2017
El terminal pesquero del distrito de Villa María del
Triunfo fue clausurado el 28 de abril pasado por la Municipalidad del distrito
debido a varias infracciones. Lo curioso es que al día siguiente fue reabierto,
supuestamente por haber subsanado todas las deficiencias, lo cual es, sino
sorprendente, por lo menos inesperado.
El hecho actualiza la idea de que las especies
hidrobiológicas, que una parte importante de la población ha estado consumiendo
en sus casas o restaurantes, no han sido sanitariamente aceptables. También
refleja la escasa atención que se le presta en el país al mercado interno. Si
bien es cierto se les había notificado a los comerciantes de estas deficiencias,
no se actuó con celeridad e interés por ambas partes. Además esta situación
debe tener mucho más tiempo de existencia, y probablemente ocurra lo mismo en
otros terminales pesqueros del Perú, así como en los mercados. Las normas no
expresan con precisión y exactitud cuál es la autoridad competente para
supervisar el circuito extracción – consumidor final en cuanto a peces,
crustáceos y moluscos.
Donde hay muchos supervisores, al final no hay ninguno.
Lo censurable es que la atención principal del sector
está en las exportaciones y no en el mercado interno. No solamente en cuanto a
la provisión adecuada de especies que el país requiere, sino también de las
condiciones sanitarias, no solo de los terminales sino de la propia flota y los
puntos de desembarque.
Los estímulos que se da a la exportación no pueden ser
privilegios que menosprecien al mercado interno (o sea al ciudadano peruano),
el cual debe estar en igualdad de condiciones de competir. Hoy el mercado
peruano no es tan atractivo ni estimulante para la empresa privada porque existen
incentivos solamente para el mercado externo. Lo que hay que entender es que los recursos pesqueros pertenecen a
todos los peruanos y no solamente a los directamente involucrados en la pesca,
pescadores, procesadores y comercializadores. La autoridad tiene que
legislar y normar en beneficio del conjunto de la sociedad y no de grupos que
por razones diversas operan directamente con la pesca. La circunstancia de
estar en el negocio pesquero no genera
mayores derechos sobre los peces de lo que establece la Constitución. Es lo
debido y forma parte del mandato constitucional. El sector se defiende a través
de diversos mecanismos; pero la autoridad tiene el deber de defender a todos
los ciudadanos.
Es bueno que el Estado estimule las exportaciones;
pero también sería bueno que estimule al
mercado interno, entendiéndose como tal no solo a las principales
ciudades y a los sectores A y B de la población, sino a todo el país. Tiene que
aplicar un criterio de equidad para que de esta forma, en igualdad de
condiciones ambos mercados, sea la empresa privada quien elija a quien atender;
pero en una situación de justa competencia, no como viene ocurriendo a la fecha
que solo la exportación goza de incentivos y privilegios. Si el mercado interno
pese a ello resulta insuficientemente atendido, será el Estado quien deberá
atender al sector más necesitado a través de programas sociales.
El tema es que el mercado asegura que se atienda la
demanda de aquellos segmentos de la población que pueden pagar un determinado precio,
pero no garantiza que se atienda a los niveles de población que, necesitando
proteína hidrobiológica no pueden pagar sus precios. La atención de esta
población es importante y por ello es necesario introducir algún tipo de
programa social. El Estado debe cumplir su rol subsidiario. (ver página 52 a la
61 en esta edición).
Por otro lado las funciones del Despacho
Viceministerial de Pesca y Acuicultura, recientemente modificadas, incluyen “Promover
el diseño y desarrollo de mercados y actividades productivas vinculadas al
ámbito pesquero y acuícola, generando una mayor competitividad, inversión e
inclusión social”
La
revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y
de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones
que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción
de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad
alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.
Los invito cordialmente a leer la edición de
la Revista Pesca correspondiente a JUNIO 2017 y a compartirla dentro de sus
círculos y redes sociales.
En formato revista en el siguiente link:
https://www.yumpu.com/es/document/view/58578195/revista-pesca-junio-2017