El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

2 de octubre de 2013

LA POLÍTICA PESQUERA ARGENTINA “ES INCONSISTENTE” ¿Y LA PERUANA?

 Las últimas decisiones gubernamentales sobre la pesca de calamar ponen de manifiesto que la política pesquera nacional es "inconsistente e insustentable", en opinión del presidente de Assistance Food Argentina S.A. y director de Assistance Food America Inc., Dr. César Augusto Lerena.

En un artículo de su autoría, Lerena sostiene que "no es posible pensar en una explotación sustentable" del calamar (Illex argentinus), y "mucho menos, que éste sirva como una herramienta de recuperación de Malvinas, si se continúan con estas políticas de extranjerización indiscriminada del Atlántico Sur".

Lerena evalúa la situación del sector pesquero argentino ante la apertura del mar a las flotas extranjeras, y en particular, a poteros chinos.

Al respecto, recuerda que de acuerdo con la Resolución N° 10/2013, publicada en agosto pasado por el Consejo Federal Pesquero (CFP), el Gobierno permitirá el ingreso de 20 buques poteros chinos a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) argentina para la captura de calamar. Y señala que para autorizar dicha apertura se esgrimió que habían quedado disponibles excedentes que no habían podido ser capturados por los poteros nacionales.

"Los funcionarios de turno nos tienen acostumbrados a ceder los recursos pesqueros argentinos a Gran Bretaña en Malvinas, a los españoles, chinos, rusos, polacos, búlgaros, japoneses, etc. por nada; al menos, nada que pueda beneficiar al Estado nacional o a la actividad, y asegure la perpetuidad de los recursos para las próximas generaciones", afirma el ejecutivo.

Esto lo lleva a concluir que "en la Argentina no hay política pesquera y los fundamentos para justificar el objetivo, se toman desde el poder sin rigor biológico, productivo y ni siquiera político".

En referencia a la resolución mencionada, Lerena observa que a la flota de 62 poteros nacionales se le agregarían 20 buques y aún se estaría por debajo de los 104 poteros "que fijó arbitrariamente el CFP como tope en 2006".

Y opina que el argumento esgrimido en esa normativa es "inconsistente e insustentable", ya que no tiene en cuenta varios aspectos, tales como:

La biología y la interrelación entre las especies;
Las licencias ilegales que otorga el Reino Unido desde Malvinas;
La pesca clandestina de una importante flota extranjera que ingresa al mar argentino;
El carácter migratorio del calamar.

Con respecto al último punto, explica que el calamar migra todos los años desde las aguas argentinas hacia altamar y los alrededores de las Islas Malvinas, "momento en que la flota extranjera lo captura, antes que esta especie pueda efectuar su regreso a las aguas del continente argentino".

Lerena sostiene que en caso de que existiera calamar excedente, "se debería promover primero su captura por la flota nacional; luego de lo cual, acordar con los países interesados (en este caso sería China) estableciendo dos condiciones previas".

Estas condiciones serían:
a) No pescar con licencias británicas de Malvinas en aguas argentinas;
b) Al tratarse de un recurso migratorio y en observancia de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, el calamar no debería capturarse en altamar sin un acuerdo previo con la Argentina.

"Mientras tanto, el Gobierno deja en clara la inconsistencia, insustentabilidad y falta de planes en defensa del recurso pesquero, la competencia en el mercado, el empleo argentino y la soberanía nacional", concluye Lerena en su artículo.

Fuente

Nota de Pesca


¿Y la política pesquera peruana? Para empezar ¿existe alguna política pesquera en el Perú? Y si existe ¿alguien la conoce? Que se sepa lo más aproximado a ello es un Plan Estratégico Sectorial Multianual diseñado en la gestión Burneo del cual nadie sabe nada en cuanto a cumplimiento de sus objetivos a la fecha.

18 de septiembre de 2013

EL PRODUCTO BRUTO INTERNO (PBI)

Índice perverso de bienestar social

Tradicionalmente se ha utilizado el cálculo del PIB de una Nación para determinar la riqueza que ésta posee; sin embargo, el mismo no refleja la crisis social y ambiental que día a día arrasa con todo el planeta, por lo que deberían buscarse nuevas medidas que fueran más realistas. Según una propuesta presentada por las Naciones Unidas para el cuidado del Medio Ambiente, este dato, al que todos los países se aferran para conocer la realidad, es un indicador perverso del bienestar social, tan sólo refleja la cantidad de transacciones financieras que se han hecho en ese país, sin importar a costa de qué o quiénes éstas fueron posibles. En dicho informe pusieron dos ejemplos muy interesantes.

*Si en Uruguay hubiera una inundación la cantidad de gente que tendría que trabajar para levantar el país y salvaguardar los daños sería altísimo, lo que haría que aumentara también el PIB; aunque los daños sean irreparables y muchas personas se vieran sin casa o con irreversibles pérdidas, este dato denotaría que el país ha crecido, cuando en realidad no es así. Esto indica que si bien el PIB determina una actividad económica, no distingue si la misma es por causas positivas o perjudiciales.

*Si se tomara en cuenta a un país que posee exagerados recursos forestales y en un año talara todos sus bosques, en dicho período el PIB aumentaría considerablemente, sin embargo a largo plazo el territorio empobrecería como consecuencia de la pérdida de sus recursos.

El actual sistema económico está provocando un impacto no sólo a nivel económico, sino también ecológico, relacionado con la forma nefasta en la que se eliminan los residuos energéticos, es uno de los ejes fundamentales de esta afección. Y en el PIB el mismo no queda plasmado, sino el movimiento de dinero que se hace en un determinado territorio sin importar cómo se obtuvo dicho capital.

Fuente

La edición de septiembre de la Revista Pesca mostró las cifras del PBI pesquero en el Perú. Las mismas expresan la escasa contribución de la pesca al PBI nacional, que se suma a la injusta y también escasa participación del sector en la tributación del país. Sin embargo, irónicamente es el sector con mayor y mejor capacidad de manejo de medios en el Perú. Lo cual evidencia su alta rentabilidad, la cual es defendida con todos los medios al alcance de la industria.

El sesgo exportador, encuadrado dentro de un modelo económico sin inclusión social, que el país entero esperaba sea corregido por el actual gobierno, persiste como el ideal del mismo. Las esperanzas de un cambio dieron paso, poco a poco, a la frustración de observar como el lobby pesquero se impuso nuevamente y todo volvió a ser más de lo mismo. La confrontación por el DS-005 dio finalmente el triunfo a la industria porque a partir de entonces la autoridad de pesquería se silenció. Es presumible que la decisión política haya sido la de no hacer más olas sobre un mar enrarecido lleno de tiburones.

Si los peruanos fuésemos ciudadanos activos y no sujetos pasivos y fáciles de manipular, intervendríamos más directamente en la demanda de políticas efectivas que satisfagan las necesidades de las mayorías y no solamente de minorías privilegiadas. La vigencia de normas injustas y obsoletas demandan un cambio, que de no venir desde el gobierno, deberían convertirse en reclamo sostenido y organizado por parte de toda la ciudadanía, la misma que tiene el deber y el derecho de mantenerse debidamente informada a fin de no ser presa fácil de la manipulación mediática y la desinformación.