El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
29 de mayo de 2013
Vivir de espaldas al mar
Anchoveta: ... Su enemigo
principal es el hombre que causa un 75% de su mortalidad por la pesca
industrial.
Nota de Pesca: la
similitud de la problemática pesquera de Chile con la de Perú es interesante y
pareciera ser algo más que simple coincidencia.
Diccionario de pesca
artesanal del norte grande de Chile, Dr. Juan van Kessel.
Ver los gráficos sobre la
pesca estimada de muchas especies marinas es como ver una montaña, con una
pendiente que asciende progresivamente hasta llegar a su cima para descender de
una forma generalmente abrupta. Esta es la curva que presenta el jurel, con una
cima en su pesca entre los años 1994 y 1995 y una caída que llega hasta el
reciente 2012, donde la línea casi no se distingue con el eje del gráfico que
indica 0. Una curva similar presenta la anchoveta y, aunque de la sardina común
se hacían dibujos más optimistas, los hechos los han contradicho dramáticamente
en el centro-sur del país.
El 6 de marzo de este año
se inició la temporada de captura de sardina y anchoveta entre las regiones V y
IX. Los puertos de Coronel y Talcahuano han sido importantes en el desembarque
de esta pesca que, casi en su totalidad, se convierte en harina para fabricar
alimento para salmones, chanchos y aves de criaderos del país.
Si bien, las expectativas
de ganancia se mantuvieron en los armadores (dueños de embarcaciones) y los
tripulantes, los hechos se encargaron de frustrarlas, llegando a declarar un
"paro" el 7 de abril. Este "paro" fue una decisión
gatillada porque los zarpes no alcanzaban a ser financiados por las exiguas
cantidades de sardina y anchoveta que lograban pescar. Según el profesor de la
Universidad de Concepción Eduardo Tarifeño, en lo que duró la pesca este 2013
pescó un tercio de la cantidad del 2011, en el mismo tiempo.
Curvas
a la baja
Según
los investigadores, la anchoveta se distribuye desde el norte de Perú hasta
Puerto Montt, en tanto la sardina común lo hace desde Coquimbo hasta Puerto
Montt. Su captura industrial se inició a fines de la década de 1950 en el norte
del país. Su sobreexplotación, que fue la base del enriquecimiento de gente
como Anacleto Angellini, obligó a empresarios como éste a trasladarse
paulatinamente hacia el sur, llegando a la bahía de Concepción y al golfo de
Arauco.
En la zona centro-sur, los
desembarques se han concentrado principalmente en Talcahuano y Coronel. En
estos lugares, según el IFOP, entre fines de los 70 e inicios de los 80, la
captura fue baja, sin embargo, a principios y a fines de los 90 la pesca de la
sardina fue de altas cantidades. Luego, a principios del 2000, las capturas de
las dos especies disminuyeron ostensiblemente hasta que desde el 2009 se
observa una abrupta alza de la captura de sardina que llegó hasta el 2012. De
hecho, para este 2013 se había fijado la misma cuota de captura que el año
anterior (605.000 toneladas) para la sardina, pero no se pudo pescar.
Sorprendentemente puede
leerse en el Informe de la Subsecretaría de Pesca sobre "Estados de las
Principales Pesquerías" emitido en marzo de 2013, que la sardina común
(para la zona centro-sur) está en un estado "saludable y se encuentra
alejada de la zona de sobrepesca y sobrexplotación". Sin embargo, en otro
informe de la misma institución (Cuota global de captura de sardina y anchoveta
para 2013) se anotó "un continuo y permanente ingreso de ejemplares
pre-reclutas" y que ello podía apreciarse en un gráfico con una fracción
importante de ejemplares de sardina común de menos de 7 centímetros.
Esto ya es una pista, pues
la sardina alcanza su madurez sexual a los 12 cm. aproximadamente, lo que
indica que, al menos una parte importante de la pesca del 2012 fue de sardinas
juveniles que no alcanzaron a reproducirse.
Industria
Si bien, en los gráficos
que indican los sectores pesqueros que aprovechan las cuotas de captura de
sardina común y anchoveta, aparece la pesca artesanal concentrándola, la
realidad indica algo muy distinto.
Con la aprobación de la
llamada "ley corta" de pesca el año 2001 (que rigió hasta el 8 de
febrero de este 2013) se estableció una zona exclusiva para la pesca artesanal
de 5 millas desde la orilla (9.26 km).
En el caso de la sardina
común y la anchoveta, son especies que viven muy cerca de la costa, por lo que
gran parte de sus poblaciones podían encontrarse en la franja de 5 millas.
Paralelamente, la ley establecía (y lo sigue haciendo) que una embarcación
artesanal no podía exceder los 18 metros de largo. Estas condiciones hacían que
las embarcaciones que usaba la industria no pudieran operar dentro de las 5
millas, reservadas para pescadores y armadores artesanales, los que, además, no
podían tener a su nombre más de dos embarcaciones.
Ante
este escenario, la industria realizó préstamos a diferentes personas vinculadas
a la pesca artesanal para que pudieran comprar las embarcaciones pesqueras
avaluadas desde unos 300 hasta 400 millones de pesos, pues son de metal y
cuentan con sofisticados artefactos destinados a mayores capturas. Muestra de
este aumento explosivo de embarcaciones operativas es el propio registro
pesquero artesanal de Sernapesca.
En cuanto a las
embarcaciones de 15 a 18 metros de largo que capturan anchoveta en la octava
región, el registro indica que entre enero de 1992 a diciembre de 1999 (8 años)
hubo 205 inscripciones. En cambio, entre enero del 2000 hasta diciembre de 2008
(8 años) hubo 304 inscripciones. Es decir, bajo el contexto de la aprobación de
la "ley corta de pesca" hubo un 32% más de inscripciones en el
registro pesquero artesanal de naves destinadas a pescar anchoveta, y en
consecuencia sardina común.
Por otra parte, también se
registró un aumento de más de 30 mil pescadores artesanales entre 1999 y el 2010,
cuando llegaron a ser más de 80 mil. Buena parte de éstos concentrados en la
pesca de la sardina común y la anchoveta.
En este escenario, las
grandes empresas pesqueras, agrupadas en ASIPES, mantuvieron el control de la
pesca de la sardina común y la anchoveta en la zona centro sur de Chile, pues
no sólo eran acreedores de las deudas de cientos de "armadores
artesanales", sino que también eran los únicos que compraban su pesca,
controlando el precio.
Durante la década del 2000
se registraron sucesivas movilizaciones de tripulantes pesqueros exigiéndoles a
las empresas subir el precio por tonelada de sardina común y anchoveta. Pero,
el precio de la tonelada de pesca siempre se mantuvo bajo el control de la gran
industria pesquera. En diferentes ocasiones, luego de estas movilizaciones, la
clase política y el Estado optó por aumentar las cuotas de captura de estas
especies, para que los tripulantes y armadores pudiesen ganar un poco más de
dinero sin tocar los intereses de la industria.
En este ciclo de reclamos y
tapabocas entre las tripulaciones pesqueras y el Estado, el empresariado
pesquero continuó acumulando un poder que lució en la aprobación de la nueva
Ley de Pesca este 2013, quedándose con los permisos de pesca de otras especies
que llevaron al colapso, tales como la merluza común y su fauna acompañante, y
el jurel.
El
empresariado pesquero fue previsor y tuvo muy buenos lacayos que lograron que
los permisos de pesca que recibieron fueran por 20 años renovables.
Además de permitírseles hacer cualquier tipo de negocio jurídico con éstos,
pudiéndolo dividir hasta en cien mil partes. O sea, listo para ponerle precio y
subdividir el permiso en acciones a transar en el mercado bursátil. La propia
ley reconoce que en "los regímenes de asignación no se puede garantizar la
existencia de los recursos asignados", es decir, que desde ahora no
importa si hay peces en el mar para otorgar permisos de pesca, porque sin
ellos, igual hay negocio.
Espalda
al mar
En el caso de la sardina
común y la anchoveta, sus poblaciones son costeras y vulnerables a cambios que
puedan ocurrir en estos ambientes: una alza de temperatura, la falta de oxígeno
o la contaminación, son factores que pueden gatillar la mortalidad de éstas. No
obstante, en la nueva Ley de Pesca, no se estableció ningún control sobre la
ocurrencia de estas situaciones. Las celulosas, las termoeléctricas y las
industrias contaminantes, en general, siguen botando al mar sus desechos
tóxicos como cuando entraron en funcionamiento.
La sardina común y la anchoveta,
son la base de la cadena trófica de una serie de especies mayores, por lo que
sin ella se coarta el desarrollo de otras especies. Por otra parte, estos peces
contienen altas cantidades de Omega 3 que es un ácido que se forma en las algas
que consumen éstos y se acumula principalmente en su tejido adiposo. Su
incidencia en la salud de las personas es vital, pues está involucrado en el
desarrollo y vitalidad de las funciones cerebrales y de la retina de los fetos,
neonatos y adultos; ayuda a la prevención de enfermedades vinculadas al sistema
cardiovascular; contribuye a fortalecer el sistema inmunológico, entre otras
cosas.
Las razones para impulsar
una política de recuperación de la sardina común y la anchoveta no han sido
consideradas por quienes han tomado las decisiones en el ámbito pesquero. Y,
por su parte, la población en general no se ha involucrado en intentos por
impulsarla. Hay quienes señalan que, a pesar de todo, "Chile ha vivido de
espalda al mar".
La desvinculación que se
experimenta con lo que se supone está bajo la soberanía popular, no sólo
involucra al mar y su ecosistema, sino que a numerosos campos de la vida.
Grotescamente, mientras la industria pesquera piensa en hacer negocios sin que
necesariamente hayan peces en el mar, las tripulaciones pesqueras que
capturaban sardina y anchoveta, demandan al Estado que los convierta en
trabajadores mineros.
La renuncia a recuperar los
ecosistemas marinos, denuncia el afincamiento de una cultura y una economía que
empieza y termina en la explotación del ecosistema y la extracción de lo que
pueda transformarse rápidamente en dinero. La pregunta que surge al
experimentar su agotamiento, pareciera que sólo se responde bajo el esquema
legado por quienes lo han provocado.
Mala
Pesca, el mejor reconocimiento es ser prohibido
El 5 de octubre del año
pasado se estrenó en Concepción el documental "Mala Pesca: La depredación
pesquera en Chile", realizado por Resumen y la revista El Radical Libre.
El objetivo de esta realización fue acercar el problema de la pesca y del
estado de las poblaciones de peces a nivel internacional y fundamentalmente en
la franja marítima nacional.
Por parte de quienes tienen
un vínculo directo con la pesca y en esos momentos se oponían activamente a la
aprobación de la actual Ley de Pesca, llamada "ley Longueira", se
valoró como una herramienta informativa. Para el público en general, el
material se calificó en general como develador de situaciones ocultas por la
desinformación masificada por los medios de propaganda empresariales. Por parte
de estos medios, la valoración que hicieron del material fue escueta, aunque no
por eso, tajante.
Los realizadores de Mala
Pesca, acudieron a Canal 9 Bío Bío Televisión, TVU (Canal de la Universidad de
Concepción) y enviaron la dirección de Youtube, bajo la cual se aloja el
documental, a una serie de medios electrónicos nacionales para que pudieran
reproducirlo. La respuesta fue el silencio o bien la argumentación de que
contradecía su orientación editorial.
Recientemente, los
realizadores recibieron un llamado de Gustavo Viveros, que se desempeñaba como
subdirector de la Biblioteca Viva del Mall Mirador Biobío, convocándolos a
participar en la exhibición de "Mala Pesca" en el lugar. Gustavo
señala que "habíamos planificado como temática central para la cartelera
de mayo "mes del mar", aliándonos con un grupo de investigadores
marinos que nos apoyarían con un ciclo de charlas en torno al mar, la flora y
fauna y el calentamiento global. Es en este contexto que pensé la posibilidad y
congruencia de exhibir el documental e invitar a sus realizadores a participar
del ciclo de charlas, contribuyendo al debate local-regional y a la difusión de
informaciones que no se encuentran ni en el periódico ni en la tele".
Por disposición
administrativa de la Fundación, todas las Bibliotecas debemos informar la
cartelera del mes siguiente... al día de haber enviado mi cartelera recibo la
noticia de que debemos sacar de la futura cartelera el documental y la charla
asociada, aduciendo: "que es un documental que incita al odio,
marcadamente político y parcial". Frente a mi resistencia a bajarlo,
adujeron que afectaba a los patrocinantes del Programa de Biblioteca Viva. A la
semana presenté mi renuncia, pues ante las diferencias éticas con la dirección
de la Fundación prefería dar un paso al costado", concluye Gustavo.
"Mala Pesca"
sigue alojado en Youtube, sumando miles de reproducciones.
por Patricio Villa /
Resumen.cl
Fuente:
22 de mayo de 2013
Hildebrandt en sus trece
"Nada puede evitar que la
derecha gane excepto que la izquierda sea una alternativa que encandile, que
entusiasme al pueblo, y no lo está haciendo. No tienen posibilidad, ni
programa, ni liderazgo, ni modernización; es una izquierda que no se ha
aggiornado, que sigue pensando que en Cuba hay una revolución, cuando en Cuba
hay una gran decadencia, una ruina fotografiable. Con una izquierda así,
pensando que la dictadura del proletariado está encarnada en Cuba, y quizá en
Corea, ¿qué espera?
-¿Y no es posible que aparezca una alternativa
de centro?
Lo que tiende a aparecer es una izquierda
ambientalista, que considera que el problema es planetario, que el modelo de
desarrollo es insostenible, que lo que venden como crecimiento no es tal, lo
que venden como consumo no es felicidad, lo que venden como metas a seguir no
son metas, sino suicidios ecológicos. Esa izquierda está germinando. Tierra y
Libertad es una expresión de eso, todavía en semilla, pero está. Es una
esperanza.
¿Pero qué es un outsider en
Perú? Fujimori, Kuczynski, Humala lo eran… En realidad en la política peruana
tan destruida, sin partidos, o con estos tan corrompidos, ya todos son
outsiders, transeúntes, repentistas. Que pueda aparecer cualquiera, ajeno, sí,
pero sería lo mismo. Mientras el electorado tenga esa resignación, de aceptar
los contrabandos, que un candidato incumpla su programa, que la derecha
gobierne ganando o perdiendo, estos desarrollos electorales o jornadas cívicas
serán rituales. Seguiremos en lo mismo al margen de quien gane. La política
peruana es una fiesta de carnaval veneciano, con máscaras, donde nadie sabe
quién es quién, con promiscuidad, donde la señora sale encinta y no sabe de
quién.
La destrucción de la vida
partidaria. El Apra es un club de amigos de Alan, el Partido Comunista es un
cascarón vacío, el Partido Socialista ya vemos, la democracia cristiana dejó de
existir y dio paso al PPC, que es un club aristocrático nacional con ciertas
pretensiones, y los demás son ismos de bolsillo. En un mundo sin partidos, la
posibilidad del figuretismo frívolo, de la anomia, y de lo anético, es una gran
posibilidad. Chile tiene aun en eso la ventaja de haber conservado partidos, y
Colombia. Ecuador es un caso especial, donde Corea sustituye al partido, con su
personalidad que genera ilusión. Evo es otro caudillo que no necesita de
partidos. Pero son casos atípicos. En Perú no hay ni uno ni lo otro. El drama
del pueblo es que está irrepresentado. La franquicia pueblo no está
representada.
Hay dos miradas. En la
prensa escrita la hegemonía de la derecha es clarísima, aunque legítima, pues
la izquierda no puede construir medios. La otra es la radio y la televisión.
Creo que es el peor momento de la televisión informativa del Perú. Esto comenzó
cuando la derecha se dio cuenta de que no podía dar concesiones. Y ha terminado
con esta monotonía, esta cacofonía editorial que es la televisión. Todo está
bien siempre que esté dentro del sistema. Ningún cuestionamiento esencial,
ningún debate sobre cosas de verdad importantes. Se puede atacar a ministros,
pero no al sistema. Eso produce esta grisura unánime de la televisión.
-¿Y la radio?
La radio es patética; solo hay una y está en
manos de Alan, porque dos de sus mayores locutores son empleados suyos y porque
él trató bien a esa emisora en su segundo periodo. No pretende informar sino
adoctrinar. Son medios masivos. La prensa escrita es lo exquisito. Pero la
gente forma opinión con la televisión y la radio. Soy de prensa escrita pero
reconozco mis limitaciones"
César Hildebrandt en Diario 16
9 de mayo de 2013
Sanciones en el sector pesquero del Perú
Ahora será más difícil
dilatar los procesos de cobros de sanciones ambientales, porque se les exigirá
a las empresas una carta fianza equivalente al monto que se pretende cobrar.
Con el propósito de hacer
más efectiva la intervención del Organismo de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (OEFA), imponer sanciones más disuasorias, cobrar las multas y
reducir la contaminación ambiental, el Poder Ejecutivo publicó la Ley Nº 30011,
que modifica la Ley del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (Nº 29325).
De acuerdo al presidente
del Consejo Directivo del OEFA, Hugo Gómez, la nueva ley permitirá, por
ejemplo, reducir las trabas legales para el cobro efectivo de las multas
ambientales, pues establece que la sola interposición de una demanda
contencioso-administrativa (como ocurría hasta hace poco) no interrumpirá ni
suspenderá el procedimiento de ejecución coactiva. OEFA estimó que, a la fecha,
los jueces del Poder Judicial han paralizado los cobros de sanciones
ambientales por S/. 92 millones. Agregó que este monto equivale al 81% del
total de multas impuestas por la Entidades de Fiscalización Ambiental (EFA).
“Para que el juez admita a
trámite una medida cautelar se requiere presentar una contracautela (carta
fianza) personal o real, por un monto equivalente a la multa que se quiere
cobrar”, precisó.
Salas especializadas
Otro de los cambios que
introduce es el fortalecimiento del Tribunal de Fiscalización Ambiental, con salas
especializadas y vocales con dedicación a tiempo completo; anteriormente eran a
tiempo parcial.
Según Hugo Gómez, en un mes
estarían decidiendo el número de salas, aunque prevé que pueden ser tres e
implementadas progresivamente; puede haber una sala para minería, otras dos
para energía y producción, respectivamente.
Sostuvo que a la fecha
falta resolverse 104 procesos. Reveló que en lo que va del 2013 se han aplicado
50 sanciones en el sector minero por 3,252 UIT (cada UIT equivale a S/. 3,700),
17 sanciones en el sector energía por 393 UIT y 54 sanciones en el sector
pesquero por 546 UIT. Recordó que en el 2012 aplicó 215 sanciones a mineras por
16,927 UIT, 43 sanciones a empresas de energía por 13,995 UIT y 31 sanciones a
pesqueras por 439 UIT.
Fuente:
¿Aplicará también al sector
pesquero? En el caso del Consumo Humano Directo, ¿cómo se aplican sanciones si
no hay límites máximos permisibles?
Por otro lado el estado de
sanciones impuestas en el sector pesca del Perú es de un volumen tan alto,
tanto en valor monetario como en unidades sancionadas, que refleja y evidencia
una situación alarmante en el manejo y operación de la pesca en el Perú. Si se
agrega las sanciones ambientales impuestas por la OEFA la situación puede ser
más que preocupante.
Produce ha aplicado
sanciones por diferentes conceptos y con multas que en algunos casos llegan a
las 30 U.I.T. a una cantidad de
administrados realmente alucinante.
Las relaciones que pueden
apreciarse en los enlaces siguientes son las que han sido impuestas por la
autoridad de Pesquería y hablan por sí mismas.
Listado de embarcaciones
suspendidas al 8 de mayo 2013
Relación de resoluciones
sancionadoras apeladas al 0 de mayo 2013
Estado de sanciones en la
Oficina de Ejecución coactiva
Esta información pública y
transparente, que se encuentra colgada en la página web de PRODUCE es sana para
que la sociedad civil aprecie lo que ocurre; sin embargo falta colocar la relación
de armadores que han pagado derechos de pesca y la de aquellos que no han
pagado los mismos, precisando las correspondientes cantidades.
30 de abril de 2013
OLLANTA HUMALA NO ESTABA MUERTO
Escribe César Hildebrandt
Como la derecha peruana
estaba convencida de haber comprado a Ollanta Humala, ahora le salta a la
yugular por algunas muestras de autonomía.
Por ejemplo, está el asunto
de Venezuela.
La derecha peruana, que no
protestó por el caso de Lugo, en Paraguay, o el de Zelaya, en Honduras, está
preocupadísima por el estado de la democracia venezolana.
El problema es que Henrique
Capriles es gobernador reelecto del estado de Miranda gracias a una elección
controlada por la misma Comisión Nacional Electoral hoy acusada de
impresentable.
Y el problema es que ningún
observador internacional, incluyendo en la lista al Centro Cárter, ha formulado
tacha alguna en contra del proceso que llevó a Nicolás Maduro, con las justas,
a la presidencia.
La derecha peruana es
chusca, golpista y sucia y creía que UNASUR debía impedir el mandato de Maduro.
Pero UNASUR no podía darles
ese gusto porque no está entre sus funciones vetar una elección que no ha sido
cuestionada por los observadores internacionales. Lo que ha hecho UNASUR es
recomendar a Maduro que se efectúe el recuento de votos prometido y que se
abran las puertas del diálogo en esa Venezuela con presentimientos de guerra
civil.
Hay que ser muy bruto para
no entender eso.
Y hay que ser muy cínico
para que la prensa peruana, escrita y televisada, que avaló la dictadura
putrefacta de Fujimori y su concentración de poder sostenga que hoy en
Venezuela hay un monopolio de los medios y una práctica dictadura castrista.
Curioso castrismo este que casi a punto estuvo de tolerar el triunfo del
ferozmente opositor Henrique Capriles y que hoy asiste a un proceso inexorable
de decadencia del PSUV y de fraccionamiento de sus filas.
La derecha no tiene patria ni doctrinas ni
principios. Sólo la excita el dinero, sólo la entusiasma la codicia, sólo le
teme a la libertad
Para la derecha peruana el
problema no es la democracia. Es quién corta el jamón. Si mañana fuera
necesario dar un golpe de Estado sanguinario para reprimir a los opositores a
la gran minería y a los que se niegan a obedecer el pensamiento único que todos
los días expectoran los locutores de RPP, la derecha aplaudiría con el mismo
fervor con que aplaudieron a Sánchez Cerro (creación heroica) y a Velasco
(cuando creyeron que podían manejarlo).
La derecha no tiene patria
ni doctrinas ni principios. Sólo la excita el dinero, sólo la entusiasma la
codicia, sólo le teme a la libertad. Por eso quiere que todo sea inmóvil,
fósil, eterno. Es una derecha eclesiástica que aspira a la inmortalidad de sus
privilegios.
Y entre ellos está el de
decretar qué cosa es buena o qué cosa es mala. Es como el evangelio según San
Luis (el agua embotellada). Como el papel de los hechiceros en las tribus primordiales.
Nada que se salga de su
monótono libreto es válido.
¿Maduro presidente aun después
de muerto Chávez?
Inaceptable.
¿Argentina en manos de una
mujer insumisa que se enfrentó con éxito al FMI y que pelea con una prensa
mafiosa plagada de intereses?
Impresentable.
¿Bolivia reclamando lo que
le fue arrebatado en una guerra procaz?
Deleznable.
¿Petroperú queriendo comprar
51% de las acciones de Repsol? Imperdonable.
¿Humala hablando de un Estado
medianamente presente? ¡Velasquismo trasnochado! ¿Y cuando el Estado de Obama
imprime trillones de billetes para salvar a la banca grande que estafó a los
chicos? Ejemplar.
¿Y cuando Europa ajusta a
los ciudadanos después de salvar a los bancos desregulados?
Maravilloso.
¿Y cuando la empresa
estatal Entel Chile compra a Nextel en el Perú?
¡Gran noticia!
¿Y cuando la estatal
noruega Cermaq compra a la privada peruana Copeinca? ¡Globalización!
Qué divina es la derecha peruana.
Está convencida de que los peruanos somos débiles mentales que se aborregarán
ante sus gritos, amenazas, editoriales y columnas escritas por quienes antes
firmaban contratos con las Cepris de Fujimori.
Y, en el caso de Repsol,
sólo chillan ideológicamente porque Petroperú tiene la intención —ya
confirmada— de comprar el 51% de sus acciones pero omiten señalar que buena
parte del paquete accionario de esa empresa española ya está en manos de las
AFP que operan en el Perú.
¿Alguna privada está
dispuesta a invertir ese dinero?
Que lo digan Dionisio
Romero júnior y sus socios chilenos, dueños ya de Primax y que, con la compra
de la cadena de Repsol, serían los amos del mercado. ¿O no es eso lo que está
en juego?
Repsol fue expropiada en Argentina
por no hacer nuevas inversiones y por haber estado bombeando utilidades
extremas a su casa matriz madrileña.
Aquí, el último año, vendió
combustible por un valor de 4.600 millones de dólares y apenas ha tenido unos
30 millones de utilidad. ¿O es que en el Perú ha repetido la faena bombeadora
de Buenos Aires?
Petroperú debe tener
cuidado con sus próximos pasos no por la prédica de la derecha sino porque
Repsol no es ninguna pera en dulce.
Pero, claro, este tipo de
información no le interesa a la gran prensa peruana (y a su hija retardada, la
televisión). Lo único que importa es que nadie se salga del libreto. Ni con
Repsol ni con Venezuela ni con ningún otro tema.
Que Humala se entere de una
vez: con la derecha peruana no hay tratos equitativos. Ella sólo reconoce
iguales (entre los suyos) o subordinados. Y usted, señor presidente, era hasta
hace unas horas un obediente subordinado.
Ya no lo es tanto.
Y esa es una gran noticia.
No se retracte. No se chupe. No se asuste. La derecha es, al fin y al cabo, un
tigre de papel periódico.
Que usted recupere algo de
su identidad es sólo una mala noticia para quienes lo han visto como el
mayordomo (siempre culpable) de una novela mala de Agatha Christie.
Hildebrandt en sus Trece,
26-04-2013
18 de abril de 2013
La transparencia en los derechos de pesca es una necesidad
La RD 211-2008-Produce/DGEPP publicó
la relación de embarcaciones cuyos
armadores no habían presentado declaraciones juradas del pago de derechos de
pesca 2007. Suman 617. Lo que significaba, para ese momento, que casi el 50% de
la flota simplemente no declaraba pero igual pescaba y se lo permitían.
También detalla 320 embarcaciones
cuyos armadores debían reintegrar derechos de pesca correspondiente al pago de
derechos de pesca del 2007 por un valor aproximado de 3 millones y medio de
soles. Algunos no solamente no pagaban, sino que se daban el lujo de no
declarar.
PRODUCE recién reacciona en Junio del
año entrante, es decir en 2008. Curiosamente esta RD tiene fecha del 18 de
abril 2008; pero se publica el 9 de junio 2008.
Así como en el 2008 PRODUCE hizo
pública la situación de la cobranza de los derechos de pesca, hoy más que nunca
en el escenario actual, corresponde que se difunda una información similar a la
que fue publicada en ese entonces. No conozco si entre el 2008 y el 2013 se ha
hecho pública una información similar, la cual además, debería hacerse en forma
periódica y ser ampliamente difundida.
Para mayor ilustración se transcribe
el texto de la resolución mencionada.
13 de abril de 2013
Una ministra de la Producción incómoda
El Estado peruano tiene mucho que evaluar y
analizar en torno a la industria pesquera.
Por tanto, siendo una funcionaria que no cede
fácilmente, ni a la que se tiene acceso con la misma flexibilidad de antes, es
imperativo que deje el cargo.
Si los bloqueos de carreteras, si la presión
de los lobistas a través de los medios de comunicación no funcionan y no la sacan
ni renuncia, entonces queda el recurso de la interpelación que conduzca a la
censura.
Sin embargo, será Palacio de Gobierno quien
diga la última palabra en torno a las reformas y ordenamiento del sector
pesquero, en el cual hay mucho trabajo de inclusión por hacer y mucho dinero
por recaudar que hasta hoy no se ha recaudado.
Las siguientes semanas mostrarán al país si
realmente estamos o no ante una gran transformación en la pesquería peruana.
Para hacer una Tm de harina, se requiere, en
promedio, 4.5 Tm de anchoveta.
Si la Tm de harina de pescado tuvo un precio
promedio de 1,490 dólares, la industria pagó US$ 16.78 (3.73 x 4.5) por cada
tonelada de harina exportada a US$1,490 cada Tm.
El
pago de derechos por concepto de explotación de recursos hidrobiológicos que se
señalan a continuación se establecen en:
b) Derechos por extracción del recurso
merluza: 0.15 % UIT/ton. Métrica descargada
6 de abril de 2013
El Perú y su pesquería
La sobrepesca no constituye el
único problema. La degradación del entorno marino, y la interferencia con el
ecosistema a través de la consciente o inconsciente utilización de los océanos
como receptor de desechos, además de la destrucción del hábitat originado por
malas prácticas de extracción, son factores de creciente incidencia en términos
de deterioro de la producción marina.
La industria pesquera atribuye a
los recursos marinos, no solo el carácter de renovable, sino además, la
cualidad de inagotable. Han elegido aceptar el mito, en obstinada ignorancia de
los hechos. El elogio constante a la
producción y exportación de harina de pescado solamente alcanza a la
comprensión de un pequeño sector nacional, que además no percibe íntegramente
el escenario. A éste se le deben agregar las cifras exportadas, las de los
impuestos recaudados, los derechos de extracción cobrados y el empleo de dichos
fondos.
Una pesquería sostenible
solamente será posible cuando el país alcance el adecuado nivel de madurez cívica
que le permita entender y aceptar que se requiere colocar el interés nacional
por encima de los intereses de parte. El interés nacional requiere que se
desechen los intereses económicos grupales y se privilegie la alimentación de
la población nacional por encima de todo. Ello impone tener pesquerías
sustentables, una adecuada preservación de los recursos pesqueros, del
ecosistema y del medio ambiente, de tal
forma que se garanticen alimentos baratos para toda la población del país en
forma prioritaria.
Los beneficios económicos del
sector pesquero marítimo alcanzan a una fracción mínima de la población costera
involucrada. Los volúmenes de recursos pesqueros naturales no aumentan a la par
que crece la población vinculada a la extracción. Los recursos pesqueros no
aumentan en función a la demanda.
El Estado debe propiciar que
todos asumamos la responsabilidad de hacer causa común con la defensa de
nuestras zonas costeras, para preservar sus bienes y servicios. Así como
incentivarnos a poner nuestros ojos en el medio marino y costero. Este esfuerzo
resulta de suma utilidad para las nuevas generaciones, a quienes les
corresponde pagar las deudas ambientales que dejamos las generaciones pasadas y
presentes.
Años de línea directa con la
autoridad de Pesquería, años de intervención directa o indirecta en las
regulaciones dictadas sobre la pesca en el Perú parecen haber terminado, al
menos por ahora.
La intervención directa de
Palacio de Gobierno, defendiendo la correcta posición de autoridad del Titular
del Pliego de Producción, introduce un elemento inédito, novedoso, que permite
presumir que este escenario, podría durar hasta el fin de este gobierno.
La industria anchovetera, que
rechaza normas que afectan la rentabilidad de su negocio, en especial en el sur
del Perú, viene acudiendo al empleo de los medios de comunicación para expresar
sus opiniones, fijar sus posiciones y debilitar la posición de la Ministra con
la evidente intención de sacarla del cargo. Esta táctica tradicional parece que
no funcionará en un escenario en el cual esta autoridad recibe un respaldo
abierto del Jefe de Estado. El enfrentamiento actual es directamente con
Palacio, autoridad que no puede ser revocada y cuya autoridad no puede ser
minada.
En esta confrontación, la
sociedad civil puede resultar beneficiada en la medida que, por primera vez,
escucha en la televisión y en la prensa escrita la existencia de un problema
pesquero, sobre el cual no sabía mayormente nada. Esto debería y podría
llevarla a informarse mejor de aspectos sobre los cuales jamás antes se había
interesado. Ello permitiría fijar posiciones con mayor información sobre los
temas de fondo, que no se han tocado aún, como la real participación de la
industria en la recaudación tributaria, pago de derechos de pesca, generación
de empleo, contaminación, atención al mercado nacional y contribución con la
seguridad alimentaria peruana.
La investigación individual u
organizada de la sociedad civil debería evaluar los niveles de desinformación e
inexactitudes que se han venido propalando en los medios sin sustento alguno
como:
Que el Perú es el número uno en
sostenibilidad según un estudio de la Universidad de Columbia no ha sido
demostrado exhibiendo el documento fuente. Al exhibirlo, leerlo y analizarlo,
la afirmación se cae porque no es cierta.
Que la industria invierte en el
consumo humano directo de pescado, es una afirmación incompleta porque debería
aclararse si su inversión es para exportar o para atender al mercado peruano.
La realidad es que para la industria de consumo humano directo la prioridad es
exportar y no el público consumidor peruano.
Que el Perú dejará de percibir
300 millones de dólares y 120 millones de dólares en impuestos dejados de
recaudar tampoco ha sido sustentado con cálculos, estadísticas y proyecciones.
¿Cómo debe reaccionar el pueblo
peruano ante esta avalancha de información y desinformación sobre un tema que
desconoce?
El tema no es apoyar una posición
u otra, sino defender sus propios intereses, es decir los de cada poblador del
país. La mejor actitud debiera ser la de investigar e interesarse más sobre el
asunto pesquero ya que se trata de recursos naturales de los cuales la Nación
es la propietaria, por lo que resulta grosero que una pequeña fracción de la
población presente reclamos y exigencias públicas sobre recursos que no son
suyos y sobre los cuales la ley y la Constitución otorga su administración y
manejo al Estado.
Las preguntas que debe hacerse el
público son:
¿Cuánto gana cada ciudadano
peruano por la extracción de sus recursos pesqueros? Bien sea por medio del
canon pesquero y/o impuesto a la renta?
¿Cuánto pescado se destina a la
comercialización dentro del país para alimentar a los peruanos en relación a lo
que se exporta para alimentar a otras poblaciones fuera del país?
¿Cuánto daño viene haciendo la
industria al medio ambiente, quién y cómo se va a corregir y reparar el mismo?
El tema de fondo es que el pueblo
peruano, la sociedad civil fije su posición en la participación del negocio
pesquero.
La Sociedad Civil, el pueblo
peruano, no puede permanecer indolente ni pasivo en esta confrontación. Como la
misma no genera un referéndum ni una votación, tiene que organizarse para
defender sus recursos pesqueros. No para defender a la industria ni
necesariamente al Estado, si es que actuase indebidamente, sino para proteger
sus recursos naturales y hacer sentir su voz y presencia a través de
instituciones libres de influencias y de manipulación.
Quedan perfectamente claros tres
temas:
Que los derechos de pesca
vigentes son bajos.
Que el impuesto a la renta
también es bajo, y hasta desaparece cuando se le contrasta con los impuestos
que el Estado devuelve al sector. Tema complejo que se subsanaría aplicando
regalías a la extracción, es decir poner un precio a los peces, que hasta hoy
no lo tienen.
Que la contaminación y reparación
del daño causado al ambiente hasta el momento no está resuelto. Que los límites
Máximos Permisibles para la descarga de efluentes asignados a la industria reductora
han sido generosos y los plazos de adecuación a sus PAMAs (Programas de
adecuación y manejo ambiental)también. Que la industria de consumo humano
directo no tiene hasta ahora límites máximos permisibles que permitan controlar
y eventualmente sancionar el exceso de contaminantes vertidos al mar. Que toda
la flota pesquera no tiene el control debido de sus descargas de aguas sucias y
residuos oleosos porque no se aplica la normativa del Marpol.
27 de marzo de 2013
Abril del 2012: Un año después. Entonces la merluza, hoy la anchoveta
En abril del 2012 el escenario en la administración de la pesquería peruana era totalmente diferente al que presenta abril del 2013. Vale la pena recordar lo ocurrido en ese mes y compararlo con la situación que se vive en estos momentos en el enfrentamiento por la anchoveta. Basta recordar el artículo de milagros Salazar para evaluar las diferencias y también las similitudes, así como para especular nuevos probables escenarios.
El Premier y la merluza
Por Milagros Salazar.-
En medio de los secuestros en el VRAE y a
pocas horas de la presentación del peritaje sobre el conflictivo proyecto
minero Conga, el premier Óscar Valdés se dio tiempo el lunes 16 de abril para
realizar una inusual visita al ministerio de la Producción, en la Urbanización
Córpac, en San Isidro.
Valdés subió al séptimo piso donde se
encuentra la oficina del titular del sector, José Urquizo. Ahí lo esperaban el
ministro, acompañado por su nuevo jefe del gabinete de asesores, José Vidal; y
por el jefe de la Oficina General de Asesoría Jurídica, Omar Alfaro. A los
pocos minutos, llegó la viceministra de Pesquería, Patricia Majluf, acompañada
por su asesor principal, Juan Carlos Sueiro.
La reunión duró unos cuarenta minutos. Fue
tensa por momentos, según pudo conocer IDL-R. ¿De qué hablaron? De la merluza.
Valdés estaba impaciente porque aún no se emitía la norma para ampliar la cuota
de captura de merluza de 8, 600 toneladas a 14, 500 tal como acordó con los
empresarios en una reunión el 9 de abril
en la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros.
Valdés reiteró a Urquizo y a Majluf que
debía ejecutarse la ampliación que exigían los empresarios y que no había
marcha atrás, a pesar que la viceministra expresó su desacuerdo por la decisión
debido a que la población de merluza ha disminuido considerablemente en los
últimos años y se encuentra en riesgo, según estudios científicos.
“Ya
hay un compromiso y hay que respetarlo”, insistió Valdés. Alfaro de Asesoría
Jurídica explicó al premier que había un freno legal y que la ampliación no iba
a ser un trámite sencillo ya que las normas exigen que la cuota anual se
establezca antes de iniciarse la temporada. Y resulta que la temporada comenzó
en enero. ¿Cómo iba a modificarse la cuota casi cuatro meses después?
“Si hay que conseguir que firme algún
decreto el Presidente (Ollanta Humala), yo lo puedo hacer”, habría manifestado
Valdés. Al instante, Majluf increpó: “No me parece responsable que involucremos
al Presidente en algo que no tiene precedente. Eso no se ha hecho antes”.
Pero el primer ministro habría reiterado:
“Esto se hace”.
¿Por qué el Premier insiste en ampliar la
cuota en contra de la opinión de la viceministra (una experta respetada internacionalmente) y por qué se muestra tan interesado en el
tema? Sucede que varios días antes, el 9 de abril, hubo una reunión previa en
la PCM.
Asistieron unas quince personas, entre
empresarios pesqueros, autoridades de Piura, congresistas, el ministro Urquizo
y la viceministra Majluf. En la primera parte de la reunión, Majluf expuso un
informe breve sobre el grave estado de la merluza que elaboró el reconocido
científico Arnaud Bertrand, del IRD, un instituto público de investigación de
Francia.
Los empresarios de merluza, casi todos
extranjeros y que tienen su base de operaciones en Paita, atacaron a Majluf
luego de su exposición. Sostienen que la viceministra por lo menos se equivoca
y que hay suficiente merluza para pescar. Los respaldaba un informe que
mandaron a hacer a Luis Alfredo Icochea, quien hasta octubre pasado fue
presidente del Instituto Tecnológico Pesquero (ITP), que depende del Ministerio
de la Producción, y asesor de varias empresas pesqueras. Liderados por el
furibundo empresario Carlos Milanovitch, insistieron en que unas 10 mil
personas dependen de la pesca de merluza en Paita y serían perjudicados si no
se ampliaba la cuota.
En medio de la discusión, el presidente de
Imarpe, Germán Vásquez (quien llegó tarde a la cita), informó que su institución
recomendó una cuota mínima de 8, 600 toneladas y otra cuota máxima de 14, 500
toneladas. Ni bien escuchó Valdés la segunda opción, consideró que esa era la
salida: ampliar la cuota máxima a pesar de la opinión en contra de Majluf.
Valdés también acordó que Imarpe realizará
en mayo un crucero para investigar la situación actual de la especie y ver si
es posible una nueva ampliación. Fuentes cercanas al pensamiento de Majluf
aseguraron a IDL-R que si Valdés continúa ampliando la pesca de merluza, ella
renunciará al cargo. Para Majluf, esta situación abre la puerta para que
empresarios que comercializan otras especies también pidan su decreto
“presidencial” para pescar más.
Las presiones asedian a Majluf. Entre la
reunión del 9 de abril en la PCM y la visita de Valdés al Ministerio de la
Producción el lunes 16, los empresarios enviaron cartas al ministro Urquizo
exigiendo que se cumpla lo acordado. Mientras tanto, desde Palacio de Gobierno
intentan averiguar si existe un acta de compromisos con los empresarios como
habría señalado Valdés, según pudo conocer IDL-R. Lo cierto es que no existe
ningún documento firmado.
Este hecho ha deteriorado más la relación
entre Urquizo, que acata silenciosamente lo dicho por Valdés, y la viceministra
Majluf cuyos escasos dos meses en el cargo han estado marcados por
controversias y obstáculos.
Controversias de fondo
Ni bien se convirtió en viceministra a fines
de febrero, Majluf pidió a Urquizo reemplazar a los responsables de las cinco
direcciones generales que dependen de Pesquería. Logró los primeros cambios en
las direcciones de Extracción y Procesamiento Pesquero y en la de Asuntos
Ambientales.
Sin embargo, diversas fuentes confirmaron
que Majluf encontró mayor resistencia de Urquizo en su propuesta de cambiar a
Hernán Huacachi, quien comandaba la estratégica Dirección de Seguimiento,
Control y Vigilancia (Digsecovi), Según congresistas, dirigentes pesqueros y
demás funcionarios que conocen a Huacachi, este funcionario no tenía “la menor
idea” de cómo mejorar la fiscalización en la pesca.
Huacachi, ayacuchano al igual que el
ministro, estuvo en el cargo hasta el miércoles 18. Una insistente Majluf
consiguió que Urquizo finalmente accediera que la directora general de Pesca
Artesanal, Jessica Pino, reemplazara a Huacachi, ya que sus candidatos
iniciales fueron rechazados por el ministro.
Personas cercanas a Majluf sostienen que el
cambio de Huacachi era urgente, debido a que se entramparon varias acciones,
entre ellas las auditorías a las empresas inspectoras de desembarques de
anchoveta, Cerper y SGS, y las mejoras para evitar la manipulación de las
balanzas en las fábricas harineras, problema revelado en una amplia
investigación de IDL-R.
Pero las discrepancias también involucraron
a los hombres más cercanos a Urquizo, que plantaron una oposición constante a
Majluf desde el ingreso de esta. En diciembre, cuando Uriquizo asumió el mando
del ministerio, lo hizo acompañado por dos conocidos asesores: el ex
congresista del partido de gobierno, César Cayo Galindo, y por el ex juez Edwin
Yalico Contreras.
A este último se lo recuerda por haber
investigado inicialmente el caso Business Track; y por haber anulado las
resoluciones de inicio de instrucción, acusación y auto de enjuiciamiento
contra el presidente Humala por la asonada de Andahuaylas.
Cayo Galindo se mantuvo en el cargo hasta el
3 de abril en medio de las críticas de dirigentes de pescadores, entre ellos
los de la Asociación Nacional de Armadores Pesqueros que agrupa a los dueños de
las naves “vikingas” y que lo denunciaron, junto a otros funcionarios, por los
presuntos delitos de abuso de autoridad, omisión, rehusamiento y demora de
actos funcionales.
Yalico sigue en el ministerio a pesar de que
también enfrenta acusaciones. El Sindicato de Pescadores de Anchoveta del
Puerto de Pisco envió en enero un oficio a la Comisión de Producción del
Congreso para que solicite a Urquizo investigar la participación de Yalico en
las cuestionadas resoluciones que otorgaron permisos de pesca a naves
protegidas por medidas cautelares. El Congreso trasladó el reclamo a Urquizo en
febrero.
IDL-Reporteros verificó que cuando Urquizo
asumió el cargo, encomendó a Yalico que ayudara al ingeniero Félix Álvarez,
entonces responsable de la Dirección de Extracción y Procesamiento Pesquero, a
resolver los pedidos del Poder Judicial. Varios de los proyectos de resolución
de esta dirección, entre ellos los relacionados con las medidas cautelares,
fueron vistos por Yalico, aseguraron varias fuentes. Sin embargo, el asesor no
es investigado por estos hechos ya que no fue nombrado oficialmente para esas
funciones.
Para calmar las aguas, Yalico ha sido
trasladado del séptimo piso, donde tenía un escritorio junto al ministro, al
tercer nivel del edificio. Sin embargo, sigue entrando y saliendo del despacho
de Urquizo y la única diferencia, según diversas fuentes, es que ahora usa más
el ascensor.
Fuente:
23 de marzo de 2013
¿INVERSIONES PARA CONSUMO HUMANO DIRECTO DE PESCADO?
Se ha dicho hoy en un canal
de Televisión que la gran industria pesquera peruana es la primera en fomentar
el consumo humano directo de pescado y que para tal efecto ha hecho una
inversión importante.
Lo que no se ha dicho es ¿para
qué mercado está destinada esa inversión en infraestructura de procesamiento de
pescado bien sea en forma de congelados o de conservas?
Lo que las cifras estadísticas
muestran es un crecimiento exponencial de las exportaciones de productos
pesqueros de consumo humano directo, porque exportar significa recibir el
premio del drawback y la devolución del IGV pagado durante el proceso. La
Revista Pesca ha publicado cifras y análisis detallados al respecto.
Lo que la estadística oficial no
detalla es el volumen en toneladas o en soles que la gran industria ha
destinado al mercado nacional.
Hay que entender que vender
pescado fresco al mercado interno está exonerado del IGV pero no así el pescado
transformado, es decir congelado o en conservas.
O sea que el mercado interno sí
paga IGV y no hay drawback.
Por otro lado en el país, salvo en los
supermercados, no existe una
infraestructura de frío apropiada para la comercialización de congelados.
Por tanto el volumen de pescado
congelado destinado al mercado interno no es mucho en relación al destinado al
extranjero.
Las conservas tienen un mercado
limitado por su alto precio y limitada posibilidad de preparación por parte de
las amas de casa. Salvo por las ventas masivas a los programas sociales, con
todos los problemas conocidos, no se conoce de un aporte importante de la gran
industria pesquera al mercado nacional, a menos que se presenten las cifras y
las estadísticas al país para poder valorar en su verdadera magnitud la
afirmación de la importante contribución de la industria a la alimentación
popular de los peruanos.
Lo que sí se sabe, aunque tampoco
hay cifras precisas, es que el principal abastecedor de pescado para el mercado
interno peruano es el pescador artesanal. Es la actividad artesanal la que
alimenta de producto fresco a los terminales pesqueros de Ventanilla y Villa
María, así como a los mercados nacionales. Pesca fresca, que es la que todos
compramos en los mercados. Los congelados solo se encuentran en Supermercados y
ocupan muy poco espacio en las
estanterías de los mismos, como para darnos una idea del volumen de la
producción destinada al mercado nacional.
Las conservas, en promedio,
representan en términos de kilogramos, ser exageradamente más caras que el
pollo, la carne y el pescado fresco. Por lo cual su mercado es limitado.
En consecuencia, la inversión encuentra mayor rentabilidad en la exportación que en el mercado interno. Consecuencia de un sistema perverso en el país, que con toda lógica el inversionista aprovecha. Por tanto sería bueno conocer el mercado final del producto final que saldrá de esas inversiones, así como los números en toneladas y soles comercializadas en el país en los últimos diez años.
22 de marzo de 2013
Mujeres pescadoras y el último búfalo de las praderas marinas
Enviado por Jessica Alfaro Álvarez
Publicado: 10 .07 .2012
En estos días se discute en el
Congreso la “sociedad a la parte”, el antiguo sistema de retribución laboral
usado por los pescadores artesanales desde hace cientos de años. Parece un
detalle dentro de los conflictos que ha desatado la propuesta gubernamental de
extender durante otros 25 años la vigencia de la Ley de Pesca, que fija límites
máximos de captura por armador. Recuerdo lo que ocurrió en 2001, cuando el
entonces presidente Ricardo Lagos inició la privatización del mar. Vuelven a
mis ojos las imágenes de las marchas, reuniones, asambleas y discusiones para
defender lo que desde la Red Nacional de Mujeres de la Pesca llamábamos
“patrimonio pesquero artesanal”. Entonces la actividad pesquera, sus recursos y
funciones en la soberanía alimentaria no fueron considerados por el Gobierno y
los empresarios. Al Estado le interesaba sobre todo instalar un régimen de
propiedad que asegurara la rentabilidad del negocio a los ricos industriales
pesqueros y permitir la entrada del nuevo socio, la Unión Europea con el que
Chile suscribió un Tratado de Libre Comercio.
Daniel Pauly, el máximo experto
mundial en pesca, habló de los grandes cardúmenes de jurel viajando por los
océanos y dando alimento a millones de seres humanos. “¡El jurel está
desapareciendo!”, nos advirtió. Chile, uno de los mayores exportadores
mundiales de este recurso, lo ha convertido en harina de pescado para las
granjas de animales de los grandes consorcios alimentarios: salmones, vacas,
pollos y cerdos. En tanto, el pescado ahumado, esa modesta y barata comida, a
menudo envuelta en papel de diario y lista para ingerirla con un trozo de pan,
ese manjar de los pobres, ya no está. Ningún otro estudiante trasnochado lo
pedirá al vendedor ambulante en las calles del puerto. Tampoco lo comerán las mujeres
en los cerros porteños, ni los niños que juegan descalzos tras una pelota hasta
la madrugada. El problema es el vacío que deja la extinción de un pez y la peor
crisis de sustentabilidad marina que afecta a la humanidad. Años de depredación
de las enormes flotas pesqueras de Japón, Rusia, España y otras potencias han
generado grandes desiertos marinos plagados de medusas. ¿Queremos que esto
suceda también en nuestros fondos marinos?
En Chile, la pesca es uno de los
sectores económicos más politizados, que invierte más en lobby y campañas de
toda índole y color. Esto se explica, en parte, por las enormes ganancias que
han dejado la venta de los recursos pesqueros y la concentración del negocio en
manos de 8 holdings y familias del país. Los dueños del mar son los
propietarios de casi todo lo que creemos tener. Pagan patentes por cada barco
que envían a alta mar, pero estas no superan el 3% de sus utilidades, sobre
1.200 millones de dólares anuales solo en exportaciones. Pagan por pescar, pero
no por tener derecho a la propiedad y explotación de recursos que son de todos
los chilenos.
La depredación avanza con las
flotas que se despliegan como ejércitos por el Pacífico Sur: en las últimas dos
décadas las capturas anuales de jurel han caído de 30 millones de toneladas a
menos de 3 millones. Organismos técnicos como la Sociedad Chilena de Ciencias
del Mar, señalan que la única forma de recuperar este recurso es una veda
completa durante 5 años. Un barco grande puede capturar hasta 2.000 toneladas
de cualquier tipo de pescado en un solo viaje. No hay selección de tamaño o de
especie, pues todos son atrapados en las redes de arrastre que emplean: junto a
los jureles, anchovetas y sardinas caen también sierras, reinetas, tortugas,
aves marinas y delfines. Mientras los españoles consumen en promedio 37 kilos
de pescado al año, los chilenos, con más de 4.000 kilómetros de costa nos
alimentamos cada vez peor, solo 7 kilos de proteína de la mejor calidad al año.
Mientras los países desarrollados subvencionan a sus flotas artesanales, en
Chile las aniquilan.
Me pregunto qué pasará con
Sandra, la encarnadora de caleta Membrillo que bajaba a su hija en un canasto
cuando iba a trabajar. Me pregunto por Griselda, dedicada a mejorar las
condiciones de trabajo de sus compañeras en la caleta Puertecito. Y sobre todo
me pregunto por los cientos de mujeres que encarnaban en sus casas, las miles
de señoras reunidas en coro alrededor de los espineles, a los que se dedicaban
tras dejar la comida hecha y los niños listos para partir a las escuelas.
Tantas mujeres en tantos cerros como existen en Valparaíso, San Antonio,
Coquimbo y Talcahuano. ¿Alguien se ha preguntado cómo ha afectado a las
encarnadoras la Ley de Pesca que el Gobierno quiere prorrogar? ¿Ha dicho algo
el Servicio Nacional de la Mujer sobre la crisis laboral, familiar e
identitaria que afecta a un sinfín de mujeres? ¿Es por su condición de género
que sus problemáticas no aparecen ni en la opinión pública ni en las medidas
gubernamentales? Ellas, las socias desconocidas de “la sociedad a la parte” han
sido las primeras y más perjudicadas en estos 10 años de “modernidad”
empresarial.
La merluza ya no vive en los
platos de los chilenos del mundo popular. Hasta hace poco viajaba a España o se
convertía en harina “por accidente”, mientras el Estado chileno aún no
encuentra el rumbo que beneficie a los habitantes de este país. ¿Terminarán las
mujeres pescadoras secando y salando los esqueletos desechados por la
industria? ¡No, no es una película de terror! Esto ya está pasando, ahora “la
pesadilla de Darwin” se cierne sobre todos los océanos. No permitamos que siga
sucediendo.
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