El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

12 de junio de 2011

La conducción política del sector pesquero

Mientras la conducción de la investigación científica y política del sector pesquero continúe en manos de funcionarios inexpertos y/o con intereses económicos en el negocio pesquero, no podrán diseñarse ni mucho menos aplicarse las reformas que el sector requiere.
Mientras la autoridad tributaria no establezca nuevas metodologías para determinar la existencia de elusión y/o evasión tributaria en el negocio pesquero, no habrá una contribución justa de la pesquería para con la Nación.
Mientras no se reforme el sistema penal y se tipifique como delito ecológico la contaminación del océano y del medio ambiente y se penalice con prisión efectiva a los infractores, nadie detendrá los impactos negativos que la industria pesquera causa sobre el medio ambiente.
Mientras no se sancione con prisión efectiva la elusión y la evasión del pago de impuestos, el país seguirá siendo un espectador de cómo un pequeño grupo explota sus riquezas sin compartirlas.
Mientras los funcionarios designados, en especial los Titulares de Pliego  no sean personas capaces, decididas, honestas, probas, con conocimiento de la pesquería y sin ningún compromiso, vinculación directa o indirecta con los intereses de los administrados, la administración de las pesquerías seguirá siendo influída por los interesados en mantener sus actuales privilegios en perjuicio de la Nación.
Tanto, o más peligroso aún, es designar funcionarios cuyo principal objetivo es satisfacer su propia vanidad de figuración y agendas personales.
Mientras los gobiernos sigan designando Titulares de Pliego de perfil inadecuado o sospechoso, sin capacidad y sin una genuina vocación de servicio, la Nación asistirá impotente a la destrucción de su potencial pesquero y será muda testigo del enriquecimiento de unos cuantos a expensas de toda la Sociedad.
Es poco probable que un funcionario con intereses económicos en el negocio pesquero actúe con imparcialidad, corrigiendo lo que es impostergable corregir.
El gobierno tiene el deber de gobernar y administrar las pesquerías en beneficio de la Nación y no solamente en beneficio del sector y de unos cuantos.

5 de junio de 2011

El nuevo gobierno frente al reto del sector pesquero

LA PESQUERIA PERUANA ENFRENTANDO EL RETO DE DISEÑAR UN NUEVO MODELO

El Perú ha votado por el cambio en las elecciones del día hoy. El país ha expresado su disconformidad con un sistema que solo ha recogido triunfalistamente las estadísticas macroeconómicas que han beneficiado el crecimiento de un pequeño sector de la población, menospreciando y olvidando al ciudadano común, postergando el día a día hacia un futuro indeterminado e incierto, impreciso, variable; alimentando a la mayoría de la Nación con esperanzas tan solo.

La pesquería peruana, secularmente olvidada por los gobiernos de turno, ha experimentado un crecimiento estadístico en desembarques y exportaciones que ha sido hábilmente explotado por los Titulares de Pliego para promocionarse a sí mismos olvidando que el crecimiento no ha significado mitigación de los impactos negativos sobre el ecosistema y el medio ambiente, sino lo contrario. Olvidando la inclusión de los pescadores artesanales y del conjunto de la Sociedad, en especial de aquella gran porción con carencias nutritivas. Olvidando que no hay evidencia alguna en las cifras oficiales de recaudación tributaria y de canon pesquero que refleje un beneficio justo y equitativo para la Nación, la legítima propietaria de los recursos hidrobiológicos. Olvidando, o soslayando que tampoco ha significado un crecimiento proporcional de los presupuestos de los pliegos del sector ni mejoría en la eficiencia de su programación y ejecución.

El sector pesquero ha sido mantenido en un estado de desinformación y/o de información parcial y subjetiva.

El país ha votado contra todo eso.

Compete al Presidente electo asumir la responsabilidad de darle al sector pesquero una Política de Estado inclusiva y redistributiva, dirigida por gente proba, eficiente y con experiencia. El país no quiere más de lo mismo, el sector tampoco.

El sector requiere de cambios y también de acciones en todo orden de cosas.

El proceso de transferencia, próximo a iniciarse debe poner especial atención en los actos de corrupción denunciados, en proceso de investigación, y/o reportados y concluirlos con celeridad aplicando las sanciones correspondientes, así como a los actos de encubrimiento de corrupción conocidos e identificados por los empleados y funcionarios públicos que tienen mucho que decir al respecto y que ahora deben poder hablar sin temores ni reservas.

Durante la década de los 90 se privatizaron muchas empresas estatales pesqueras, en la gran feria de la privatización como solución a todos los males del país. Esas empresas pasaron al sector privado. ¿Pagaron todos los nuevos dueños un justiprecio? O más aún… ¿pagaron? ¿Demostraron ser más eficientes?

Es uno de los tantos puntos de una agenda pesquera olvidada pero aún pendiente. Mantienen su vigencia las interrogantes que fueron formuladas en el artículo del 17 de abril en los siguientes links:


3 de junio de 2011

Comentarios a las declaraciones de la autoridad de pesqueria

Las ultimas declaraciones de la viceministra de pesqueria, que se reproducen en el artículo comentado y publicado en la web de la revista Pesca, dejan un sabor a triunfalismo que para algunas personas raya en ofensivo. La administración solamente se elogia a sí misma, no hace autocrítica alguna y lo más grave es que las informaciones oficiales inducen al país a creer que nuestra pesquería está perfectamente orientada y administrada.

Lea la nota en el siguiente enlace: