El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

18 de septiembre de 2010

EL PRESUPUESTO DEL SECTOR. Tal vez es hora de cambios

Es necesario que exista coherencia entre el potencial pesquero, la riqueza que produce, y los medios con que debe contar la administración pesquera.


Tal vez ya sea momento de innovar y cambiar
 
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