El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
8 de marzo de 2013
Pesca, política y conveniencias
Los antecedentes indican
que las autoridades pesqueras le tienen terror a las protestas, y procura
aplacarlas lo más pronto posible dictando las medidas que le son impuestas por
los administrados, como ocurrió en abril del 2012.
Por tanto, sería
políticamente inconveniente introducir
regulaciones o normas que puedan generar bloqueos de carreteras. En relación al
DS 005-2012-PRODUCE y las recientes normas
de régimen especial de pesca en el sur del Perú ¿cuáles han sido los criterios
determinantes para su promulgación?
¿Prima la conveniencia
política antes que la sostenibilidad de los recursos pesqueros, antes que la
ética, antes que la moralidad, antes que la ciencia y antes que la justicia?
Algunos conceptos como los
siguientes, no forman parte de la agenda, quizá por la razón expuesta en el
párrafo precedente:
·
La pesca artesanal produce mortalidad en los
recursos pesqueros al igual que cualquier otro actor pesquero.
·
El esfuerzo pesquero del sector artesanal ha
crecido tanto que supera largamente los límites de sostenibilidad de cualquier
recurso disponible.
·
Ningún recurso puede ni debe ser de libre
acceso.
·
El esfuerzo pesquero es el factor a ser
medido y regulado, sin importar quién es el agente.
·
Todos los pescadores deben pagar derechos de
pesca.
·
Pescar es un privilegio no un derecho.
·
La pesca debe pagar regalías.
·
Incentivar la venta al mercado interno
poniéndola en igualdad de condiciones competitivas con la exportación de
productos pesqueros.
·
Ampliación del horizonte de investigación
del ente científico hacia todas las especies existentes que son materia de
extracción sin regulación de cuota anual permisible.
Es curioso, como el sector denominado
artesanal no tenga regulación efectiva
alguna relacionada con la sostenibilidad de los recursos, salvo una muy
reciente respecto a la anchoveta.
Quien pesca provoca
mortalidad. Poco importa si la norma lo llama pescador artesanal o pescador industrial;
ambos bandos matan peces.
Legalmente solo los divide
una línea mal trazada por una norma que valora eslora, manga, potencia, tamaño
de bodega o parecidos y una franja de 5 millas, donde solo le esta permitido
operar a los artesanales. (los artesanales no están regulados)
Una embarcación grande
pesca más que una chica; pero muchas embarcaciones chicas pescan mucho más aún,
y matan y depredan donde los grandes no llegan.
La actividad extractiva
industrial harinera mata anchoveta principalmente; y está regulada. La
actividad extractiva artesanal mata especies de consumo humano y no está
regulada.
La falta de regulación en
términos de sostenibilidad afecta a los pescadores artesanales, quienes aún no
toman conciencia que hay demasiados pescadores para tan poca especie
disponible.
Al pescador artesanal se le
debiera definir legalmente como aquella persona que pesca para alimentarse
directamente y para subsistir, usando herramientas manuales y su propia fuerza
física. Si se mecaniza, deja de serlo.
Por el contrario, se debe
definir que aquellas personas que pescan con asistencia mecánica o por encima
de su capacidad de consumo individual lo hacen por negocio y por tanto debiera
denominárseles pescadores comerciales y estar sujetos a regulación respecto a
las cantidades máximas que están facultados a extraer.
A toda la pesquería
comercial debiera asignársele cuotas máximas de captura por especie, por
caladero, puerto o región de desembarque.
Sucede que actualmente la
actividad de los llamados pescadores artesanales es inequívocamente con
propósitos comerciales y faenan sin medida
hasta que agotan o desaparece su recurso objetivo.
Debiera proponerse y
adoptarse medidas para recuperar las biomasas objetivo para consumo humano,
revisar y discutir la vigencia y validez de mecanismos de manejo pesquero como
es el "libre acceso" o las "5 millas" y evaluar una opción
de manejo resultante de regular el acceso a los recursos mediante cuotas por
especie y por caladeros.
6 de marzo de 2013
Mitos y verdades de los peces de las profundidades
Los habitantes de las profundidades de los océanos han dado pie para todo tipo de leyendas..
En la actualidad se conocen alrededor de dos millones de especies vivas en el planeta, y es previsible que, en el futuro, el hombre pueda llegar a reconocer hasta diez millones de especies distintas en tierra y mar.
El pasado 7 de enero del 2013 la cadena japonesa ‘NHK’ y la estadounidense ‘Discovery Channel’ dieron un paso adelante al grabar, por primera vez en las profundidades marinas, al calamar gigante, uno de los animales más misteriosos del mundo.
Este acontecimiento dio la vuelta al mundo y puso en pie a la comunidad científica, para la cual esta filmación supuso un avance en el conocimiento sobre este misterioso animal.
Grabar a un ejemplar de calamar gigante (Architeuthis) ha sido un "gran evento" pero aún queda mucho por hacer y así lo cuenta el presidente del Cepesma (Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas), Luis Laria, para quien aún se desconocen datos importantes sobre el comportamiento de este animal: su forma de copular, su reproducción o su relación con otros de su misma especie...
Lea la nota completa en la revista Pesca de marzo en el siguiente link:
1 de marzo de 2013
Reflexiones en la coyuntura
En algún momento la
Sociedad Civil deberá evaluar la realidad de la industria pesquera en relación
con el impacto que causa al medio ambiente y al ecosistema, y su real
contribución con el país, el empleo y la calidad del empleo que ofrece.
El reconocimiento de la
realidad deberá indicarle un rumbo de acciones a seguir para exigir una reforma
sustancial en la pesquería del Perú que induzca al gobierno de turno a prestar
la atención debida al sector.
El problema no es nuevo de
ninguna manera, lo que pasa es que hoy cambió de escala. Es así que las
ganancias de la industria han crecido y crecido en medio de una sociedad
pesquera de doble moral revestida de un enchape de valores éticos y morales,
plenos de pesca responsable, convencidos
de que la transgresión a la ley no es aquella que, por ejemplo, se comete
cuando se acepta pescar ejemplares por debajo de las tallas reglamentarias,
inventando sofismas conceptuales para engañarse a si mismos.
El día que tengamos claro
que sólo las instituciones gremiales legítimamente representativas con un
sólido código ético y de principios que expulsen y discriminen a los malos
elementos, es la única manera de poner las cosas en su sitio; y que solo por la
puerta del respeto a los principios ingresaremos a la senda del desarrollo,
seremos una pesquería moralmente aceptable. Mientras tanto, viviremos en una
sociedad pesquera relajada en la que ser un funcionario, o un industrial de
principios es, casi, estar condenado a ser una especie en extinción, mientras que
sacar ventaja y sacavueltear a la ley y a los demás es el paradigma del hombre
que va para adelante y que de alguna forma la sociedad civil consiente y
auspicia con su silencio cómplice.
El problema pesquero es
complejo, pero más que de leyes y de marco normativo, es de personas, es de principios, es de impunidad,
es de promiscuidad, es de políticos irresponsables y/o con iniciativas aisladas
porque desconocen la integralidad de los temas sobre los que hablan, es de
irrespeto por los derechos ajenos. Por eso
ante acciones que vienen rompiendo esquemas, se espera con ansias el relevo de la actual
administración. ¿Cederá Palacio ante presiones, críticas y el lobby pesquero?
El gobierno, impulsado por
la Sociedad Civil, por el estado de salud del ecosistema, o por decisión
propia, deberá definir una política de Estado desde Palacio de Gobierno y
designar autoridades, a quienes deberá otorgar todo el apoyo del poder
constitucional, para aplicar y actuar
sobre el fondo de una situación de facto
que, por donde se le mire, es solamente favorable al empresariado pesquero mas
no así para la Nación ni para los trabajadores de la industria.
Más allá de los argumentos
técnicos, legales, económicos o sociales que la industria o el Estado puedan
esgrimir para justificar las cifras actuales y el estatus vigente, lo cierto es
que en el futuro la Nación juzgará y reclamará a las generaciones de hoy la
ausencia de ética, moralidad y justicia distributiva en el manejo de recursos
naturales que no son propiedad de unos cuantos, sino patrimonio de toda una
colectividad nacional. Es posible que el mañana nos brinde un Gobierno que
imponga y establezca la moralidad en la
pesquería por encima de las cifras y los argumentos técnico legales, haciendo
lo que es impostergable hacer, entre otras cosas, la aplicación de regalías a
la extracción de recursos pesqueros, tal como se aplica a la minería.
Las cifras admiten
solamente variables numéricas. No incorporan argumentos éticos. Estos provienen
de gobiernos fuertes que se sustentan no solo en la voluntad popular, sino
también en la moralidad, la ética y la justicia.
Lea la nota completa en la
edición de marzo de la Revista Pesca en el siguiente link:
23 de febrero de 2013
La supervisión y fiscalización de la pesca
La
incipiente implementación de las Resoluciones Ministeriales Nº 498 y 499, que
facultan a la Dirección General de Supervisión y Fiscalización de PRODUCE, a
una directa y más trasparente labor de vigilancia y control de las pescas y
desembarques, que vienen comprobando ya, las denuncias sobre infracciones, que
las grandes industrias harineras han venido cometiendo desde hace años. TASA,
Pesquera Diamante, SFG Investment, Copeinca, Austral Group, EXALMAR y HAYDUK,
están siendo sancionadas por la captura de especies juveniles en grandes
proporciones, no permitiendo su natural reproducción y crecimiento. Estos
primeros resultados, han ocasionado reacciones, no solo de los actores directos
como la Sociedad Nacional de Pesquería, quien en comunicado público asegura no
poder prever la longitud de la anchoveta pescada, culpando a IMARPE, a la cual
jamás sugirieron recortes de cuotas o vedas necesarias. Mientras, el despistado
Presidente de la Comisión de Producción, Congresista Freddy Sarmiento,
planteaba crear una Superintendencia Nacional de Fiscalización Pesquera, cuando
ya existe una dirección especializada en PRODUCE, algunas lamentables
autoridades regionales, ensayan
procedimientos extraños para discrepar,
con el reordenamiento y honorabilidad que deben primar en la pesquería
nacional.
En Piura,
la DIREPRO, pretende monopolizar el control de la pesca, entorpeciendo la labor
de PRODUCE en forma sospechosa, pues en Paita por ejemplo, la “pesca negra” y
excesos de embarcaciones y plantas residuales, lindan con el delito, sin ningún
intento de imponer la ponderación; mientras en Sechura cuestionados
empresarios, detentan la propiedad de más de 70 embarcaciones de menor escala,
utilizando testaferros. Y en Moquegua, mientras la Directora de la DIREPRO,
participa en marchas callejeras en apoyo a los harineros sin ruborizarse, su
Presidente Regional, confiesa haber tenido discusiones con la Ministra Gladys
Triveño, y conversaciones con el primer Ministro y el propio Presidente de la
República, sin resultados, frente a su propuesta de permitirse la pesca
industrial al interior de las primeras 5 millas en la zona de Ilo, demostrando
su incapacidad en el tema pesquero. Además, siendo una región con grandes
recursos económicos, resulta inaudito no se haya provisto a sus 3 provincias,
de cámaras de refrigeración, para aprovechar la abundancia de recursos
pesqueros, y afrontar el hambre y desnutrición de sus pobladores en las
alturas. Recordemos que las grandes empresas harineras, no facturan ni aportan
impuestos en los puertos donde activan, evitando una mejor fiscalización,
mientras que las naves de menor escala, no pagan impuesto alguno; consideraciones que pareciera no incomodar a
las autoridades regionales.
Otras
conocidas irregularidades, como la pesca ilegal, la manipulación de las
balanzas, los excesos de bodegas, etc., empiezan a demostrarse, al igual que
innumerables embarcaciones de menor escala sin licencias, que pescan con inauditas
medidas cautelares. Pero mientras la ciudadanía, y gran parte de la prensa
empiezan a comprender los excesos en la pesquería nacional, se va evidenciando
la incomodidad de elementos que aprovechando el desorden del sector, han venido
obteniendo sendos dividendos de oscuros trámites.
Por: Juan Rebaza Carpio
15 de febrero de 2013
Pescado para el Perú, una forma de comenzar
Esta es la historia de un
joven peruano que, sin más apoyo que su propia inspiración y visión, apostó por
el abastecimiento de pescado al mercado interno peruano. Son estas las ideas
emprendedoras que el país necesita para satisfacer la demanda interna nacional,
que compite contra una competencia desleal de una industria que privilegia la
exportación alentada por la existencia de incentivos perversos.
Nuestra Historia
Todo empezó una madrugada
del invierno del 2008, en las peligrosas aguas de altamar de Piura. Cuando
nos aventuramos con un equipo de pescadores artesanales del Ñuro en
búsqueda de un gran “Merlin Negro” o un “Pez Espada”; pasaban las horas y no
había rastro de ningún tipo de pez, las gigantescas olas golpeaban la pequeña
embarcación y los mareos empezaron a dificultar la travesía; hasta que ocurrió
lo impensado; uno de los pescadores gritó que había picado uno grande; por una
hora estuvimos luchando por conseguir acercar ese enorme pez a la
embarcación, cuando ya lo teníamos a diez metros de distancia, grande fue
nuestra sorpresa, se trataba de un majestuoso y enorme Atún aleta
amarilla. Fue simplemente amor a primera vista.
Cuando estábamos regresando
a la costa, los pescadores nos comentaron contentos que este lindo atún lo iban
a vender a los comerciantes ecuatorianos, que los esperaban en sus cámaras
a orillas del muelle del Ñuro.
Toda esa experiencia nos
permitió entender la sacrificada vida de los humildes pescadores del Ñuro;
la admiración que sentíamos nos hizo retribuir esa vivencia comprándoles
el atún a un precio mayor del que podían conseguir con los comerciantes
ecuatorianos.
Cuando estábamos en la
costa no sabíamos qué hacer con tremendo pez, y se nos ocurrió llamar al
dueño de un exclusivo restaurante japonés en Lima, quien nos pidió que lo
enfriáramos y lo conservemos en una caja de tecnopor con algunas otras
especificaciones y se lo enviemos a Lima.
Así lo hicimos, cuando lo
recibieron se quedaron sorprendidos y encantados, nunca habían recibido un
atún de esas características, el resultado fue continuas llamadas pidiéndonos
más “Atun del Ñuro”, y nosotros, empezamos a enrumbar madrugada tras
madrugada con los admirables pescadores del Ñuro.
Es así, como
nace Freshest Perú.
A partir de
ahí nuestro trabajo fue hacernos los mejores proveedores de atún
fresco para sashimi de Lima, nos contactamos con los especialistas más
importantes de distintas partes del mundo, los cuales nos proveyeron de distintas
herramientas para capacitar a los pescadores, desde folletos, CDs, materiales
de investigación que nos ayudaron a aprenderlos procesos para conseguir un
producto de primerísima calidad.
Nos volvimos no
sólo los mejores proveedores del Perú; sino también, se nos abrieron las
puertas del mercado internacional.
Ahora competimos
internacionalmente, y lo más importante, el beneficio logrado para la comunidad
del Ñuro, que proveen un producto diferenciado, y con justo orgullo pueden
decir que no sólo tienen el mejor atún
del Peru, sino probablemente del mundo.
http://www.freshestperu.com/
14 de febrero de 2013
Pesca: Exportar o atender al mercado nacional?
Las
exportaciones pesqueras, además de no pagar IGV puesto que se restituye este
tributo, son incentivadas con un drawback, que no es sino un subsidio a la
exportación.
Lo
cual es útil en términos de promoción de exportaciones en general. Sin embargo
la autoridad correspondiente debería considerar no solamente incentivar y
premiar la exportación de proteína, sino colocar al mercado interno en igual de
condiciones aplicando un incentivo similar que estimule y premie la venta de
productos pesqueros al mercado interno. No es igual exportar espárragos, que
muy pocos comen en el país, que exportar pescado que sí todos comen o pueden
comer.
La
autoridad sectorial de siempre, menciona el incremento del consumo de pescado como
un objetivo, pero no presenta acciones concretas que muestren como alcanzarlo.
Más allá de una declaración lírica de buenas intenciones, lo real es que el
pescado es caro, no existe una red de frío a nivel nacional, ni una
infraestructura adecuada para comercialización que asegure la continuidad del
abastecimiento, la inocuidad y preservación de estos productos, así como el
incremento de su oferta. El Perú, “país pesquero”, carece de pescaderías o
tiendas especializadas en todo el país. Más allá de los mercados y
supermercados no se encuentra pescado en bodegas, tiendas y barrios, como de
hecho sí se encuentra pollo, carne y embutidos.
La
inversión privada es nula o pequeña en esta área porque para la industria es
más sencillo y beneficioso exportar estos productos. Las cifras así lo
confirman. El eliminar el drawback y/o crear nuevos estímulos para generar la
inversión en infraestructura de frío y el incremento de la oferta de pescado y
mariscos dentro del país resultaría coherente con el discurso oficial y una
política inclusiva.
La
demanda nacional existe; pero es insatisfecha debido a los altos precios y a la
ausencia de medios de distribución, almacenamiento y comercialización en todas
las ciudades del país.
Los
programas sociales no son una solución a largo plazo, como sí lo serían
mecanismos de promoción que hagan atractiva la creación de pequeñas o micro
empresas dedicadas a la comercialización interna de los recursos
hidrobiológicos del país.
Existiendo
necesidad y demanda de alimentos y de proteína, el Estado debe incentivar
negocios de este tipo y/o realizar inversiones en infraestructura de frío para
ser transferidas o vendidas al sector privado a fin de convertir este
abastecimiento en un negocio, que además genere empleo, extendiendo su actuación
a la capacitación en esta materia y a la educación al consumidor. La
introducción de regalías a la extracción debiera proporcionar el financiamiento
de esta inversión, así como para el mejoramiento de los DPAs.
La
exportación no debe analizarse solamente desde el punto de vista de la cantidad
de divisas generadas, (que son del exportador y no del país), sino desde la
perspectiva de cuánto impuesto ha pagado, deducido el drawback y la devolución
del IGV, así como el impacto desincentivador sobre el mercado nacional.
EPSEP
fue una experiencia exitosa desde la perspectiva de la atención del mercado
interno y la creación del hábito de consumo, de la cual debieran rescatarse sus
aspectos positivos para introducir un esquema similar hoy día.
El
aumento del consumo de pescado per cápita no se producirá con buenas
intenciones ni discursos. Se producirá con acciones que estimulen a potenciales
inversionistas a crear nuevos negocios y ganar dinero razonablemente, mientras
a la vez cumplen una función social de generar empleo e incrementar el consumo
de proteína en el país.
La
solución ideal es poner a la exportación y a las ventas internas en igualdad de
condiciones y estimular la inversión y consumo internos.
4 de febrero de 2013
La UA inviste doctor 'honoris causa' a uno de los impulsores de las reservas marinas
Daniel
Pauly recalca que la biodiversidad está amenazada, tras haber sido «explotada
durante milenios»
Coincidiendo
con la celebración del patrón de las universidades, Santo Tomás de Aquino, el
biólogo francés Daniel Pauly fue investido ayer como nuevo doctor 'honoris
causa' por la Universidad de Alicante. La festividad, la primera de este tipo
que preside el rector Manuel Palomar, contó con la presencia del director
general de Universidad, Estudios Superiores y Ciencia de la Generalitat
Valenciana, Jose Miguel Savall.
Considerado
«uno de los cincuenta científicos más reconocidos e influyentes del mundo», tal
y como destacó su padrino (el profesor y director del Departamento Ciencias del
Mar y Biología Aplicada, José Luis Sánchez Lizaso), Pauly alertó de que «la
biodiversidad que hemos explotado durante milenios está hoy amenazada, así como
los muchos ecosistemas en los que los recursos y las especies están incluidas».
Criticó los problemas relacionados con «el cultivo del mar», que «consiste en
criar pescado grande, como salmón o atún, con una dieta de pescado pequeño como
sardinas y anchoas».
«Necesitamos
de 2 a 4 kilos de pescado para producir uno de salmón y de 10 a 20, por cada
kilo de atún», explicó. Pauly, que ha sido uno de los precursores de las
reservas marinas, entre ellas la de Tabarca, primera del Estado español,
reivindicó el activismo científico y la participación en Organizaciones No
Gubernamentales, para conseguir «aliados» e influir en las políticas orientadas
a la conservación y la defensa de la biodiversidad marina «si queremos
continuar disfrutando de comida procedente del mar en el futuro».
El
nuevo doctor confesó sentir «una profunda emoción y un honor muy grande» por
entrar a formar parte de la nómina de doctores 'honoris causa' de la UA, entre
los que destacó a personalidades como Ramón Margalef, Jane Goodall y Mario
Vargas Llosa.
Tras
la investidura, se procedió a entregar los premios extraordinarios de
doctorado, grado, licenciatura, diplomatura, arquitectura, arquitectura
técnica, ingeniería e ingeniería técnica, en total, 121 premios a los mejores
expedientes.
Durante
su discurso de clausura de la celebración, el rector reivindicó el papel de las
universidades «como motor de las economías locales» y puso como ejemplo que
gracias a su contribución «se ha conseguido aumentar en 0,6 puntos la renta per
cápita de la Comunidad Valenciana». Pese ello, Palomar pide que la aportación
de las universidades no se mida exclusivamente en términos económicos. «No sólo
lo mesurable existe», dijo, y apeló «al espíritu crítico, a la participación
informada, al conocimiento del pasado para aplicarlo a las necesidades del
presente y a la preservación del conocimiento, y del patrimonio cultural,
social y local», entre otras cosas, como esenciales para los nuevos ciudadanos
del futuro.
El
rector se refirió al debate abierto sobre la necesidad de ajustar más la oferta
y la demanda en el mapa de titulaciones de muchas universidades públicas, «una
oferta que en la UA está bien ajustada».
Fuente:
28 de enero de 2013
Los paises con pesca sostenible obtienen mejores capturas
Reducir la presión pesquera da
resultados beneficiosos en un plazo de tiempo no demasiado largo. Esta es una
de las principales conclusiones que se desprenden de una investigación liderada
por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la que se
analizan las capturas de 53 países y jurisdicciones a lo largo de algo más de
una década. El trabajo, publicado en la revista Global Environmental Change,
revela que aquellos que han aplicado el Código de Conducta para una Pesca
Responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO)
han logrado mejorar sus recursos pesqueros y están obteniendo unas capturas de
mejor calidad.
El estudio, liderado por la
investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar Marta Coll, ha contado
con la participación de la Universidad de British Columbia (Canadá), del
Istituto Nazionale di Oceanografia e di Geofisica Sperimentale (Italia) y la
organización World Wildlife Fund.
El Código de Conducta para una Pesca
Responsable fue desarrollado en 1995 por la FAO y tiene como objetivo reducir
el impacto negativo de la pesca en el ecosistema. Los expertos están
convencidos de que este código es una herramienta eficaz en la gestión
sostenible de los recursos pesqueros. No obstante, su cumplimento es voluntario
y los países que lo han firmado lo están incorporando a su legislación con
mayor o menor éxito.
13 años de pesca
El trabajo analiza las capturas
llevadas a cabo por 53 países y jurisdicciones, que suponen el 96% de la pesca
global, desde 1990 hasta 2003. Para evaluar los beneficios ecológicos del
código, se comparó su cumplimiento con cinco indicadores ecológicos: el nivel
trófico de las capturas (relacionado con el tamaño de las presas capturadas);
el volumen de la captura total; la captura total expresada en unidades de
producción primaria necesaria para generar los peces capturados; el índice de
pérdida de producción (la pérdida que supone para el ecosistema la captura, que
de no haber sido atrapada podrían haber alimentado a otros peces); y la
probabilidad de sostenibilidad de la pesca.
Una mejora derivada de una pesca más
sostenible se refleja en una reducción en la captura total, así como en la
producción primaria requerida para generar la captura y en el índice de pérdida
de producción, mientras que se observa un aumento en el nivel trófico de las
capturas y en el índice de sostenibilidad. “Aunque los países que han
implementado el código tienen un menor volumen de capturas, la calidad y
diversidad de su pesca es mayor. Esto se refleja en el hecho de que han recuperado poblaciones de especies de
gran tamaño, como atunes o bacalao, que tienen un mayor nivel trófico y un
mayor valor comercial”, explica Coll.
Posiciones por países
En términos relativos, detalla Marta
Coll, “los 10 países y regiones que más han mejorado la pesca, haciéndola más
sostenible en 2003 con respecto a 1990 son: Estados Unidos (costa atlántica),
Namibia, Chile, Dinamarca, Irlanda, Holanda, Portugal, Ecuador, Rusia (costa
del Pacífico) y Alemania. Al contrario, los países que han empeorado por pescar
de forma más insostenible en el mismo período son: Ghana, Filipinas, Vietnam,
Bangladesh, Islandia, Egipto y Suráfrica”.
En términos absolutos, la pesca más
sostenible (según los datos de 2003) es la de Canadá (costa Pacífica),
Australia y Estados Unidos (costa Pacífica). La menos sostenible, también según
datos de 2003, está en Turquía, Corea de Sur, Malasia, China, Perú, Ghana,
Filipinas, Marruecos, Vietnam y Bangladesh.
España, en términos relativos de
mejora respecto a 1990, se encuentra en el puesto 14 y 15 (para costa Atlántica
y Mediterránea), y en términos absolutos está en el 10 y 14, respectivamente.
“Nuestro estudio transmite un mensaje positivo en el contexto de los acuerdos
internacionales que se ocupan de cuestiones ambientales: el cumplimiento de
acuerdos como el código de conducta de la FAO puede contribuir a aumentar la
sostenibilidad, independientemente de la posición geográfica del país.
Dado que el cumplimiento del Código
en todo el mundo sigue siendo bajo o muy bajo, concluye el trabajo, “estos
resultados pueden alentar a los países a adoptar las medidas necesarias para
aumentar la sostenibilidad ecológica de los recursos marinos”.
Fuente:
http://www.csic.es/web/guest/publicaciones;jsessionid=8B5214F321EBC7CB14C70A6D0143FC0C?p_p_id=contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet&p_p_lifecycle=1&p_p_state=maximized&p_p_mode=view&p_p_col_id=column-3&p_p_col_count=2&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_struts_action=%2Fcontentviewer%2Fview&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_nodeRef=workspace%3A%2F%2FSpacesStore%2F1e7fe088-0141-494e-a938-62877b3e30d4&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_gsa_index=false&_contentviewerservice_WAR_alfresco_packportlet_title=Noticias&contentType=news
27 de enero de 2013
La anchoveta y los descartes
POR: CÉSAR CÓRDOVA PONCE
Este 31 de enero, junto al cierre de su segunda temporada
de pesca del 2012, se despedirá la vieja mala práctica de las embarcaciones
pesqueras de devolver al mar la anchoveta capturada con alta incidencia de
ejemplares juveniles, y se introducirá el sistema de vigilancia directa del
Ministerio de la Producción (PRODUCE) a través de inspectores y/o técnicos
científicos de investigación del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) a bordo,
que hará posible la respuesta inmediata del PRODUCE cuando se observe esta grave
incidencia en las faenas de pesca y pueda disponer oportunamente la suspensión
de las actividades extractivas en las zonas donde aquello suceda.
En estos últimos meses hemos observado, con mucha
decepción, la práctica irresponsable de este descarte de juveniles en altamar
que realizan muchas embarcaciones pesqueras, acatando seguramente directivas de
las empresas a las que pertenecen y contando con el cómplice silencio de sus
tripulantes, a pesar que antes de dar inicio a la presente temporada de pesca,
la ministra de la Producción Gladys Triveño, en conferencia de prensa difundida
a nivel nacional, expuso la preocupante disminución de la biomasa de anchoveta
(estimada en 5.3 millones de toneladas y con alta presencia de ejemplares
juveniles), dando lectura al dramático informe alcanzado a su despacho por investigadores
científicos del IMARPE.
En esa ocasión y ante esa adversa circunstancia,
sacrificando las recomendaciones técnicas de abstenerse de pescar en esta
segunda temporada y en atención a la dramática situación laboral al que
quedarían expuestos los pescadores, la ministra determinó una cuota social de
810 mil toneladas, demandando públicamente mayor compromiso a los actores
involucrados en esta actividad extractiva para preservar este preciado recurso
marino. Muchos dudaron de tal informe e
inclusive solicitaron una nueva inspección y hasta el incremento de la cuota
asignada.
Una vez que se hicieron a la mar, los pescadores se han
dado cuenta de la certeza del informe del IMARPE y de la gravedad del problema
que alertó la ministra. Pero, de manera contradictoria, salvo unas pocas
embarcaciones (es justo reconocerlo) de la empresa pesquera Hayduk, estas malas
prácticas del descarte de juveniles en altamar se volvieron más recurrentes. A
esta reprochable actitud altamente depredatoria, se sumó el desorden y
corrupción que aún están latentes en la supervisión en los desembarques de pesca industrial a cargo
de CERPER y SGS, las cuales han hecho todo lo posible por ocultar el reporte
real de la alta incidencia juvenil en las descargas y han retardado la acción
correctiva del PRODUCE.
Hay quienes ahora piden veda general y hasta la cabeza
de Gladys Triveño, a pesar que la ministra les advirtió de esta alta incidencia
de ejemplares juveniles antes de iniciar las actividades extractivas y les
pidió ponerse la camiseta del país extrayendo con sensatez el recurso,
disponiendo no una cuota técnica, sino una social o de voluntad política. Quizá
allí haya radicado su error, porque la cruda realidad le ha demostrado tardíamente
que lograr el comportamiento responsable de los actores principales en la
actividad extractiva de la anchoveta, es aún una tarea muy difícil para el
Estado.
Por todo lo dicho, para que las nuevas normas dictadas
por el PRODUCE surtan el efecto deseado, es necesario que se involucren con
mayor responsabilidad quienes participan directamente en la labor extractiva,
de tal manera que puedan desarrollar junto al Estado, una alianza estratégica
para la sostenibilidad del recurso y de los beneficios económicos que éste les
brinda.
E mail: cesarcordova_55@hotmail.com
22 de diciembre de 2012
La ley de la trampa
Hace
más de un año, IDL-Reporteros inició la publicación de una serie de reportajes
que demostraban que los grupos más poderosos de la industria pesquera en el
Perú perpetraban la práctica fraudulenta de pesca negra a gran escala y que el
Estado no ejercía una fiscalización eficiente para frenarla. Hoy, una prolija
investigación del economista Carlos Paredes confirma y complementa estas
revelaciones.
Por Milagros Salazar.-
“Las compañías pesqueras están haciendo plata como jamás lo han
hecho (cada tonelada de harina de pescado llegó a costar 2 mil dólares en
noviembre), pero para ellos mucho no es suficiente, más es mejor. Y ganar más
significa subreportar, hacer trampas”, dice el economista Carlos Paredes, investigador principal del Instituto
del Perú de la Universidad San Martín de Porres.
Paredes realizó cálculos econométricos que corroboran el subreporte que
demostró IDL-Reporteros en un trabajo que combinó el reporteo
y el manejo masivo de bases de datos.
Esta vez, Paredes confirma desde su especialidad que el subregistro es una
práctica común en el sector. A partir de la aplicación de fórmulas, la revisión
de registros de desembarques y el cálculo de la producción de harina, concluye
que en 2009 las empresas no registraron más de 167 mil toneladas de anchoveta
en todo el litoral, lo que representa unas 38 mil toneladas de harina si se
considera que se necesita 4.38 toneladas de pescado para una tonelada de
harina.
Con los precios de la harina que estimó IDL-R en su
momento, esta cantidad puede valorizarse en 61 millones de dólares y con el
precio actual la cifra llega a los 76 millones.
En 2011, el subregistro detectado por Paredes, se duplicó hasta superar las
297 mil toneladas de pescado, el equivalente a 67 mil toneladas de harina. Esto
significa un poco más de 100 millones de dólares, si se toma en cuenta el
precio promedio de la harina del año pasado, y asciende a 134 millones con el
precio de hoy.
En total, en esos dos años, el volumen de pescado que se ‘esfumó’ estaría
valorizado actualmente en más de 200 millones de dólares.
¿Este “subreporte” en realidad no debería llamarse fraude?
-El subreporte significa sobrepesca, sacarle la vuelta al Estado, a la
naturaleza, a ellos mismos (los empresarios) porque están depredando un recurso
que necesitan para seguir desarrollando su actividad.
Pero también están dejando de pagar derechos de pesca al Estado por cada
tonelada que no registran en la balanza.
-El problema es que como todo el mundo subreporta, el que no lo hace siente
que es un estúpido. Desde que se implementó la ley de cuotas individuales de
anchoveta, existen grandes y perversos incentivos para hacerlo. Las empresas no
quieren agotar su cuota porque vale mucha plata. Hasta el año pasado, podían
cobrar 250 dólares por alquilar cada tonelada de su cuota. Una empresa con una
cuota de 10 mil toneladas, entonces podía ganar 2 millones 500 mil dólares. Y
hoy es mucho más porque la tonelada puede estar valorizada en 350 dólares. Qué
rico alquiler. Ningún negocio de alquiler me permite ganar esa cantidad. Por
eso, hago trampa, adultero las balanzas, y digo que pesqué menos porque lo
importante es seguir teniendo cuota.
¿Por qué las empresas necesitan hacer trampas si les va muy bien con un
precio tan alto de la harina?
-Los mismos pesqueros están vulnerando el derecho de propiedad porque no
hay vigilancia. Como el Estado es débil y no controla la actividad, se está
regresando a la misma tragedia de antes de la ley de cuotas cuando había
“carrera olímpica” (y todos se lanzaban al mar para pescar todo lo que podían).
En su investigación, Paredes aplica una segunda metodología: estima el
subreporte a partir de la pesca almacenada en las bodegas de los barcos que
descargaron entre 2009 y 2011. Curiosamente, detecta que las compañías
registran menos pesca después de la ley de cuotas a pesar que la norma permitió
mayor eficiencia en la captura de la anchoveta.
No sólo eso, detectó que las llamadas empresas integradas que tienen
simultáneamente embarcaciones (barcos de acero) y fábricas, registran hasta 9% menos en los
desembarques de lo que traen en su bodega, extrañamente cada vez que descargan en sus propias
fábricas.
El subreporte se incrementa a 13% cuando el análisis se centra en los
desembarques que realizan las siete empresas más grandes del sector en sus
plantas: Tecnológica de Alimentos (Tasa), Copeinca, Austral, Exalmar, CFG
Investment, Diamante y Hayduck.
Este mismo fenómeno fue comprobado por IDL-R cuando comparó las diferencias entre la pesca
declarada y pesada. Las discrepancias siempre fueron más altas en las
descargas en plantas propias que en las de terceros.
¿Entonces queda claro que las mayores responsables del subreporte son las
grandes empresas?
-Queda claro que es más fácil subreportar para quienes tienen barco y
planta, es decir para las empresas más grandes del sector que están integradas
y pescan las tres cuartas partes de la anchoveta del país. No es que el dueño
de un barco de madera que no tiene planta, no lo pueda hacer, sino que es más
difícil que se ponga de acuerdo con la fábrica compradora para hacer algo
ilegal.
Las empresas que incurren en esto son precisamente las que promovieron la
ley de cuotas que se supone iba a ordenar el sector y eliminar la corrupción.
-Al respecto, hay una buena comparación. Nosotros hicimos nuestra ley
general de pesca y la copiamos de la ley de Chile. La ley de cuotas también la
copiamos de Chile, que terminó depredando el jurel. Pero, ¿cómo era posible que
eso pasara si tenían cuota? Este principio de que mucho no es suficiente, más
es mejor, está en el ADN de los seres humanos. Por eso una ley de cuotas exige
mucho control y sanción de verdad. Con todo, en Chile hacen menos trampa que
nosotros. Acá la costumbre es coimear.
“Nosotros hicimos nuestra ley general de
pesca y la copiamos de la ley de Chile. La ley de cuotas también la copiamos de
Chile, que terminó depredando el jurel”.
Allá los empresarios han hecho lobby en el Consejo Nacional de Pesca para legalizar el incremento de las
cuotas y que no se tome en cuenta la recomendación de la autoridad científica
como demostró una investigación conjunta con el ICIJ y CIPER de Chile.
-Así es, el principio de Chile es el mismo, sobrepescar. Mientras que en el
Perú se respeta la cuota solo en el papel.
¿El Estado no debería beneficiarse de este “boom” del precio de la harina?
¿Cómo es posible que se congelara por diez años el porcentaje de derecho de
pesca que deben pagar las empresas por tonelada de anchoveta?
-Eso fue increíble. Los derechos de pesca en el Perú son muy bajos en
comparación a Chile e Islandia, pero mucho más si lo comparamos con la renta
que fue transferida al sector privado. El Estado no cobró nada por otorgar ese
derecho de explotación a las empresas con la ley de cuotas. Y lo que hoy recibe
es solo 0.0025% del precio de cada tonelada de harina, lo que equivale a 3.38
dólares (si la tonelada cuesta mil 350 dólares). Mientras que el derecho que
tienen las empresas por explotar cada tonelada está valorizado en 182 dólares.
(Es decir, 54 veces más de ese 3.38 dólares que cobró el Estado por tonelada).
Con el precio actual de 2 mil dólares la tonelada de harina, el Estado estaría
cobrando 5 dólares por tonelada, mientras que las empresas tendrán una renta
valorizada en unos 350 dólares (70 veces más).
Lo que recauda SUNAT en impuestos por la venta de harina y aceite también
es muy bajo. En 2011 fue apenas 51 millones de dólares, el 2.4% del valor de
las exportaciones.
-Me preocupa que en este tema no seamos transparentes. Aquí hay una renta
muy alta de la que goza el privado y por la que el Estado cobra muy poco.
Nuestro mar es el más rico del mundo. Si en Arabia Saudita pasas el dedo y sale
el petróleo, en el Perú lanzas la red y sale anchoveta en abundancia lo que
genera ahorro a las empresas. Eso debe tomarse en cuenta. Si se cobrara más por
los derechos de pesca, el Estado podría financiar una administración eficiente,
supervisar, realizar cruceros de investigación. Por eso también es importante
que el Estado gaste mejor, si va a recaudar más.
¿Por qué no estimó el subreporte por empresa?, ¿no es importante saber
quién es quién?
-No me interesa saber si la empresa tal o cual está subreportando más, sino
llamar la atención sobre un problema del sector. Te cuento una anécdota: cuando
saqué el informe, un director o directora de una empresa me llamó para
preguntarme si su compañía estaba en la lista. Le dije que no había hecho
ningún cálculo por empresa pero que le aseguraba que su compañía estaba ahí.
Entonces, me preguntó: ‘¿por qué dices eso? Y le respondí: ‘porque todas están
metidas’. Y me contestó: ‘Ay, qué respiro me das, no solo está la mía’.
Imagínate, ¡qué tal hipocresía! Porque todos hacen trampa, la lógica es que no
está mal que yo también lo haga.
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