El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas.

Paul Greenberg

17 de junio de 2013

Comentarios pesqueros a la actuación del Congreso peruano en la interpelación a la Ministra de la Producción

Como en los tiempos en que los barones del azúcar defendían sus intereses desde sus curules parlamentarias, o cuando los abogados de las mineras votaban en el Congreso para que no cayeran impuestos sobre sus asesorados, este jueves vimos convertirse a la supuesta casa de las leyes en la caja de resonancia de la Sociedad Nacional de Pesquería empeñada en echar abajo el DS 005, que consideran una amenaza contra el monopolio depredador que ejercen sobre las riquezas del mar. 

Pero personajes como Iberico y otros, no son ni propietarios ni abogados, ni estudiosos sobre el tema pesquero que pudieran hablar sobre algo que conocen. A lo sumo, los 53 parlamentarios que suscribieron la agresiva moción de interpelación contra la ministra Triveño, representan un fuerte lobby para defender intereses particulares, que corre además paralelo a otro que recorre la gran prensa y a algunos conocidos “líderes de opinión”. “Enemiga de la pesca formal”, le espetó el que antes fuera el congresista de Baruch Ivcher, y que esta vez llegó a su curul de la mano de César Acuña y PPK, pero el tipo seguramente no sabe nada de historia ya que la pesquería ha cambiado muchas veces de mano en los últimos 40 años para ser lo que es hoy día.

Precisamente el valioso esfuerzo de Triveño tiene que ver con la formalización que no sólo incluye el registro y control de las embarcaciones menores, sino el urgente cambio de situaciones impuestas por el poder de la gran pesca: (a) el respeto de las zonas de pesca artesanal y de consumo humano directo, para la preservación de las especies, la protección de fuentes de trabajo y en beneficio de la alimentación popular; (b) la supervisión autónoma de las capturas y descargas, que está actualmente a cargo de empresas pagadas por las pesqueras; (c) el cumplimiento con las multas impuestas por el Produce por violaciones al reglamento; (d) la eliminación de desechos con medidas de protección del mar; (e) el pago de impuestos sobre las ganancias reales y de derechos por el uso de la riqueza del mar; (f) el fin de la injerencia de la SNP en la dirección del ministerio, viceministerio de Pesquería, direcciones y jefaturas del sector (se acaba de nombrar como presidenta de la SNP a una exministra del PRODUCE)

Para hablar de lo “formal” como un gran mérito, Iberico debería pronunciarse sobre esos puntos, de otro modo no pasará de ser un apañador del aprovechamiento irracional del mar peruano en una coyuntura de precios elevados de la harina de pescado en el mercado internacional, que lleva a pelear hasta la última milla, no importa si esto afecta a otros empresarios y trabajadores, al fisco que no cobra los impuestos que debería y a la mesa de la población peruana que sufre un pescado cada vez más caro.   
      
16.06.13

LOS CONGRESISTAS AMIGOS DE LA SNP
 POR: CÉSAR CÓRDOVA PONCE

Al ver la forma tan servil y evidentemente vergonzosa en la que Luis Iberico y Freddy Sarmiento defendieron al poderoso empresariado pesquero durante la interpelación a la ministra de la Producción Gladys Triveño en el Congreso de la República, es necesario precisar algunos detalles que le harán mucho bien a la opinión pública para que pueda elaborar su propio juicio sobre la actuación de Luis Iberico, en base a sus datos vertidos en el recinto parlamentario.

De rodillas al poder y de espaldas a la realidad, este congresista lobbista de la SNP ha expresado: “Tenemos una ministra que no está en la capacidad de sentarse a conversar con los empresarios de la pesca que han colocado al Perú como el segundo productor y exportador mundial de harina de pescado. Tenemos a la enemiga de la pesquería formal en el Perú como ministra”.

Más que sentarse, lo que busca la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) es a una titular que se arrodille ante su poder, imitando el comportamiento lacayo de estos dos congresistas que sacando provecho del pobre conocimiento de sus colegas sobre este tema, esgrimen argumentos plagados de mentiras.
Al respecto, tenemos que decir que, en efecto, la industria pesquera es la segunda actividad económica más importante y una de las que genera más divisas al país, pero lo que no dice es que esas divisas terminan en el bolsillo del empresario y el Estado no gana absolutamente nada, y en el colmo de las injusticias tributarias termina subsidiándola. 

Veamos las cifras: Las exportaciones entre 2003 y 2012 fueron de 63,358´908,020 soles.
El desembarque total de recursos pesqueros fue de 71'081,150 toneladas.
El impuesto a la renta de tercera categoría pagado fue de 1,593'100,000 soles (el 2.51% de lo exportado)
Los derechos de pesca pagados fueron de 488'649,005 soles (el 0.77% de lo exportado)
Los impuestos que el estado le devolvió al sector fueron de 5,845'300,000 soles (el 9.23% de lo exportado)
(El canon pesquero se introduce en 2003 por lo cual las cifras se presentan desde dicho año.)
De acuerdo a estas cifras, la industria pesquera le pagó al Estado Peruano 2,081'749,05 soles y éste le devolvió 5,845'300,000. Es decir, el Estado subsidió al sector pesquero con la suma de 3,763'550,995 soles.

Por otro lado, dice que el empresariado pesquero brinda un aporte social de U$ 1.95 por TM de pescado descargado y que el fondo acumulado llega a S/. 145 millones y sirve para apoyar la solución definitiva de quienes están en el sistema de jubilación vigente. Lo que calla, es que ese mismo empresariado le debe más de S/. 450 millones a la Caja de Beneficios y Seguridad
Social del Pescador (CBSSP) y ha sido una de las causas para que aquella colapse. Omite decir que la misma ley 1084 que crea este aporte social en su Primera Disposición Final, en el párrafo siguiente expresa que SE MANTENDRÁ SIN ALTERACIÓN EL MONTO Y LA FORMA DE CÁLCULO DE LOS DERECHOS DE PESCA por la extracción de la anchoveta durante el período de vigencia de este aporte. Es decir, la SNP y el ex ministro Rafael Rey Rey, le han puesto un candado jurídico al ridículo monto que pagan actualmente por este derecho y que se establece en el 0.25% del valor FOB de la harina de pescado y que en estos momentos por el alto precio alcanzado, ni siquiera llega a los 5 dólares y tiene todo el mar a su disposición.

Debemos agregar además que el empresariado pesquero debe más de S/. 479 millones en multas y tienen más de 11 mil expedientes pendientes de cobro desde al año 1997, con lo cual el monto sería inmensamente superior.

Con este escenario de privilegios que quiere conservar, la SNP tiene un serio problema con una ministra que se ha puesto del lado de los 30 millones de peruanos.

Alistan moción de censura a la ministra Gladys Triveño

Los congresistas Luis Iberico (Alianza Por el Gran Cambio) y Freddy Sarmiento –fujimorista y titular de la Comisión de Producción– informaron a Perú21 que, esta semana, sus respectivas bancadas presentarán una moción de censura contra la titular de Produce, Gladys Triveño, luego de la interpelación del pasado jueves.

“Ha mostrado odio hacia las empresas anchoveteras, y eso la invalida en el cargo. Además, hasta ahora no puede conseguir ningún beneficio a nivel internacional por su incompetencia y la de sus técnicos”, manifestó Iberico al comentar los problemas con la pesca de jurel y de atún.
Indicó que lo peor es que Triveño trata de culpar a los exministros Rafael Rey y Elena Conterno, quienes ocuparon el cargo hace cuatro años.
Por su parte, Sarmiento refirió que la titular de Produce solo dijo mentiras e imprecisiones. “Esto es por su falta de conocimiento y su ineptitud en el sector. Ello le ha hecho tomar decisiones improvisadas con los técnicos que ha llevado (a Produce) y que no conocen nada de pesca”, subrayó.

PRODUCE PIERDE TODO

De otro lado, fuentes de Perú21 informaron que la pesquería peruana sufrió un nuevo revés en el ámbito internacional. Al vergonzoso episodio producido en enero en Auckland (Nueva Zelanda) –en el que se cedió gratuitamente el 10% de la cuota peruana de jurel a Chile– se suma lo ocurrido, el miércoles, en la 85° Reunión de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), que se realizó en México y que concluyó en que Perú no pudo conseguir la ampliación de su cuota de pesca de atún por la mala gestión de Produce.

En el capítulo referido a la capacidad de bodega de las naves atuneras, nuestro país solicitó que se ampliara el ámbito autorizado para los barcos locales para que puedan pescar fuera del mar peruano.

Sin embargo, la delegación nacional –dirigida por Víctor Parra Puente, director general de Políticas y Desarrollo Pesquero– fue apabullada por los delegados, quienes le enrostraron que, de las 8 mil toneladas autorizadas, solo dieron permisos para pescar 299 tn.
Nuestros informantes señalaron que, al final de la reunión, Colombia recibió la ampliación para la pesca de atún, mientras que la propuesta de Produce fue desechada pues, además, llevó a cabo una confusa licitación para otorgar los permisos en la que solo se presentaron dos firmas peruanas.

DATOS

- Fuentes de Perú21 informaron que el viceministro de Pesquería, Paul Phumpiu, no viajó a México por supuestos problemas de salud desde hace seis meses.
- Para colmo, su representante, Víctor Parra, abandonó la reunión atunera. Un asesor de la ministra Triveño –con menos de un mes en el cargo– se quedó junto con dos biólogos de Imarpe y con una tercera secretaria de la Cancillería. Por Colombia, hasta su presidente realizó gestiones desde hace seis meses y consiguió la ampliación.

Fuente:


9 de junio de 2013

La tragedia de la administración de la pesquería peruana

La tragedia de la pesquería peruana radica en la inexistencia de políticas de estado de largo plazo y la ausencia de Planes Estratégico sectoriales multianuales que se hayan cumplido más allá de constituir una mera formalidad exigida por el sistema.

El PESEM actualmente vigente, por cuanto la RM que lo aprobó en el 2012 no ha sido modificada, es ignorado por la administración actual continuando una larga secuencia de administraciones que, ante la ausencia de políticas emanadas de Palacio de Gobierno y sin voluntad de continuar los PESEM existentes, introducen una agenda propia. O lo que es peor aún: careciendo de agenda y objetivos estratégicos, avanzan en base a criterios más políticos que técnicos.

Al mes de Junio la estadística pesquera, que hasta antes de la última reestructuración del Ministerio de la Producción se publicaba en forma bastante amplia, no existe en el portal de Produce. Solamente está el boletín de enero del 2013 el cual contiene menos información que antes. Los demás links a descargas y datos conducen a páginas inexistentes o incompletas. Los anuarios estadísticos dejaron de publicarse a partir del 2011. El último publicado data de 2010.

El portal del IMARPE tampoco ofrece acceso a información estadística detallada y transparente como antes sí ocurría.

Esta omisión demuestra falta de interés por exhibir datos, bien sea por desidia, negación de información u ocultamiento o porque se volvió información clasificada o secreta.

Las decisiones políticas deben basarse en información científica y estadística que tienen que ser públicas. Si no lo son, inducen a pensar que bien podrían no existir. La ausencia de ambas dejan mucho que pensar y desear.
La saludable intención de introducir reformas en la normatividad pesquera tienen, en el aspecto estadístico (ante su ausencia), una contraparte negativa que permite presumir que pueden estarse tomando decisiones inadecuadas.

El sistema no permite evaluar el cumplimiento o avance de cumplimiento de los objetivos estratégicos vigentes y diseñados en el Plan Estratégico Sectorial Multianual, pese a que existen indicadores claros.

El único indicador visible es el índice de ejecución presupuestal. El presupuesto aprobado deriva, teóricamente, de un Plan Operativo Institucional (POI), el cual se desprende del Plan Estratégico Institucional (PEI) para el ejercicio fiscal. El cual a su vez debe ser concordante, coherente y alineado con el Plan Estratégico Sectorial Multianual (PESEM) aprobado con RM 107-2012 PRODUCE en marzo del 2012. 

Si la actual gestión desconoce la existencia de este documento, está agravando la situación de ausencia de políticas de estado de largo plazo al ignorar un planeamiento estratégico vigente e introduciendo una administración sin agenda y sin sustento técnico. En el peor caso podría hacer uno nuevo; pero lo grave es que la violación del sistema de planeamiento estratégico vigente introduce un elemento caótico y de improvisación en la administración sectorial.

Por tanto los índices de ejecución presupuestal muestran el índice de eficiencia cuantitativa de la gestión, aunque no miden cualitativamente el avance hacia el cumplimiento de objetivos estratégicos.

El índice al 31 de mayo muestra un nivel de eficiencia preocupante, el cual sumada a la ausencia de datos estadísticos, nos muestra una debilidad de esta administración que merece atención. Lo cual es un tema relativamente sencillo por cuanto es cuestión de capacidad de gestión institucional que no está afectada por factores externos o políticos.

25% de avance en 5 meses no es precisamente la mejor tarjeta de presentación para el sector, del cual destaca el pobre índice del FONDEPES del 17%. Siendo este último el principal ente que realiza inversión en infraestructura, el ratio es preocupante.

Es probable que estos ratios y el ignorar el PESEM se deriven de una organización inadecuada para el sector, ya que antes de la reestructuración, si bien es cierto los índices eran parecidos, por lo menos la opinión pública tenía acceso a mejor data estadística.


5 de junio de 2013

¿Cuánto cuesta el pescado que comemos?

"Hemos estado pescando demasiado. Hemos tirado por la borda las capturas que no queríamos. Y hemos permitido que la flota se haga obesa. Tenemos que romper el círculo vicioso: hay cada vez menos peces, así que dedicamos más esfuerzo y potencia a pescar, lo que provoca que haya todavía menos pescado, lo que obliga a aumentar la potencia y el esfuerzo, y así continuamente", asegura Damanaki.

El gran crecimiento mundial de la pesca en las últimas décadas explica el que hayamos llegado a esta situación. Las capturas se cuadruplicaron desde 1950 hasta 1990, según el World Ocean Review, para ascender desde los 20 millones de toneladas anuales en todo el mundo hasta los 80 millones. El 75% de las capturas se destina a consumo humano (la mitad en fresco, la cuarta parte en congelado y otra cuarta parte enlatado) y el otro 25% se dedica a fabricar harinas de pescado, usadas en gran parte en la acuicultura. Ésta también ha crecido, a un ritmo de hasta el 7% anual, hasta llegar a suponer ahora mismo el 40% del pescado que se come en todo el mundo. La acuicultura, sin embargo, no ha disminuido las capturas, sino que las ha aumentado. Como la mayoría de los peces que se cultivan en granjas son predadores y carnívoros, hay que alimentarlos con más peces, con ratios de eficiencia que pueden llegar hasta los cinco kilos de pescado gastado en producir un kilo de pescado de acuicultura. Todo ello incrementa las capturas totales y, según las evidencias científicas, la sobrepesca.

Lea el artículo ¿Cuánto CUESTA EL PESCADO QUE COMEMOS?  en la edición de Junio de la Revista Pesca