El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.
Paul Greenberg
2 de diciembre de 2012
Revista Pesca Diciembre 2012
La edición de DICIEMBRE de la Revista Pesca se ha publicado en el siguiente enlace:
http://www.revistapescaperu.com/index.php/revistas-descargas/finish/5-2012/55-revista-pesca-diciembre-2012/0
http://issuu.com/revistapesca/docs/revista_pesca_diciembre_12?mode=window&backgroundColor=%23222222
Si no conocemos nuestro mar y nuestra pesca, nunca podremos defender nuestros intereses pesqueros como Sociedad Civil ni como Nación. Dejemos de vivir de espaldas al mar interesándonos en nuestra pesquería y sus problemas.
EN LA EDICION DE DICIEMBRE:
IMPACTO ECOSISTEMICO DE LAS PESQUERIAS EN PERU; EL CENTRO PARA LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL; ¿PORQUE EL PESCADO CONGELADO? LA SOBRECAPITALIZACION DEL SECTOR PESQUERO; ¿PROMOVER LA PESCA? SUSTENTABILIDAD: EL FUTURO DE UNA GENERACION; LA PESQUERIA Y EL CALLAO (FINAL); MALA PESCA: LA DEPREDACION PESQUERA EN CHILE; DESCONTROL DE BALANZAS = DEPREDACION; IMARPE AL GARETE; DE ANCHOVETAS Y PIRATAS; LA PESCA DE PAREJAS DE BOU; EL PAPEL DE LA HARINA Y ACEITE EN LA ACUICULTURA; LOS PECES SE HACEN CADA VEZ MAS PEQUEÑOS
http://www.revistapescaperu.com/index.php/revistas-descargas/finish/5-2012/55-revista-pesca-diciembre-2012/0
http://issuu.com/revistapesca/docs/revista_pesca_diciembre_12?mode=window&backgroundColor=%23222222
Si no conocemos nuestro mar y nuestra pesca, nunca podremos defender nuestros intereses pesqueros como Sociedad Civil ni como Nación. Dejemos de vivir de espaldas al mar interesándonos en nuestra pesquería y sus problemas.
EN LA EDICION DE DICIEMBRE:
IMPACTO ECOSISTEMICO DE LAS PESQUERIAS EN PERU; EL CENTRO PARA LA SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL; ¿PORQUE EL PESCADO CONGELADO? LA SOBRECAPITALIZACION DEL SECTOR PESQUERO; ¿PROMOVER LA PESCA? SUSTENTABILIDAD: EL FUTURO DE UNA GENERACION; LA PESQUERIA Y EL CALLAO (FINAL); MALA PESCA: LA DEPREDACION PESQUERA EN CHILE; DESCONTROL DE BALANZAS = DEPREDACION; IMARPE AL GARETE; DE ANCHOVETAS Y PIRATAS; LA PESCA DE PAREJAS DE BOU; EL PAPEL DE LA HARINA Y ACEITE EN LA ACUICULTURA; LOS PECES SE HACEN CADA VEZ MAS PEQUEÑOS
11 de noviembre de 2012
El estado de la pesquería en Perú
Durante
las décadas en las cuales la industria pesquera, en especial la anchovetera, se
ha manejado con privilegios, se generaron las condiciones de un lucrativo
negocio que atrajo a mucha gente. La cantidad de dinero que mueve el negocio es
tan grande y rentable, que la corrupción y
presión para mantener ese estatus es tremenda.
La industria pesquera debe exhibir en forma transparente
cuánto empleo genera y de qué calidad. Cuántos empleados están dentro de
regímenes laborales legales y están siendo pagados con todos los beneficios que
manda la ley, y cuántos están fuera de la formalidad y/o subempleados. La
autoridad de Trabajo debería exhibir cuáles son los salarios que ganan, si
cobran horas extras, gratificaciones y CTS, tanto los tripulantes, como el
personal de tierra y los que laboran en la industria exportadora. Estas cifras
mostrarían una verdad que podría ser sorprendente ya que no es suficiente
lanzar cifras al aire que nadie puede verificar; pero que la prensa difunde.
Se llega a esta situación gracias a una ley promotora y
estimuladora de la extracción pesquera que durante años incentivó el desarrollo
de cada vez mayor esfuerzo pesquero. Poco a poco el negocio se volvió tan
lucrativo, que todos quieren ingresar al mismo y rechazan y rechazarán
cualquier intento de cambio.
Una razón, aunque no la única, de lo rentable y lucrativo
que constituye exportar productos pesqueros o sus derivados, es que los peces que se capturan son gratis para
los “artesanales”, (algunos de los cuales no califican como tales), dado que no
pagan derechos de pesca; y demasiado
baratos para la pesca industrial que sí paga derechos de pesca.
El Estado está intentando corregir los efectos, más no la
causa. El origen radica en una ley promotora que debiera modificarse
despojándola de todo espíritu promotor, en beneficio de la sostenibilidad. Hoy
no existe la misma cantidad de peces que hace 20 años. No se necesita un
informe científico para ello: todos los que realizan esfuerzo pesquero lo
saben. Cada vez hay menos peces, y cada vez son más caros para el pueblo
peruano. Por tanto no es posible admitir más pescadores porque cada nuevo que
ingresa le quita ingresos al pescador que ya existe. La capacidad extractiva
actual de la flota necesita reducirse.
Los peces deben tener un precio. Un justiprecio que
permita que la Nación cobre por cada kilogramo que se extrae de su dominio
marítimo, que entre otros, tenga un efecto disuasivo de seguir invirtiendo como
hoy.
Todos quienes capturen peces para la industria
exportadora deben pagar un valor real por lo que capturan, siendo las plantas
procesadoras las que se encarguen de la recaudación actuando como agentes de
retención de cada armador, a quienes descontarán dicho impuesto o regalía de su
precio. Facilita el control y la cobranza y los cálculos se harían en función
del producto terminado, deduciendo la cantidad de materia prima empleado
basados en el ratio de conversión de la misma. Esta acción compete a la Autoridad
Tributaria en coordinación con la Autoridad de Pesquería.
Debe introducirse a la
ecuación pesquera un nuevo y justo tributo o una regalía.
EL CONCEPTO
Actualmente ocurre como si
cada uno de nosotros tuviese una parcela llena de animales, patos por ejemplo,
que son propiedad de cada uno. Ocurre que el sistema permite a cualquiera venir a capturarlos para hacer negocio con
ellos, pagándonos en proporción a la utilidad que reciban del negocio. Si ganan
poco pagan poco, si no ganan no nos pagan. Injusto porque su eficiencia debe
ser independiente del pago por cazar animales de nuestra propiedad.
Puede ocurrir lo siguiente:
1.
Una persona se lleva diez patos, hace
negocio con ellos y obtiene como utilidad bruta 1,000 soles. No nos paga nada
por llevárselos, sino solamente el impuesto a la renta por la utilidad que
obtiene, que es el 30% de la misma. O sea que paga 300 soles.
2.
Otra persona se lleva también diez patos,
hace negocio con ellos y pierde en el negocio, o sea que declara que no obtuvo
utilidades. Por tanto no paga impuesto a la renta porque el 30% de nada, es
nada.
3.
Una tercera persona paga un sol por cada
pato que se lleva, hace negocio con ellos y obtiene una utilidad de 500 soles
porque declara que tiene muchos gastos y por tanto su utilidad es baja. Paga
30% de esos 500 soles, o sea 150 como impuesto a la renta más 10 soles por el
derecho a llevárselos. Pagará en total 160 soles.
Ninguno de ellos se
preocupa por alimentarlos, limpiar el área donde habitan ni les interesa cuidar
que se reproduzcan para que no se acaben. Sencillamente se los llevan.
El dueño de los patos tiene
que soportar que ensucien su parcela, entren a la hora que quieran y cuando
pretende imponer una cuota máxima de la cantidad de patos que pueden sacarse y
cobrar lo justo, todos aquellos que sacan patos de esa propiedad lo agreden, le
tiran piedras y le impiden movilizarse libremente.
La lógica indica que
extraer esos patos tiene que tener un precio que compense al propietario y le
deje un margen que le permita mantener libre de suciedad el área, y los gastos
de cuidarlos, veterinario y otros. Eso es independiente de la utilidad que cada
extractor obtenga. Al dueño de la parcela no le interesa si gana poco o mucho
dinero por ser eficiente o no, honesto o
no. Le interesa que le paguen por cada pato un justiprecio, además de compartir
ese 30% de su utilidad que constituye el impuesto a la renta como en todas
partes.
Lo que ocurre actualmente
es que algunos pescadores pagan derechos de pesca por la extracción, poco; pero
otros no pagan nada. Unos pagan impuesto a la renta apropiado, otros pagan poco
y otros no pagan nada.
El hecho es que el estatus
del sector pesquero al día de hoy representa una situación de inmoralidad.
Puede ser legal, pero no es moral ni aceptable. Más allá de los usos y abusos
del sistema democrático y legal del país, la industria no paga lo que debe,
contamina y pone en riesgo la supervivencia de la biomasa de recursos marinos.
Pese a ello y para defender el negocio acude a los más diversos mecanismos para
defender sus intereses directamente o a través de la manipulación de las
personas que viven alrededor de este negocio, sea que estén bien o mal pagadas,
formalizadas o no. Es aquí donde entra la sociedad civil que debe ser la primera
línea de defensa de los intereses nacionales.
La situación es
evidentemente injusta. Se ha creado una situación en la cual el Estado, como
representante de todos los ciudadanos del país, se encuentra ante un negocio
que no quiere regulación, se resiste a pagar con justicia y que a cada intento
de poner orden en todo este sistema, enfrenta una reacción que consiste en
tirarnos piedras o impedirnos caminar por la parcela cada vez que les
restringimos el uso de nuestros animales.
Nuestros derechos, como
ciudadanos y propietarios de los recursos naturales, no son inferiores a los
que ellos creen tener. La pesca debe pagar un justiprecio y actuar sin afectar
el medio ambiente ni poner en riesgo la sostenibilidad de los recursos que
extrae.
20 de octubre de 2012
¿300 MILLONES QUE PERDERIA EL PERU EN LA PESCA?
Se dice que por efecto
derivado del DS-05-2012-PRODUCE, que es una norma que intenta introducir orden
en la pesquería del Perú, el país perdería 300 millones de dólares. La noticia
ha sido difundida en casi todos los medios de comunicación.
Lo afirmado es correcto,
salvo por un detalle que nadie ha mencionado: los 300 millones serían perdidos
por la industria pesquera, mas no por el país. ¿cómo así?
Al final de esta nota se
aprecia un cuadro con cifras que merece ser explicado para entender como la
información puede convertirse en desinformación.
Según la información
oficial publicada en el portal de la Sunat, en 2011 se exportaron 2,099,470,000 dólares en el rubro harina y
aceite de pescado. En el mismo período se recaudó la suma de 48,609,566 dólares por concepto de impuesto a
la renta de tercera categoría. Es decir una proporción del 2.32% en relación al
valor exportado.
La cifra de 300 millones de
dólares que supuestamente perdería el país, es la que perdería la industria, mas no el
país porque ese dinero pertenece al exportador. Lo que corresponde al país,
basado en la estadística del 2011 es el 2.32% por impuesto a la renta, o sea 6,945,977 de dólares.
Se puede decir que el país
también perdería la contribución por derechos de pesca.
El precio promedio de la
harina en 2011 fue de 1,400 dólares por
TM. Si se han exportado 2,099,470,000, significa que se fueron 214,286 TM de harina. (Aproximadamente porque
en la cifra de exportación se incluye el aceite). Suponiendo que fue esa
cantidad de toneladas de harina, estimando un rendimiento de 4.5 TM de
anchoveta para hacer 1 TM de harina de pescado, se deduce que fueron necesarias
964,286 TM de anchoveta.
El derecho de pesca de
anchoveta es el 0.25% del valor FOB, o sea 3.5 dólares por TM (0.25% de 1,400).
Los derechos de pesca, en la suposición de que todos los armadores pagaron lo
que corresponde, serían 3,375,000
dólares. Pero la mitad de esos derechos de pesca se convierten en ingreso del
canon pesquero y la otra mitad queda en manos del Ministerio de la Producción.
Nadie, ni siquiera la Ministra o el Viceministro pueden decir en qué se gastó
el 50% de los derechos de pesca que recauda Produce y tampoco se informa en
ninguna parte por dicho gasto. La Oficina General de Administración del PRODUCE
tiene una tarea pendiente en el sentido de informar transparentemente al país
quienes no han pagado derechos de pesca, cuánto ha dejado de recaudar y en qué
gasta ese dinero.
Finalmente si sumamos el
total de derechos de pesca más el impuesto a la renta, lo que el estado deja de
percibir serían 10,320,977 dólares. Que
no es lo mismo que sembrar en la opinión pública la idea de que el país se está
perjudicando con 300 millones por culpa de una mala norma del Ministerio.
Probablemente la misma sea imperfecta y puede mejorarse, pero en el fondo su
espíritu es el correcto.
En el sur del país, región
sobre la cual se dice que se produciría esta pérdida, operan 17 plantas de
harina de pescado. El Ministerio de Trabajo debería informar qué cantidad de
empleo directo generan esas plantas para poder precisar qué tan grave es el impacto
sobre el empleo. En cuanto al empleo indirecto, cualquier cifra puede ser dicha
y será tan relativa como el hecho de que no puede precisarse oficialmente con
exactitud rigurosa.
En los siguientes links se
han publicado dos informes referidos a lo que fue el Régimen especial de pesca
en el sur del Perú, para mayor ilustración:
A cambio de esa “pérdida”
para el país, la biomasa de anchoveta podría incrementar su volumen en
beneficio de que haya mayor forraje o alimento para las otras especies que se
alimentan de ella aumentando así la pesca de consumo humano directo. También se
reduciría la contaminación del mar derivada del vertido de efluentes de las
plantas y la contaminación atmosférica derivada de la emisión de gases.
El mito de que lo que no
pesca el Perú lo pesca Chile, nada tiene que ver con la protección de la zona
de afloramiento peruana, sobre la cual el Ministerio del Ambiente ha expresado
la necesidad de declararla zona protegida en la última reunión del Convenio de
la ONU sobre Diversidad Biológica (CDB), que concluyó hace pocos días en la
India su undécima cumbre.
La industria se está
defendiendo, legítimamente por cierto, de una norma que afecta a sus intereses.
El Estado está defendiendo, también legítimamente, su derecho a legislar en
beneficio de las mayorías, como la propia Ley se lo encomienda. Sin embargo el
Estado esgrime una defensa tímida y omite en su análisis y exposición de
motivos una serie de sustentos que le permitan rebatir con fuerza y
contundencia los argumentos de la industria: Los expuestos anteriormente, entre
otros, como exhibir el número preciso de organizaciones pesqueras total del
país, en relación a la cantidad de afectados por una medida de ordenamiento, en
la cual, como es obvio, no todos pueden quedar contentos.
Más allá de los argumentos,
la industria se moviliza mediante huelgas, protestas y bloqueos de carretera,
confiados en los antecedentes de debilidad del gobierno. En abril, la industria
pesquera impuso sus reclamaciones por estos medios y las autoridades de
entonces cedieron fácilmente.
Por otro lado el poder
judicial y el Tribunal Constitucional, ¿fallarán a favor de la industria con la
misma facilidad que en ocasiones anteriores? Es conocido el hecho de numerosos
permisos de pesca otorgados judicialmente sin respetar criterios de
ordenamiento. Ni mencionar criterios de sostenibilidad y cuidado del medio
ambiente.
Finalmente, en esta guerra
entre la industria y el Estado, el convidado de piedra es la sociedad civil,
que permanece ajena, e indiferente a un problema que le atañe directamente por
ser la propietaria de los recursos pesqueros y por el impacto que recibe el
medio ambiente. Le corresponde también movilizarse en defensa de sus intereses.
Las poblaciones costeras
que conviven con la industria pesquera soportan con estoicismo el impacto
ambiental, porque como dicen en algunas zonas, el olor de la harina de pescado
es olor de dinero. No se dan cuenta de que podrían ganar dinero sin tener que
someterse a una calidad ambiental de vida nociva para la salud.
El Estado necesita de
mayores iniciativas para impulsar el consumo de pescado en el mercado interno y
de mejores formas de defender mediáticamente sus buenas intenciones.
17 de octubre de 2012
Incentivo perverso en la pesca
Las exportaciones
pesqueras, además de no pagar IGV puesto que se restituye este tributo, son
incentivadas con un drawback, que no es sino un estímulo a la exportación.
Lo cual es útil en términos
de promoción. Sin embargo la autoridad correspondiente debería considerar si en
lugar de incentivar y premiar la exportación de proteína, se reemplaza este
incentivo por uno que estimule y premie la venta de productos pesqueros al
mercado interno. No es igual exportar espárragos, que muy pocos comen en el
país, que exportar pescado que sí todos comen o pueden comer.
La política sectorial de
siempre, menciona el incremento del consumo de pescado como un objetivo. Más
allá de una declaración lírica, lo real es que el pescado es caro, no existe un
red de frío a nivel nacional, ni una infraestructura adecuada para
comercialización que asegure la continuidad del abastecimiento, la inocuidad y preservación de estos productos,
así como el incremento de su oferta.
La inversión privada es
nula o pequeña en esta área porque para la industria es más sencillo y beneficioso exportar estos
productos. Las cifras así lo confirman. El eliminar el drawback y reemplazarlo por otro tipo de estímulos
para generar la inversión en infraestructura de frío y el incremento de la
oferta de pescado y mariscos dentro del país resulta interesante.
La demanda nacional existe;
pero es insatisfecha debido a los altos precios y a la ausencia de medios de
distribución, almacenamiento y comercialización en el interior del país.
Los programas sociales no
son una solución a largo plazo, como sí lo serían mecanismos de promoción que
hagan atractiva la creación de empresas y pequeñas o micro empresas dedicadas a
la comercialización interna de los recursos hidrobiológicos del
país.
Existiendo necesidad y
demanda de alimentos y de proteína, el Estado debe vender la idea de convertir
este abastecimiento en un negocio, que además genere empleo, limitando su
actuación a la capacitación en esta materia.
La exportación no debe
analizarse solamente desde el punto de vista de la cantidad de divisas
generadas, (que son del exportador y no del país), sino preguntar cuánto
impuesto ha pagado, deducido el drawback y la devolución del IGV.
6 de octubre de 2012
Articulos contenidos en la Revista Pesca de Octubre
PESCA PERUANA
: PARA CERDOS Y
GATOS EXTRANJEROS
POR: Andres Luna Neyra (ex dirigente sindical
FETRAPEP).
Necesitamos
acabar con la pesca negra, corrupción y las mafias organizadas, siendo
insuficiente las 10 millas para los artesanales, URGE dar las normas adecuadas para descontaminar
las playas, debemos acabar con la escasa
e injusta TRIBUTACION de la oligarquía pesquera, debemos exigir justicia
laboral y social para sus trabajadores, protagonistas de la riqueza pesquera,
solucionando las pensiones y salarios de hambre de pesqueros y pescadores,
debemos exigir que la pesquería participe sobremanera para acabar con el lastre
de la DESNUTRICION CRONICA INFANTIL en costa sierra y selva con programas que
aporten sus proteínas y vitaminas que se producen y dejen de exportar conservas
para los gatos gordos de EUROPA…
LA PESQUERIA Y EL CALLAO (Parte
2)
Por
Ing. José Ángel De La Cruz Sotomayor
EL
CALLAO
Es
una ciudad situada en el centro-oeste del Perú. Se ubica a orillas del Océano
Pacífico al oeste de Lima, con la cual se encuentra conurbada. Según Felipe
Huamán Poma de Ayala, Callao fue fundada antes que Lima. El Callao en la época
virreinal fue el puerto principal del Perú y de la costa Occidental de la
América Hispana. Hasta aquí llegaban los metales preciosos de las fabulosas
minas Porco y Potosí. Bernabé Cobo escribió en 1630 que "este puerto es el
centro de todo el Reino"…
Lea
los artículos completos en la revista Pesca de Octubre, en los siguientes
links:
3 de octubre de 2012
La sobrepesca
La sobrepesca ha provocado un cambio en los océanos mucho mayor que cualquier otro cambio causado por la contaminación. Los científicos advierten que en menos de 40 años los recursos naturales de los mares sufrirán un colapso total con consecuencias nefastas tanto para los ecosistemas como para los mil millones de personas que dependen del pescado como fuente de proteína….
Lea el artículo completo “La Sobrepesca” en la revista Pesca de Octubre.
12 de septiembre de 2012
Cifras estadisticas de la pesca en Peru
Tradicionalmente las cifras
del sector pesquero, en lo concerniente a las exportaciones, son ampliamente
difundidas por los medios de comunicación, induciéndose a la Sociedad Civil a
creer que esto es bueno para el país. Lo es desde cierto punto de vista.
Para que el país pueda
formarse una opinión propia sobre la trascendencia de estas exportaciones, es
necesario que también se publique y difunda toda la información derivada de la
exportación de productos hidrobiológicos: contribuciones por impuesto a la renta,
por derechos de pesca y canon pesquero. Lamentablemente estas últimas carecen
de la difusión debida. Este suplemento de la revista Pesca muestra en forma
objetiva y numérica dicha información tomada de las fuentes oficiales: Sunat,
Produce y MEF para que la estadística pesquera esté completa y permita mejorar
la percepción de la Sociedad.
No existe, sin embargo,
información oficial visible sobre la cantidad de empleos que genera la
industria pesquera, la cual será siempre especulativa , aproximada y sesgada
según quien la publique.
Los anuarios estadísticos
del Ministerio de la Producción se publican con considerable retraso. Al 12 de
setiembre del 2012 dicho ministerio aún no publica el anuario correspondiente
al año 2011.
Las cifras de ventas al mercado
interno carecen de publicación alguna con el mismo nivel de precisión que
tienen las exportaciones.
El presupuesto asignado al
Ministerio de la Producción y sus Organismos Públicos tampoco es merecedor de
una debida atención por parte de los medios, por lo cual la Sociedad Civil no
puede conocer el monto asignado y su correspondencia porcentual con las cifras
de ventas del sector así como tampoco puede observar en qué se gasta ese
dinero, que proyectos de inversión se realizan y cual es el nivel de eficiencia
del gasto.
Pese a ser información
accesible puesto que se publica bajo el concepto de Transparencia en el portal
del MEF, los medios no le prestan la debida atención.
En conclusión: el país es
parcialmente informado de las cifras sectoriales, produciéndose una inducción a
creer que el solo hecho de exportar y crecer en las exportaciones es bueno y
beneficioso. De hecho lo es para la industria; pero esas cifras parciales no
muestran si existe un verdadero beneficio práctico para el país generado por la
pesquería.
Un factor no cuantitativo a
considerar, es la necesidad de proteína que tiene la población nacional en
relación a la cantidad de proteína de origen hidrobiológico que se exporta. De
alguna forma exportamos a otros países recursos alimenticios que son
deficitarios en la alimentación nacional.
No se aprecia una
compensación via tributos o derechos que se traslade a la población nacional en
forma equitativa y justa, ni que se traduzcan en presupuestos de apoyo a
programas sociales.
Las cifras pueden verse en
el siguiente link:
6 de septiembre de 2012
Algunos temas sobre los oceanos
EL ÍNDICE DE SALUD
OCEÁNICA Y NUESTRA RELACIÓN CON EL MAR
Con miles de años de desarrollo y riqueza basados en
nuestros recursos pesqueros y teniendo el mar más productivo del planeta,
podría esperarse que el Perú tuviera una mejor relación con el mar y sus
recursos.
LOS OCÉANOS
TROPICALES 'DIRIGEN' EL CAMBIO CLIMÁTICO
Un grupo de científicos del Instituto Marino de la
Universidad de Plymouth y del Centro Nacional para la Investigación Científica
(CNRS) determinó que las regiones tropicales de los océanos Índico, Pacífico y
Atlántico parecen “funcionar como un corazón” que acumula calor y luego bombea
ráfagas de aguas cálidas.
Lea estos artículos en la revista Pesca de setiembre en el
siguiente link:
30 de agosto de 2012
Una norma pesquera importante para el Perú
La pesquería peruana
se ha centrado, desarrollado y regulado en los últimos años, en función de la
industria harinera basada en la anchoveta. Analizada por volúmenes de
extracción, la pesquería peruana califica desde entonces como monoespecífica.
Las evidencias hacen
presumir que el manejo de la extracción pesquera no garantiza la sostenibilidad
de un sinnúmero de recursos importantes para la sociedad y para el equilibrio
del ecosistema. El impacto sobre los recursos marinos y costeros se hace cada
vez más evidente, pudiendo exceder la
capacidad de carga de los mismos. La riqueza infinita del mar peruano no es más
que un mito. Este error de percepción promueve un irrefrenable incremento del
esfuerzo pesquero y confunde además a la opinión pública.
Durante
años se nos ha hecho creer y pensar en la pesquería peruana de un modo alejado
de la realidad. Se nos hizo creer que éramos buenos porque exportamos mucha
harina de pescado y se nos inculcó la creencia en muchos mitos más.
Los volúmenes de recursos pesqueros
naturales no aumentan a la par que crece la población vinculada a la
extracción. Los recursos pesqueros no aumentan en función a la demanda.
La realidad es que
en el Perú hacer harina es el negocio más rentable. Con no más de 150 días de
producción al año se generan cifras de exportación espectaculares que, con toda
seguridad, proporcionan gran riqueza a los exportadores y participantes del
negocio, aunque no para el país como lo demuestran las cifras de recaudación
del impuesto a la renta y derechos de pesca en relación a las ventas y
exportaciones del sector.
La cantidad de
dinero que mueve el negocio pesquero es tan grande que ha creado todo un
sistema de defensa de intereses, de lobbies y de corrupción apenas destapado
por algunos sectores de la prensa, y tan solo en forma eventual.
Intentar introducir
cambios en el sistema en beneficio de la sociedad civil no es solo un deber
sino una obligación de cualquier gobierno. Sin embargo la historia nos muestra
como autoridades con esa intención han caído, víctimas del lobbysmo de diversas
áreas del sector y de la falta de compromiso de Palacio de Gobierno con la reforma
pesquera que el país necesita.
Lo que ocurra en los próximos meses con esta
Administración de Pesquería que ha tenido el coraje de introducir una reforma
que toca muchos intereses particulares en beneficio del país, definirá la
calidad y valor del compromiso de Palacio de Gobierno con el país y con el
concepto de inclusión social.
Siendo la pesca
artesanal la principal abastecedora de recursos pesqueros para el consumo
humano directo de la población nacional era necesario redefinir con precisión
su concepto y sus alcances. El DS 005-2012-PRODUCE es un documento importante
orientado en el sentido correcto. Aunque haya discrepancias y críticas sobre el
procedimiento de su promulgación, la verdad es que una norma consensuada entre
la autoridad y los interesados en el negocio pesquero es un imposible dada la
cantidad de dinero que hay en juego
23 de agosto de 2012
El arrastrero que nadie quiere
La ballena azul, el mayor animal que existe, mide alrededor de 25 metros de largo, el equivalente a dos autobuses. Su inmensa boca le sirve para alimentarse principalmente de krill, unas cuatro toneladas al día. Un magnífico animal que sin duda la naturaleza ha limitado en longitud y capacidad de alimentarse.
Ahora imaginemos otro monstruo marino pero de acero, de una longitud de 144 metros, es decir, seis veces el tamaño de una ballena azul o el de 12 autobuses. Sus bocas son en este caso inmensas, con redes de 300 metros. Siguiendo con las comparaciones, este monstruo sería capaz de albergar 13 aviones Jumbo en sus redes y puede procesar 250 toneladas de pescado al día (60 veces más que la ballena azul). Estos monstruos se llaman superarrastreros.
No hace falta echar muchas cuentas para entender que semejante capacidad de pesca no puede ni mucho menos ser sostenible en el tiempo. No solo por la cantidad desorbitada de pescado que son capaces de pescar estos barcos, sino también por los descartes que generan, tanto de otros peces como de tortugas, rayas, focas, tiburones...
En la costa occidental de África lo saben bien. Con los caladeros europeos tiritando, estos enormes barcos se han desplazado a sus aguas a pescar, diezmando los recursos marinos que son, para las comunidades locales, su fuente de ingresos y de proteína. Hasta tal punto que en abril de 2012, el recién elegido presidente de Senegal, dio un golpe sobre la mesa y echó de sus aguas a 29 arrastreros. Cada uno de estos barcos pescaba en un día lo que 50 embarcaciones locales en un año. Su marcha ya se nota en las capturas de pesca local.
Uno de estos barcos expulsado es el FV Margiris, que estos días es noticia en Australia. En su búsqueda de nuevos caladeros, la compañía pesquera australiana Seafish Tasmania quiere, mediante un acuerdo con la compañía holandesa a la que pertenece el buque, acceder a aguas de Australia. Irónicamente, el destino de la pesca serían los países de la costa occidental de África, cuyos fondos marinos ha sobreexplotado.
La presencia de este barco y sus impactos ambientales y económicos para el sector pesquero local ha generado protestas y un intenso debate, hasta tal punto, que el Parlamento de Tasmania, donde se localiza el puerto al que accedería el barco, ha aprobado una moción para que el Gobierno central vete la entrada del barco.
El Margiris pertenece a la asociación de barcos arrastreros congeladores pelágicos (PFA en sus siglas en inglés), a la que pertenecen buques superarrastreros europeos y que recibe grandes subvenciones de la UE. Por ejemplo, entre 2006-2012 los contribuyentes europeos pagamos el 90% de los costes de acceso de pesca de estos barcos a aguas mauritanas y marroquíes.
¿Hasta cuándo vamos a seguir exportando la sobrecapacidad a otras aguas? ¿Hasta cuándo va a seguir financiando la UE las industrias pesqueras insostenibles? Senegal ha dicho no a la pesca destructiva, Tasmania también. La UE, con la reforma de la Política Pesquera Común tiene la oportunidad de dar un giro y apoyar la pesca sostenible en lugar de financiar la destrucción de los océanos.
Para que los únicos grandes “monstruos” marinos vuelvan a ser las ballenas azules.
Para que los únicos grandes “monstruos” marinos vuelvan a ser las ballenas azules.
Elvira Jiménez, campaña de Océanos de Greenpeace @elvirajn
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