El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

27 de febrero de 2017

Programa de Innovación en Pesca y Acuicultura

El desarrollo histórico de la pesquería peruana se caracteriza por la marcada orientación hacia la producción de harina y aceite de pescado. Este desarrollo ha estado condicionado principalmente por la abundancia de los recursos pelágicos susceptibles de ser capturados y procesados masivamente y por la gran demanda de piensos y suplementos proteicos en el mercado internacional. Ésta marcada orientación hacia la producción industrial de harina y aceite de pescado ha influenciado la marcha y el desarrollo de las investigaciones científicas y tecnológicas, el establecimiento de los sistemas de información y colección de estadísticas, e infraestructuras de apoyo y servicios. Esta afirmación se evidencia en la mayor proporción de informes e investigaciones sobre la anchoveta en relación al resto de recursos.

En ese sentido no se evidencia, en la estructura del modelo de gestión vigente, que exista una entidad especializada en ciencia, tecnología e innovación que ocupe una posición rectora y articuladora, lo que se presenta como una importante limitación del modelo organizacional para la pesquería en el contexto actual, donde las necesidades de I+D+i son vitales.

En Mayo 2015, a solicitud del Ministro de la Producción, el Consejo de Ministros aprobó iniciar las gestiones para el endeudamiento ante el BM para el financiamiento del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA), por USD 40 millones, encargando al Despacho Viceministerial de Pesca y Acuicultura de PRODUCE constituirse en la Unidad Formuladora del PNIPA.

Sobre la base de estos pasos y aprobaciones previas, el Ministerio de la Producción, a través del Vice Ministerio de Pesquería formuló el Estudio de Factibilidad del PNIPA,  orientado a fortalecer los procesos de innovación en el sector pesca y acuicultura (P&A) del Perú.  Este Programa se enmarca en la línea del fomento de la I+D+i que se impulsan desde diversos sectores, con el apoyo del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), desde hace unos 15 años.

Hace pocas semanas el préstamo en mención fue oficializado. Por lo tanto, el Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura ya dispone de financiamiento.

El PNIPA y sus Proyectos se construyen en un contexto de fomento de la innovación que no tiene parangón en la historia reciente del país. Si bien es cierto, algunas de estas iniciativas han hecho algún esfuerzo por canalizar recursos hacia el sector Pesca y Acuicultura, estos aparecen totalmente insuficientes, frente a las necesidades de renovación del modelo de desarrollo del sector P&A.  Este requiere una mayor especialización y envergadura, menor dispersión, y coherencia con la política de fomento de la innovación del sector P&A.

En consecuencia, el sector pesca y acuicultura peruano entra a una nueva etapa en el campo de la investigación, desarrollo e innovación, que se espera alcance óptimos resultados en el futuro inmediato.

La nueva visión de la pesquería peruana debiera ser, no de promoción e incentivo por mayor extracción, sino de consolidación y tecnificación de los niveles alcanzados. Capturas más eficientes pero dentro de límites sostenibles, mayor valor agregado, óptimo nivel sanitario de los productos que ingresan al mercado, igualdad de condiciones para el mercado interno y externo.

La innovación y la tecnología alcanzan en este contexto su máxima necesidad.

La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería. Difunde información obtenida de muchas fuentes, ideas y opiniones que tienen por objeto exponer: la necesidad de hacer sostenible la extracción de los recursos marinos; la urgencia de actuar en beneficio de la seguridad alimentaria nacional; y el cuidado del ambiente.

Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a MARZO 2017 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.
En formato revista en el siguiente link:

En PDF en el siguiente link:
http://www.revistapescaperu.org/images/revistas/2017/REVISTA_PESCA_MARZO_2017.pdf

13 de febrero de 2017

La necesidad de actualizar la institucionalidad pesquera del Perú

Desde el año 2001, en que se promulga el reglamento de la Ley General de Pesca, muchas cosas han ocurrido en materia de cambio climático, agotamiento de las especies y en el contexto general de la actividad extractiva y transformadora, no solamente en el Perú sino en el mundo.

El reglamento en mención ha sufrido tantas modificaciones, que hoy en día aún si se hiciese un compendio o actualización de todo ello, su interpretación seguiría siendo confusa.

Se han promulgado una serie de decretos complementarios y varios Reglamentos de Ordenamiento Pesquero que en conjunto hacen que la legislación actual sea difícil de interpretar. La profusión de normas dictadas desde el día que se reglamentó la ley es de tal magnitud que aún formulando un texto único ordenado de la normatividad pesquera seguiría siendo confuso y desordenada

Lo que se impone en consecuencia, como una primera medida para perfeccionar la institucionalidad pesquera peruana, es la formulación de una nueva Ley General de Pesca con su respectivo reglamento que, a través de una normativa moderna y sencilla incorpore todas las normas vigentes, reemplace lo que ya devino en obsoleto, e incorpore conceptos modernos de tal forma que pueda ordenarse debidamente el sector.

Tres conceptos fundamentales que debería contener la ley son:

·           Incorporar el criterio de que una nueva ley para la pesca en el Perú no puede tener un carácter estimulador de la actividad, sino más bien debe tener un enfoque precautorio, limitando el crecimiento de la extracción a fin de asegurar la sostenibilidad de las especies actualmente disponibles. La falta de información científica sobre el volumen y estado de las biomasas de las especies de consumo directo en el Perú impone adoptar un enfoque precautorio y no promotor, en tanto no se disponga de datos científicos que permitan definir cuotas o límites máximos de extracción. No se puede incentivar la extracción y el consumo sin saber qué especies pueden promoverse sin alterar el equilibrio del ecosistema.

·           Proteger el mercado nacional dándole las mismas condiciones de operación que las existentes  para el mercado externo a fin de garantizar la seguridad alimentaria nacional, en vista de que actualmente la exportación ofrece ventajas sobre la venta al mercado interno, al punto de que deviene en competencia desleal. Es difícil hacer que la venta de productos hidrobiológicos al mercado interno sea competitiva mientras existan incentivos solamente para la exportación y no para el mercado peruano. Lo que colateralmente dificulta la promoción del consumo de pescado, que además no debiera hacerse en la medida de lo expuesto en el párrafo anterior.

·           Asignar derechos de pesca justos y equitativos para la Nación. Los peces no pueden ser gratis, especialmente aquellos que se destinan al mercado externo y alimentan a otras poblaciones mientras gran parte de la población peruana padece de desnutrición y anemia. Mejores tasas de derechos de pesca permitirían financiar programas sociales para contribuir al mejoramiento de la alimentación de las poblaciones vulnerables, especialmente aquellas poblaciones dispersas por encima de los 3,000 metros de altura.


La siguiente medida es diseñar una Política de Estado para la pesquería peruana que esté alineada con una nueva ley general de pesca, que marque objetivos y metas claras y precisas para el corto, mediano y largo plazo, asegurando mecanismos que reduzcan los riesgos de que en cada nuevo gobierno se introduzcan cambios que alteren el espíritu de la ley y de la politica establecida, la cual debe tener un consenso no solo político sino de los administrados, industriales, artesanales y sociedad civil.

Marcos Kisner Bueno